BAILE DE INVIERNO
En el Imperio de Storm se celebraba el baile de invierno en esa estación como una celebración de espera a la primavera.
Había un propósito para ello, en el baile de invierno los omegas, alfas y betas listos para casarse buscaban pareja, comprometerse y finalmente casarse en primavera, esa era la tradición y todos estaban a la expectativa, sobre todo este año ya que él príncipe heredero buscaría a su futuro esposo o esposa, este año se iba a definir quien sería la siguiente Emperatriz.
Las diferentes casas nobles alistaban y preparaban a sus hijos e hijas, algunos con la expectativa de tener a una futura Emperatriz y otros simplemente se mentalizaban encontrar un matrimonio beneficioso. Los omegas, betas y alfas afinaban su etiqueta, llamaban a los mejores modistas y esperaban el gran día donde conocerían a su futuro compañero, los padres por otro lado hablaban tras bambalinas, seleccionando candidatos o candidatas para sus hijos, verificando que cada unión traiga prosperidad a sus familias.
No obstante, aparte del cotizado príncipe heredero, también iban a asistir al baile los gemelos Valenthe, dos omegas que eran muy cotizados ya que el Conde Valenthe controlaba los puertos del oeste en donde se movía el comercio, así que los nobles que se dedicaban a esa profesión esperaban casar a sus hijos con los bellos omegas, sin embargo, la competencia sería reñida ya que había rumores de que uno de los gemelos sería la futura Emperatriz ya que la Emperatriz actual había mostrado abiertamente su intención de unir al príncipe heredero con uno de los gemelos Valenthe, todos estaban a la expectativa, amigos y enemigos, si él príncipe heredero se casaba con uno de los gemelos Valenthe su posición se establecería completamente y nadie podría hacer temblar su trono.
Por otro lado, en el Condado Valenthe sucedía un caos, uno que iba a desatar un huracán o quizás un tornado.
— ¡No! ¡Es horrible! ¡¿Cómo pudiste confundir mi color con el de mi hermano?! —gritó Nain él hijo menor de los Valenthe hacía la pobre modista alfa que solo murmuraba excusas.
— Mi señor... Son tan iguales y mi asistente se confundió...
— ¡¿Te parece que somos iguales?! —Nain tomó de la muñeca a su hermano y tiró de él para que este a su lado— ¡Responde!
— Mi señor... —la alfa modista solo hizo una reverencia muy apenada.
Los gemelos Valenthe pese a ser casi iguales físicamente, tenían una característica que los diferenciaba, Ian él gemelo mayor tenía los irís de sus ojos azules como zafiros y Nain tenía el irís derecho de color azul zafiro mientras que el izquierdo era verde lima.
— Podemos cambiar los trajes Nain, no tienes que enloquecer —trató de apaciguar Ian pero Nain solo lo miró furioso y él bajó la mirada al suelo por miedo a su hermano.
Si había algo que también diferenciaba a los gemelos, era el carácter, Nain era bastante extrovertido, vestía ropas elegantes, finas y costosas, ayudaba a su madre en la administración de la mansión de la capital y la otra mansión donde estaba el territorio del Condado Valenthe, salía a muchas fiestas de té, siempre estaba a la moda y al tanto de todo rumor en el Imperio, en algunos círculos sociales era considerado una figura influyente y algo chantajista. Por el otro lado de la moneda estaba Ian, un omega bastante tímido, apenas podía hablar en fiestas de té a donde era arrastrado por su hermano gemelo, prefería estar metido en una biblioteca que en una fiesta, pese a ser mayor que Nain por unos minutos obedecía a su hermano sin falta, comparado con la vida lujosa que llevaba su gemelo él vestía ropas más sencillas, prendas opacas y oscuras que no lo hagan resaltar, apenas tenía amigos y solo le gustaba pasar el rato en silencio, no ayudaba en casa como Nain pero tenía una idea de cómo administrar ya que había leído varios libros sobre el tema aunque nunca los aplicó en la práctica, ya que le daba miedo ser un líder o tener que dirigir a un grupo de personas, por ese mismo miedo su único amigo verdadero era su hermano gemelo aunque en ocasiones parecía más su enemigo que su persona en la cual confiar.
— Vete Ian, no quiero verte —ordenó Nain— Tu notaste el error de esa asistente y aún así no dijiste nada —regañó— Ve a llorar a tu habitación —lo echó.
Ian sin poder levantar la mirada solo se fue rápidamente, huyendo de la irá de su hermano, al salir pudo ver a su madre omega acercarse preocupada.
— ¿Qué pasó? —cuestionó rápidamente al verlo salir de la habitación donde se oían los gritos de Nain nuevamente.
— La modista confundió los colores de los trajes para el baile de invierno —explicó— Mi hermano esta furioso...
— ¿Cómo no estarlo? Elegiste negro, el color de un funeral —regañó la omega mayor con un suspiro, amaba a su hijo pero tenía gustos muy excéntricos— Iré a calmar a tu hermano, tu manda a una sirvienta para que recoja el traje que te hicieron, pruebatelo
— ¡Es rosa! —reclamó.
— Entonces baja de peso y el traje de Nain te quedará —regañó la omega mayor— Y no es rosa, es rojo, ahora ve a tu habitación —ordenó la omega entrando a la habitación de su otro hijo.
Ian no podía creerlo, tendría que ir a ese estúpido baile vistiendo rojo, nada menos que rojo, el mismo color que su cabello pelirrojo cobrizo, odiaba el rojo.
— Absurdo —murmuró molesto yendo a buscar a una sirvienta, ya que a diferencia de su hermano él no tenía sirvientas personales, lo creía estúpido e innecesario.
— ¡NO! ¡NO USARÉ ESE TRAJE! ¡USARÉ EL DE IAN! ¡QUE ÉL VAYA EL SIGUIENTE AÑO! ¡NO USARÉ UN TRAJE QUE ES PARA UN FUNERAL! ¡¿QUÉ VA A PENSAR SU ALTEZA ÉL PRÍNCIPE DE MI?!
Los gritos de Nain resonaron por los pasillos de la mansión, Ian creía que su hermano se comportaba de una manera muy exagerada, comprende que sus padres ya habían hechos arreglos con la Emperatriz para que Nain se comprometa con él príncipe heredero pero, no es para tanto, solo bailarian y ya, sabía que ir de negro significaba algo malo pero no puede ser algo tan horrible ¿No? Además no importaba, Nain prácticamente estaba comprometido ¿Qué importa si viste de negro?