EL VILLANO QUE NUNCA PUDIERON VENCER Y EL DESTINO QUE ELEGÍ
[Otro mundo]
Fue muy sencillo comenzar a ganar influencia cuando la Marquesa Regnsne abandonó la capital para cuidar de sus propias tierras, Ian empezó organizando bailes regulares para reunirse con nobles de bajo estatus y algunos de alto estatus, tener al Emperador de su lado fue una gran ayuda ya que prometió riqueza y prosperidad en sus alianzas si lograban sacar del poder a su hermano ¿Era algo cruel? No, no lo era, su hermano y su amado no se querían y nunca se quisieron, pese a que Nain supo que Erlan le estaba siendo infiel con él, no hizo nada, Ian incluso le había pedido que se divorcie de su amado, pero Nain se negó y tan solo unos días después obligó a Erlan a acostarse con él, su amado jamás lo traicionaria y la prueba era la inmensa cantidad de afrodisíaco que usó Nain para tener a Erlan bajo su control, así nació él actual príncipe heredero.
Incluso antes de ingresar al palacio como concubino le pidió infinidad de veces a su hermano que deje el trono, ofreció incluso convertir a su hijo en un Archiduque con la posibilidad de ascender al trono para sus descendientes, pero Nain se negó y le prohibió visitarlo, su hermano nunca entendió que él y Erlan se amaban, solo le importaba el poder y gobernar con dureza. Desde el primer instante Erlan y él supieron que estaban destinados, pero Nain no sólo se casó con Erlan incluso cuando este le pidió anular el compromiso, si no qué incluso después de saber que él amaba a Erlan siguió casado con su amado invalidando cada uno de sus sentimientos, por si no fuera poco le robó todo el poder a Erlan y ahora que había tenido un hijo, gozaba de poder y parecía gustarle ya que hacía lo que quisiera, incluso le prohibía cosas a su amado.
Lo acepta, fue un plan lleno de mentiras pero logró su objetivo, quitarle el poder a Nain, no obstante, nunca pensó que sus mentiras llegarían tan lejos.
— ¡Por esos crímenes serás ejecutado y recordado como un traidor a tu Imperio, no se te dará sepultura ni ningún título excepto el de traidor! —anunció Erlan frente a los nobles y algunos ciudadanos que habían ido a ver la ejecución a la plaza principal de la capital.
Nain encima de la plataforma de ejecución se mantenía tranquilo, erguido y serio, usaba arapos sucios pero aún así se veía elegante, no parecía tener ningún arrepentimiento o miedo, incluso con la culpa que sentía en ese momento sintió envidia, su hermano se veía como una Emperatriz, digno, un gobernante fuerte ¿Era posible para él llegar a ser como su hermano?
— Mi hijo —Nain habló fuerte, no gritaba pero sus palabras eran lo suficientemente fuertes para que el público escuchara— Es libre de pecado, mi cachorro lleva mi sangre y nada más, no lleva una futura venganza sobre sus hombros o expectativas, es libre de incluso mi sombra —sonrió mirando de reojo a Erlan— Y sobre todo, es libre del mal olor de la basura, yo soy la Emperatriz de Storm y siempre lo seré, mi trono y mi corona fueron usurpados por marionetas con hilos podridos, buena suerte chiquillos —Y antes de que él verdugo lo inclinará para cortarle la cabeza, Nain rompió las cuerdas de sus manos con una fuerza que nadie supo de dónde sacó, le quitó el hacha al verdugo y se la arrojó a Erlan quién se asustó cuando el arma cayó a sus pies, mientras que al mismo tiempo Nain sacaba una aguja gruesa escondida en su cabello— ¡Y para que lo sepas, te falta mucho tamaño ahí abajo imbecil! ¡Hasta mis dedos son más largos que esa cosa! —gritó con diversión mientras se clavaba la aguja en un costado de su cuello, cayendo lentamente al suelo mientras sonreía como si hubiera ganado una competencia.
¿Lo peor? Ian estuvo de acuerdo por primera vez con su hermano, Erlan era pequeño y bastante flácido.
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— ¡Los nobles están reclutando soldados!
— ¡Nos prometió riqueza! ¡AHORA incluso tenemos dificultades para comer!
— ¡Tiene que hacer algo Emperador!
— ¡Ejecute a la Marquesa Regnsne y al Duque Skildpadde!
— ¡Tiene que responder por sus actos!
Los nobles exigían y gritaban casi todos los días en la sala del trono, Erlan era incapaz de decir algo y por otro lado Ian no podía apoyarlo mucho, sus padres le dieron la espalda y estaba embarazado, no podía hacer nada más que espiar a escondidas cada audiencia que tenía Erlan.
— ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Todo es tu culpa! —un golpe fue lo primero que sintió cuando esa noche Erlan fue a verlo a su habitación, cayó al suelo asustado ya acostumbrándose a la situación, casi todas sus noches eran iguales— ¡¿POR QUÉ NO PUEDES SER ÚTIL?! ¡DEBÍ MANTENER CONVIDA A NAIN! ¡INCLUSO COMO ESCLAVO HUBIERA SIDO MÁS ÚTIL QUE TÚ!
— Erlan...
— ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE!
Erlan jamás lo había golpeado como aquella noche, le quebró varios huesos y lamentablemente su bebé no murió, ojalá hubiera muerto, así él podría seguir adelante.
¿Por qué Nain nunca le advirtió del monstruo que era Erlan? ¿Por qué no le dijo? Todo esto era su culpa, si él le hubiera dicho como era Erlan realmente lo hubiera escuchado, es culpa de su egoísta hermano, primero no lo deja tener su final feliz y ahora descubría que lo había condenado desde el principio.
Todo era su culpa.
Culpa de Nain.
De ese maldito villano que seguro se rió de él hasta el final.
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Las cosas parecían estar estabilizandose, al menos eso creían él y Erlan cuando los nobles opositores comenzaron a reabrir sus fronteras nuevamente y la Marquesa Regnsne comenzó la distribución de alimentos de nuevo, todo parecía estar mejorando, pero, eso fue el comienzo del infierno.
Una tarde mientras alimentaba a su cachorra con unos meses de nacida escuchó a Erlan gritar, escondió a su bebé en una cuna que tenía en su armario y su idiota Emperador entró a su habitación casi tirando la puerta de una patada.