ALFA TONTA
Adara se armo de valor después de casi cinco minutos gritándose internamente en el reflejo de su celular, debía ir con Daniel y ser valiente. En silencio se acerco con cuidado, tratando de no hacer ruido, quedo justo detrás de Daniel y con cuidado puso una mano en el hombro izquierdo de este, sintió como el omega se tenso y antes de que el dijera algo, ella puso el postre frente a él, mostrándolo en todo su esplendor, lo dejo en la mesa con cuidado, para que sea observado por Daniel.
- el tiempo no es excusa... yo... estaba muy incomoda, no sabía que decir o que hacer, incluso pensé en meter mi cabeza dentro de la tierra como los ñandús en las caricaturas... -admitió- hoy, yo te invite, se que lo hice pero no esperaba que dijeras que si, debo admitir que me gustas Daniel... nose exactamente desde hace cuanto pero se que me gustas... no quiero arruinar nada contigo, pero tampoco me quiero atrever a coquetearte cuando recientemente haz terminado una relación muy larga y que... dejó una marca en tu cuello, no puedo imaginar lo doloroso que debe ser porque jamás me ha pasado, por eso... Al menos sin darme cuenta decidí guardar mis sentimientos solo para mi, ni siquiera somos amigos... pero nos conocemos desde hace tanto tiempo... te conozco lo suficiente como para saber cuando estás reprimiendo el dolor que sientes, no quiero invadir tu vida... pero tampoco quiero estar lejos, te pediría una oportunidad, pero no quiero un amor a medias, tampoco quiero que tu corazón me acepte sin estar listo, quiero que vuelvas a sonreír como antes, que vuelvas a contarme tu día a día en la universidad cada vez que nos encontremos en el super mercado... quiero que me vuelvas a compartir la mitad de tu dona cuando te encontraba en el ascensor comiendo una... también quiero ser tu apoyo, no como abogada, sino como amiga, si necesitas llorar quiero que me permitas estar contigo... Y si tu corazón me elije algún día... quiero que ese día me concedas el honor de una cita verdadera, estoy dispuesta a esperar el tiempo que sea necesario, porque vales la pena Daniel, vales la pena, vales todo el tiempo de espera necesario... porque eres una persona sencillamente genial, me trajiste alegría y paz a una vida monótona, tanta felicidad con una sonrisa, tanta belleza en un mismo cuerpo, con una personalidad que simplemente te atrapa y hace que quiera estar ahí para ti, porque se que.... A tu lado puedo ser feliz...
Adara se sintió mareada por el silencio que le siguió a sus palabras, temió lo peor y su mente hizo escenas imaginarias horribles, en una de esas ella se mudaba a China, debido a la vergüenza del rechazo.
.
.
.
Daniel cuando vio a Adara irse, lo tomó como un abandono indirecto, era obvio que la alfa esperaba más de él, talvez debió pedir ensalada o no ser tan expresivo después de la película, quizás su ropa no era adecuada o quizás su cabello estaba mal. Sin embargo se quedó ahí esperando, cada minuto se sentía eterno, el reloj imaginario en su cabeza le gritaba que debía irse de ahí, que Adara no volvería, pero ahí estaba el, esperando. Las lágrimas no se hicieron esperar y lloro en silencio, se culpo por dejarse marcar por Javier, odio a este, lo odio con todas sus fuerzas, su omega interno lloro con el, ambos habían sido rechazos por Adara, la alfa que les gustaba, porque si, Daniel debía admitir abiertamente que la alfa le gustaba, no estaba enamorado, pero, esa alfa le gustaba, ella era maravillosa, gentil, amable con el, ella siempre estuvo ahí escuchándolo, pese a lo cansada que ella estuviera siempre le daba su total atención, pero ella prefería a los betas, ella misma lo dijo, el solo se estaba haciendo ilusiones.
No obstante cuando esa tonta alfa regreso y le mostró aquel postre bonito, echo de manera torpe y apurada, le confirmo que sus dudas eran tontas, más cuando escucho las palabras de Adara, ella le dijo sus sentimientos, confirmó que el le gustaba a ella y ella estaba dispuesta a esperarlo porque él valía la pena, Javier nunca tuvo razón, su valor no lo determinaba alguien como Javier, sino el mismo y alguien que enserió hable desde el corazón, justo como Adara.
- incluso si no soy un beta... ¿estarás conmigo? -cuestionó después de un largo silencio donde aún no se atrevió a voltear y ver a Adara.
- si -fue la respuesta firme de la alfa y Daniel lloro, pero de felicidad, la vida le estaba dando una oportunidad para ser feliz.
No, la vida ya le había dado esa oportunidad, solo debía de mirar más allá de un amor ciego. Sonrió y estuvo listo para lanzarse a abrazar a Adara cuando oyó un sonido sordo detrás de él, giro rápido y vio a la tonta alfa en el suelo, desmayada ni más ni menos, al parecer fue mucho para Adara, demasiada honestidad y demasiada vergüenza.
- ¡ADARA! -Daniel fue de inmediato a su lado levanto en sus brazos la cabeza y cuello de la alfa- ¡DESPIERTA ALFA TONTA! ¡NO PUEDES DEJARME A MEDIAS! ¡OYE!
La alfa parecío reaccionar a los gritos y con una sonrisa miró a Daniel.
- los ángeles son tan bonitos... -murmuró.
- ni que ángel ni que demonio ¡despierta! ¡no es momento de desmayarse por la vergüenza! ¡siempre pensé que eras demasiado tímida!
- por eso me quede solterona... -confesó Adara convirtiéndose en un tomate humano por lo rojas que estaban sus mejillas.
- pues ya no -Daniel negó- ahora estamos saliendo, así que no estás soltera ¿entendido?
- ¿eh? -Adara se preguntó en qué momento le pidió salir a Daniel, su corazón no estaba listo.
- fue una afirmación ¡¿lo entendiste o no?! -exigió Daniel y ella asintió.
- ¡entendido! -casi grito.
- más te vale alfa tonta -Daniel sonrió con dulzura y con cuidado dejo un casto beso en la frente de la alfa- debes hacerte responsable por enamorar a mi omega interno
- si, lo haré -acepto Adara antes de procesar aquellas palabras en su cabeza- ¡¿espera que?!