Omegaverse A tu lado puedo ser feliz

Capítulo 4

 ¿QUIEN ES ELLA?
 

Daniel disfrutaba normalmente de los trabajos en grupo, solía divertirse haciendo las tareas con sus amigos, pero desde Javier no pudo unirse a trabajos en grupo sin el cuidado de Javier, quien no lo dejaba conversar mucho para que según el "acaben rápido" siempre trato de excusarlo, pero al final solo lo alejo de sus amigos.

— tu departamento es muy amplio —comentó Ivana observando el lugar mientras trabajaba en su computadora portátil— cuando sea independiente, quiero un lugar así 

— que la suerte esté contigo Ivana —Daniel se burlo.

— ¿qué no era "que la fuerza esté contigo"? —Ivana no entendió la burla.

— de todas formas debemos acabar rápido —Yesica se quejo mientras hacía unos apuntes, mientras revisaba la información que Daniel investigaba y le mandaba.

— si, si, ya no te quejes —Daniel suspiro cansado, tendrían mucha tarea— luego puedo ordenar algo ¿que quieren?

— yo quiero pollo y papas fritas —Yesica pidió resaltando algo en sus apuntes.

— yo quiero 4 hamburguesas, dos refrescos y 3 ordenes de papas —Ivana pidió— te pagaré, no te preocupes —río al ver la cara sorprendida de Daniel— le diré a mi mamá que tuve que gastar el dinero de emergencias para algo de la universidad, el regaño a lo mucho durará dos horas 

— no, no es eso, yo invito —Daniel memorizo el pedido aun sorprendido— ¿estas segura de que comerás todo eso? ¿Oh le llevaras a tu hermana?

— mi hermana ya debió cenar —recordó Ivana— ella iba a salir con sus amigas un rato, para relajarse y respondiendo tu otra pregunta, si, me comeré todo eso, los alfas comemos casi el doble de lo normal por así decirlo —Daniel se puso algo pálido— un alfa no puede comer la misma cantidad que un omega o un beta, nosotros tenemos un metabolismo del demonio, comemos en grandes cantidades ¿que acaso jamás vieron comer a sus padres?

— ahora que lo pienso, papá siempre comía más de 5 platos en cada comida —Yesica recordó lo mucho que comía su padre— supongo que no le tome importancia porque toda mi vida comió de esa manera, creí que era lo normal solo en el 

— pues no, los alfas comemos mucho, no puedo creer que no se hayan dado cuenta, incluso en la cafetería del colegio, pese a que la comida costaba igual a los alfas se les da mucho más —Ivana recordó— deben ser más conscientes, en un futuro cuando se casen no pueden darle de comer lo mismo que comen ustedes a sus alfas, deben darles el doble o el triple y no se asusten cuando vean a su alfa cocinar como para 20 personas, algunas veces nos da muchísima hambre, esto pasa cuando estamos por entrar en nuestro rut 

— vaya, no sabía eso —Yesica se sorprendió tomando notas mentales— es interesante ¿no Daniel? —miró a su amigo que solo miraba fijamente su computadora portátil.

Como los tres estaban sentados en la alfombra en medio de los sofás y las computadoras estaban en la mesa de centro, Daniel estaba sentado en la posición de indio, lo cual hizo fácil notar que estaba temblando.

— ¿qué pasa Daniel? ¿Te sientes mal? —Yesica lo miro preocupada.

— no es eso... es que yo... —Daniel bajo la mirada a sus manos— creo que debo mudarme de departamento 

— ¿qué? ¿Porque? —Yesica no entendía nada.

— es que... mi vecina... ella... es una alf-

Antes de que Daniel siguiera hablando se oyó el timbre de la puerta, Yesica se levanto y fue a abrir.

— ¿si? —Yesica abrió la puerta viendo a una muy alta mujer, una alfa, su mirada sería y su altura la hacían lucir intimidante— .... ¿ne-necesita algo?...

— buenas noches ¿esta Daniel Genova en casa? —la voz repentinamente amable congelo a Yesica, era una linda voz.

— si esta aquí... soy Yesica, estamos haciendo un trabajo grupal —río levemente jugando con su cabello— ¿qué necesita?

— oh bueno... —la alfa se sonrojo, Yesica quedó encantada porque la mujer se veía de una manera extraña, tierna— quería entregarle algo... ¿podría llamarlo? 

— si, si, ahora mismo —Yesica se forzó a reaccionar— ¡Daniel te buscan! —grito y espero a Daniel— ¿cual es tu nombre? ¿Tienes pareja? ¿Me podrías pasar tu número?

— Yesica, quítate —Daniel llegó a la puerta y quito a su amiga, dejándola dentro del departamento, el salió y cerró la puerta tras el— escuche tu voz, siento que Yesica te molestara —observo a la alfa que estaba roja como un tomate.

— n-no pasa nada... —Adara quería que el mundo se la trague— en mi oficina hubo una fiesta de cumpleaños y bueno, sobro mucho pastel, te traje un poco, aunque nose si te guste —la alfa le ofreció el paquete que llevaba en manos, una caja donde la mitad de un pastel aguardaba— es de chocolate 

— gracias, podre compartirlo con mis compañeros —Daniel sonrió y luego recordó la conversación con sus compañeros— oye Adara... yo... quería disculparme...

— ¿disculparte? —Adara lo miro confundida.

— sobre la comida... yo, me acabo de enterar que los alfas comen bastante, como Javier quería que tuviera una figura buena, me hizo hacer dieta estos años y bueno para que no me sintiera mal... el siempre comía fuera o con su familia... —Daniel bajo la mirada avergonzado— jamás le pregunte cuanto comía ni nada, también jamás le preste atención a mi padre o hermanos sobre eso, usualmente comía en mi habitación solo, porque estudiaba mucho... de verdad lo siento... te di de comer lo mismo que comería yo, debiste quedarte con hambre, enserió lo siento mucho

— no es necesario que te disculpes, de hecho varias veces me salvaste, aveces soy muy floja para cocinar y bueno, me salvaste enserió —Adara sonrió con ternura— al recibir algo preparado por ti, me sentí mejor y con más fuerzas para seguir trabajando, no te preocupes por la cantidad, tu intención y el sabor de tu comida lo compensan en un 100% tu comida es deliciosa y perfecta 

Daniel estaba sorprendido, no podía creer en las palabras de Adara, parecía mentira pero ella jamás le mentiría.




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