Capítulo 3

EL ARTISTA Y EL MARIONETISTA
 

Un solo sueño podía hacerte recordar el pasado como si lo estuvieras viviendo nuevamente, antes de todo esto, mi sueño fue alguien más, quería formar una familia con esa persona, quería dejar el mundo bajo y ser libre con él, tener hijos, criarlos, tener trabajos cansados pero honrados, ser felices juntos, envejecer juntos, pero al final no puedes cumplir cada sueño así de estúpido.

— Sasori... —trate de llamarlo una vez más, el estaba a mi lado desnudo, una vez más pasé mi celo con su ayuda, me sentía feliz, aunque la tristeza me acechaba de nuevo, ya que no tenía su marca nuevamente, no había nada así en mi cuello.

— me sorprende que despertarás antes que yo —Sasori se levanto sin ganas y me miro— ¿sucede algo?

— no me marcaste...

— Deidara, ya hablamos sobre eso, sabes que es peligroso, no quisiera morir alguna vez sabiendo que te arrastraria conmigo —el se acerco a mi y me envolvió con sus brazos— no soportaría saber eso... debes vivir, aunque sea sin mi

— ¡pero! Sabes que te amo, sin ti no podría vivir —ante eso Sasori solo sonrió— no es chistoso... 

— lose cariño, pero no puedo, simplemente no puedo... 

— ¡entonces huyamos! ¡hagamos de nuevo nuestras vidas! Tengamos hijos, vivamos felices, los dos, mientras me ames, se que podré soportar todo lo que venga

— no es fácil mi amor... si lo fuera, muchos de nosotros hubieran reiniciado sus vidas hace mucho... —eso era cierto, no era fácil, pero aún así, estaba dispuesto a todo— te amo...

— yo también te amo...

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— ¡Deidara corre! ¡yo voy a distraer a esos idiotas! ¡huye! ¡se libre! —Sasori estaba listo para pelear, pero el estaba herido, mire el barco que pronto pasaría por debajo de este puente, saltando a el, sería una vida nueva, un nuevo comienzo— ¡VETE AHORA! 

— ....... —Sasori, mi destinado, aunque tu no lo sepas yo lose, eres mi destino, mi otra mitad, es por eso que quiero que seas libre, que seas feliz, por los dos— perdóname Sasori 

— se feliz Deidara, por ambos —Sasori aunque no entiendas mis palabras, enserió espero que me perdones algún día.

— porfavor no eches a perder todo lo que trabajamos, no regreses —como el estaba de espaldas a mi, lo agarre desde el cuello de su camisa y lo empuje desde el puente, el barco ya estaba ahí— Te amo, Sasori —fue lo único que pude decir antes de dejarlo caer, su rostro era de completa sorpresa, luego grito mi nombre con dolor, me dolía dejarlo ir.

— no escaparan ¡¿dónde está tu compañero?! —esos idiotas al fin llegaron, el barco se alejaba más y más.

— se suicidó... por culpa de ustedes —fue lo único que dije antes de empezar a atacarlos y ellos a mi.

Debo decir que de esa batalla apenas salí con vida, mientras jadeaba de dolor en un callejón, miraba las pocas estrellas en el cielo, solo pude llorar en silencio ahí, perdí a quien ame, pero era feliz, porque el sería libre.

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— ¿estas despierto? —una voz me trajo de nuevo al mundo real, abrí mis párpados con dolor por la luz, acostumbrándome poco a poco— que alivio que al fin reaccionas 

— ¿quien eres? —el hombre a mi costado era pelirrojo, sabía quien era perfectamente, era el líder de Akatsuki, mire a mi alrededor, estaba en una habitación con instrumentos médicos, típico del hospital de la policía especial.

— mi nombre es Nagato Uzumaki, no te preocupes, estas a salvo 

— el hombre que me secuestro...

— esta arrestado, no te preocupes, jamás podrá acerté daño de nuevo, descansa por ahora —se levanto y salió de la habitación, la puerta claramente quedó sellada.

Ahora busque la única cámara de seguridad que había en la habitación, según Zetsu podría actuar en cuanto esta se apague, su infiltrado era el responsable de apagar las cámaras de seguridad, en total tendría 15 minutos antes de que las cámaras vuelvan a funcionar, en silencio espere mirando el techo, luego de reojo note que ese puntito rojo se apagaba, me levante y me dolió todo mi cuerpo, vaya que tenia una fuerte herida, con cuidado me acerque a la puerta, esta era asegurada por una chapa con tarjeta de seguridad, vaya suerte, espere unos minutos y se abrió, el infiltrado debió saberlo de antemano, gracias al cielo, salí de la habitación y solo vi un pasillo, todo era blanco, parecía el manicomio, mientras observaba, una puerta a 5 puertas de mi se abrió, ahí debe estar mi objetivo, sin decir nada, me dirigí al baño de la habitación, tomé unas toallas y las puse en mis pies, como estaba descalzo no pasaría nada, camine con eso hasta la habitación que había sido abierta, entre con cuidado y vi dormir a ese cretino, con una bofetada lo desperté y el me miro asustado, tuve que tapar su boca para que no grite.

— shhhh... —sonreí y el empezó a llorar— me sorprende que me reconozcas.... seguro memorizaste mis rasgos... —de mi cabello saque una traba, parecía una simple traba, pero solo tuve que doblarla y esta mostró una punta filosa— es una lastima que hayas hablado Hacker Leroy... Y pensar que pudiste vivir por más tiempo —sonreí y el comenzó a moverse con fuerza, pero no podía conmigo, además el de antemano estaba encadenado a su cama, me quedaban 9 minutos— lo siento Leroy, pero no puedo dejar que arruines mi vida —con esas palabras tuve que hacer mi trabajo.

Gracias a que puse una almohada sobre su cuello antes de tener que asesinarlo, no me salpique de su sangre, pronto me puse los guantes que tenia guardados detrás de mi cabeza, suerte que eran de plástico aislantes, así eran fáciles de esconder, simplemente le abrí el estómago a Leroy y saque todo, ahí en una bolsa aislante pude observar unos cabellos míos y un chip ¿que estarías escondiendo? En fin, no es mi asunto, ahora solo me quedan 2 minutos, lave la traba que use y los guantes también, los volví a doblar y los guarde de nuevo detrás de mi cabeza, camine hasta a mi habitación con ayuda de las toallas y una vez dentro, se cerraron las puertas, las cámaras ya estarían listas dentro de poco, así que simplemente me metí al baño, doble las toallas y vomite, ahí salio ese pedazo de plástico, además también tire los guantes que tenia guardados, así como la traba que había usado, pronto el drenaje se llevó todo.