Ordenes inconscientes

Consecuencia y decisión

Se habia hecho domingo, durmieron bien, o por lo menos no enfadados, a pesar de que las horas anteriores no fueron las mejores para ninguno de los dos. Él a pesar de creer que no, empezó a sobrepensar sobre lo que ocurrió, sobre el hecho de que quiso y consiguió ir solo al cine, a cambio de dejar a su novia en una actividad que ella no disfrutaría, podría decirse que no es la gran cosa, pudo sr mucho peor, pero como quiera es una traición.

También mientras preparaba el desayuno pensaba en el porqué de la supuesta urgencia de sus padres de hablarle a él del diagnóstico de su progenitora, quizás ese asunto sea más de lo que él creía, como sea tomo la decisión de visitarlos un día cualquiera, de esa forma evitaría sentirse culpable, y si tiene que enterarse de algo adicional, lo haría.

Pasó parte de la tarde en una actividad que había hecho antes ya, pero que gracias al tiempo libre, dedico un poco más de energía; investigar sobre si hay alguna forma de hipnosis por medio de la escritura en el cuerpo, una vez más no encontró nada en absoluto. Consideró que podría ser algo que solo hace su familia, o algún tipo de mutación muy extraña, pero en Liberty, que la ha hecho susceptible a esa clase de comandos, quería comprobar algo, por lo que fue al dormitorio, donde ella se encontraba recostada y en el teléfono.

La acompaño un rato a su lado, como hacen a veces, y luego de forma imperceptible metió el tema de las terminaciones nerviosas del de la piel.

—Eso me recuerda que nunca lo intentaste tú conmigo —dijo él tras un rato de charla sin teléfono.

—¿Qué cosa?

—Una vez hace días intente escribir algo en tu piel, para ver si podías leerlo, y no pudiste —Una vez más regreso la sospecha de que ella lo finja, y nada le costaba asegurarse—, inténtalo ahora.

—De acuerdo —Se sentó para recostar la espalda en el respaldo de la cama, él hizo lo mismo—, tu mano.

—Busca una palabra en internet, y luego me la muestras —sugirió él—, no quiero que solo hagas garabatos.

—No iba a hacer garabatos, pero de acuerdo —Con su teléfono solo entro a la aplicación social que suele estar, y vio el titulo de un video, de donde escogió una palabra. Entonces tomo su mano, vio que él cierre los ojos y empezó a escribir.

Manfred mantenía su atención completa en el espacio que ocupaba cada trazo, pero sin una ayuda visual, era difícil de seguir, por lo que no tuvo oportunidad.

—¿La primera letra era una “”T”? —cuestiono y la vio negar con una sonrisa—, otra vez, un poco más lento.

Sintió con más claridad las vocales cerradas, pero aún no estaba seguro del mensaje completo, pensó en abrir los ojos, pero reconsidero que sería igual de inútil, también recordó que ella podría usar una tipografía con ligeras diferencias a la suya en cuanto al largo de las letras, o a la forma de las mismas, como en el caso de la primera vocal.

—Bien, creo que escribiste… ¿Tangente?

—No señor —Le mostro su teléfono, un post sobre cocina con la palabra—, faláfel es la respuesta correcta.

—¡Ah vaya! —Quizás no para el común de las personas, pero para él, si era difícil atinarle. Entonces vio en la pantalla la notificación de un chat—, alguien te escribió, que no te cree.

—¿En serio? —Se puso a leer, y empezó a escribir—, ya veo.

—¿Me cuentas que paso? —Intento acercarse a ver su teléfono, pero ella lo movió solo un poco, y no volvió a tratar.

—Es por lo de ayer —Le contestó ella—, se me había olvidado decirte que mi hermana tenía una reunión por su cumpleaños.

—¿Ah, era ayer? Hubieras ido —Recordó entonces que ella no lo hizo, por culpa de su comando—, me hubieras avisado.

—Teníamos que ayudar a tus padres, pensé que eso sería más importante —suspiro con desanimo—, ahora mi hermana cree que no quise ir, ya sabes como se pone a veces.

—Lo de pintar la casa pudo haber quedado para hoy —Se sintió mal por ella, sabe lo que a le gusta estar con su familia—, que mala suerte, si quieres me disculpo de tu parte.

—No importa ya, siempre busca una razón para molestarse.

Lo cual era cierto, pero no evito que Manfred pensara en que todo eso su pudo haber evitado, solo con no haber jugado con el poder, y no haber sucumbido al egoísmo, se dio cuenta que pudo ser incluso peor, por llevarla a ella a un lugar en el cual no debía estar, o hacer algo que en primera instancia no parecería que la afecte, pudo meterla en problemas de otras formas.

Todo eso le hizo decidir, que quizás lo mejor sería no continuar escribiéndole órdenes.

Lo cual era cierto, pero no evito que Manfred pensara en que todo eso su pudo haber evitado, solo con no haber jugado con el poder, y no haber sucumbido al egoísmo, se dio cuenta que pudo ser incluso peor, por llevarla a ella a un lugar en el cual no debía estar, o hacer algo que en primera instancia no parecería que la afecte, pudo meterla en problemas de otras formas.

Todo eso le hizo pensar, que quizás lo mejor sería no continuar escribiéndole órdenes.



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En el texto hay: poder, miedos, ligera

Editado: 14.06.2025

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