CAPITILO 13: TENGO UNA IDEA.

Mijaíl

Mientras doy vueltas fuera de la puerta de su apartamento. Frustrado. Antes de salir a buscarla, estaba en una reunión con los accionistas, acaba de terminar la reunión cuando recibí la llamada. Pase toda la tarde buscándola. Fui al hospital y entre a su oficina, ahí estaba su teléfono por eso no contestaba. Me preocupe más al encontrar su teléfono ahí, luego de salir de ahí seguí buscándola en los parques, pero no la encontraba. Cuando recibí la llamada y era ella al teléfono, mi intención no era tratarla así, pero, maldición, cuando escuche su voz fue como un suspiro, como si un peso se quitará, sin ser consiente que lo tenía, pero rápidamente la preocupación y alivio, fue sustituido por el enojo y frustración. 

Al parecer Abby, se está metiendo en mi, de poco a poco. Ella se está haciendo alguien importante en mi. Y eso no se si es bueno, de Lo único que soy consiente cuando la tengo cerca es que la deseo, verla casi toda las noches, con sus pijamas de corazones, de cerezas, de perritos, sus shorts de colores y sus camisas de tirantes, sus cabello, a veces tirando gotas de agua de lo mojado que lo anda. Su sonrojo que no me ayuda en nada, por que, cada vez que ella se sonroja, me pregunto si su sonrojo llega a partes, donde no debería de imaginar. 

Cada acción que hago con Abby, cada gesto, cada risa, no es lago mío, porque yo, analizó cada acción que haré, no sólo me lanzo al vacío sin más, primero lo pienso. Cada gesto, lo hago analizado, incluso con Maddie, con mis padres, con mis amigos. Y cada risa, bueno ni siquiera río, incluso cuando la conversación lo implica, es muy raro que yo ria. 

Y eso es algo de lo que me preocupa porque no se, si es bueno o malo, porque siento que no soy yo, cuando estoy con Abby, pero a la vez, eso me relaja, me tranquiliza. Y eso es muy confuso, ni siquiera yo lo entiendo. Y yo siempre entiendo, por que pasan las cosas a mi alrededor, ya que soy una persona muy controladora. 

Escucho que alguien se acerca y me doy a vuelta para encontrar a Abby a tres metros de mi. Tan impresionante a la vez simple como siempre, con unos jeans a la cintura, y una blusa con escote en V nada reveladora color azul oscuro. Que lo único que hace es que sus ojos azules como el cielo cuando hay sol, resalte más que todo. Sin embargo, no puedo evitar ver sus labios. Cuando nuestros ojos se encuentran, puedo ver la sorpresa en sus ojos, pero su rostro serio. Al parecer y como lo imaginaba, está enojada. 

No decimos nada, ella se acerca y abre la puerta de su apartamento. Se hace a un lado, indicandome que pase. Entro a su apartamento. Ella pasa por mi lado, y se para en medio de la sala. Brazos cruzados sobre su pechos, que hace que resalte más, y yo como hombre no puedo evitar que mi mirada caiga sobre estos; pero rápidamente me deprimo por eso. 

Meto mis manos en los bolsillos de mi pantalon. Aprieto mis labios un poco. 

--. Lo siento... yo no... debí gritarte como lo hice...

--. Esta claro, que no debiste hacerlo.--. Sentencia Abby, con una mirada desafiante. 

--. Lo sé, y lo siento, pero cuando Stella me dijo que no llegabas, me preocupe muchísimo.

Abby suspira. 

--. Esta bien, sólo no lo vuelvas a hacer. No me gusta que me griten. Y mucho menos que me exijan cosas.

Suspiro aliviado. --. Esta bien, no lo volveré a hacer... Estaba muy preocupado por ti.-- Digo después de una breve pausa. Sus mejillas se sonroja, y cuando hace eso, es como si algo dentro de mi volviera a funcionar. Como si de un motor se tratará. me acerca despacio a ella. 

--. Lo siento, no era mi intención hacerlo.-- Niego con la cabeza y me detengo a dos metros de ella. 

--. Se que no era tu intención, Abby... ¿Qué fue lo que pasó. Para que hicieras eso?.--. Hace sus pequeñas manos puños y aparta la mirada. Me acerco a ella y le tomo el mentón con delicadeza, veo sus labios un segundo. Sólo uno. Pero rápidamente regreso mi vista a sus ojos. Y cuando lo hago siento que algo se remueve en mi pecho. Sus ojos, sus increibles ojos color cielo, ahora reflejan una tristeza, como un cielo en una llovizna. Tomo su cara entre mis manos. --. Abby... 

--. Hoy vi a mi ex y...-- Una lagrima cae por su mejilla. La seco con mi pulgar. --. Fue un completo idiota, él dijo que me recuperaría... Pero ¿para qué? Yo estaba ahí, siempre estaba ahí, esperando una caricia una muestra de cariño, y él nunca lo notaba.-- La acerco a mi y la abrazo ella pasa sus manos por mi espalda, paso mis brazos por si cintura. Solloza con su cara escondida en mi cuello. 

Intento que no noté lo tenso que estoy, estoy enojado muy enojado, Abby, no me puede ver así, eso lo empeorará su humor. Su ex es un hijo de puta. 

--. No dejaré que se acerque a ti, recuerda que ahora me tienes a mi.

--. Lo sé y gracias por estar aquí, me has ayudado mucho Mijaíl.

No digo nada. Ella saca su cara de mi cuello, pero en un intento de que no se aleje de mi le vuelvo a tomar su cara entre sus manos. Le secó con mis pulgares sus lágrimas. 

--. El no merece tus lagrimas Abby, no llores por algo que no vale la pena, y el no lo vale. 

--. Lo sé... Sólo que es dificil, no ponerme triste recordar lo tonta que fui. 

la observo y veo que ya se ve de mejor ánimo.

Acaricio sus labios con mi pulgar, siento como se tensa pero se relaja de inmediato; busco sus ojos queriendo encontrar algo que nisiquiera yo se que es. Suelta un pequeño suspiro, cuando muevo mi pulgar en sus labios rojos. Cayendo mi vista en estos. Sus labios están entreabierta, y ahí está ese motor en mi pecho. Me acerco, pero... 

Rápidamente dirijo mi boca a su frente, cierro mis ojos aún con mi boca en su frente. Me separo de ella poniendo una distancia en la cual mi mente pueda funcionar correctamente. 

--. ¿Cómo vas con tu libro?.-- Pregunto cambiando de tema. Me coloco de espalda a ella.

Escucho a Abby moverse, luego la escucho sentarse. Me doy la vuelta para verla con los pies subidos a él sillón. Y su laptop en su regazo. La imitó y me siento en el sofa. Quedando frente a ella.