LAS PALABRAS DE DANIEL
(PASADO)
— ¿escucharon? El tercer hijo de la familia Genova es un omega dominante ¡quiero presentarle a mi hijo!
— Rufina siempre estas al acecho, ten algo de dignidad
— ¿qué quieres decir? Yo te traigo noticias y me tratas así —Rufina molesta reclamó— que yo quiera un futuro para mis hijos no es nada malo
— porfavor —otra mujer se unió a la conversación— ya paren ambas
— si, señora Rasel —ambas mujeres bajaron la mirada al suelo.
— ambas están aquí solo por mi, no olviden eso, son solo sanguijuelas que llegaron lejos solo por mi —Rasel sonrió con arrogancia— pero dejando de lado eso, los Genova al fin tuvieron un omega eh, interesante
— ¿piensa intervenir señora Rasel? —Rufina cuestionó.
— son una buena familia, mi hijo menor ya esta en edad para casarse después de todo
.
.
.
.
— ¿escucharon? El hijo tercero de los Genova es un omega ¡necesito su número!
— ¡yo también!
— era obvio que sería omega con lo hermoso que es
— ¿eso significa que dejara la asignatura de defensa personal? Ya saben, es un omega
— supongo que si, por fin podremos ver su lado tierno y no sus puños
— shhh ahí viene
Los rumores siempre rodearon a Daniel, pero jamás había tenido tantos ojos sobre el como ese día, solo hace dos días había terminado su primer celo donde se entero de que era un omega dominante, no le sorprendió mucho ya que siempre tuvo un rostro demasiado delicado, pero aún así fue decepcionante para el, sus planes eran ser un beta, dominar varias artes y estudiar medicina, ayudar a las personas y encontrar una esposa o esposo, casarse, tener tres hijos y morir de viejos al lado de la persona que ame, ese era su plan, pero todo se había ido cuesta abajo debido a su nueva casta.
— ¡Daniel! —Nathaniel su mejor amigo que era un alfa dominante lo llamo, era imposible ignorarlo, al ser pelirrojo resaltaba demasiado— ¡te extrañe mucho! —lo abrazo como siempre, durante todos los años que se conocían siempre lo saludo con un abrazo, pero esta vez fue diferente, los ojos que los veían traían malicia consigo— me dijeron que eres un omega, tu papá estaba muy feliz, me encargo que te cuidara y me dio permiso para sacarle los ojos a cualquier alfa que te vea demás
— no lo escuches, solo es sobreprotector —Daniel negó separándose de su mejor amigo— vamos a clase ¿hiciste la tarea?
— obvio —Nathaniel sonrió— ¿Quieres copiar?
— para suerte tuya, esta vez si hice mi tarea
— que bueno
— ¿Y como esta tu novio? —Daniel cuestionó divertido al ver la sonrisa de tonto que puso Nathaniel.
— si todo va bien ¡podremos ir al cine este fin de semana! —Nathaniel río— estoy muy emocionado, nose ni que ropa usar, quise reservar todo el cine pero mi hermoso omega me dijo que si lo hacía me mataría mientras dormía ¡es adorable! ¡ojalá nos casemos pronto!
— me alegro mucho, será la primera vez que salgan a una cita, cuídalo bien
— si, te aseguro que lo cuidare bien —Nathaniel sonrió como tonto enamorado, el adoraba a su omega, lo amaba— cada día mejora más y más, poder salir a una cita, parece un sueño
Daniel no dijo nada, pero estaba muy feliz por su amigo, conocía al novio de Nathaniel, ya que se conocieron en el hospital cuando tenían 10 años, su hermano mayor estaba enfermo así que pasaba mucho tiempo en el hospital acompañando a su hermano y cuidando de él, fue ahí que conoció a Mehmet, un niño muy sonriente, divertido y que le gustaba mirar anime, fue inevitable llevarse bien con el, su amistad fue buena, al menos al jugar, así que a la semana se lo presento a Nathaniel que lo había acompañado a ver a su hermano, luego fue como ver una película de amor, Mehmet con una sonrisa se robo el corazón de Nathaniel que empezó a usar a Daniel de excusa para regresar al hospital y ver a Mehmet, así que Daniel al verlos tan felices se alejo de Mehmet y dejó que el sea el centro del mundo para Nathaniel, estuvo muy feliz por ellos, hasta que un día Nathaniel lo llamó llorando, le rogó que lo secuestre de su casa, que lo saque de ahí y lo lleve a ver a Mehmet, Daniel se lo dijo a sus papás quienes hablaron con los padres de Nathaniel y estos llevaron a su hijo con Mehmet, quien tristemente estaba en una cirugía muy importante, ese día se entero que Mehmet tenía cáncer, por eso Nathaniel estaba muy preocupado y quería ir a verlo, se entero también que los padres de Nathaniel no soportaban a Mehmet ya que el niño se iría en meses o años, no querían a alguien así para su único hijo, no querían verlo sufrir, porque todos lo notaron, incluso Daniel lo sabía, Nathaniel estaba enamorado de Mehmet, aunque los adultos creyeron que ese amor se acabaría algún día, ese cuento de hadas duró años, Nathaniel amo con más fuerza a Mehmet y este comenzó a amar a Nathaniel, los dos eran el uno para el otro, pese a todo, se amaban, pese a que sus familias no aceptaban su relación, ellos estaban felices juntos y eso era lo que más les importaba.
Ahora Mehmet se estaba recuperando, después de tantas cirugías, tratamientos, después de tanta falta de esperanza, al fin había una luz, después de tanta tormenta, por fin veía venir la calma.
— ¿seré tu padrino de bodas o seré el de Mehmet? —cuestionó Daniel.
— serás el mio, el de Mehmet será el doctor que lo ha ayudado hasta ahora, le estamos muy agradecidos —Nathaniel río— estoy tan feliz, me duelen las mejillas de tanto sonreír
— suerte entonces
.
.
.
.
Daniel disfrutaba de leer un libro en silencio en su jardín, el aire fresco junto a un buen libro siempre lo ponían de buen humor, era sábado, no habían clases, sus padres habían salido y sus hermanos estaban en la sala viendo una película en silencio, todo era perfecto.
— a tu lado puedo ser feliz le dijo ella y el sonrió, tomó su mano y beso sus nudillos, te adoro, mi gota de agua en el desierto, te amo mi hermosa primavera, te anhelo mi querida —Daniel leyó esa parte en voz alta, sonaba mejor así, sonrió emocionado— ¡al fin se confiesan! —grito de alegría— ¡eso! ¡después de treinta y cinco capítulos, al fin! —río contento hasta que escucho que le llegó un mensaje a su celular, aún sonriendo lo reviso y vio que era un mensaje de Nathaniel, entro al chat y vio que su amigo le había mandado una foto de el y Mehmet, ambos en el cine— que adorable —murmuró viendo las grandes sonrisas de sus amigos, porque si, consideraba a Mehmet su amigo pese a que no eran tan cercanos.