Ositos de Felpa.

Capitulo 44 - Soy la Jefa...

La mesa estaba servida: pizza en el centro, platos, servilletas... y un aura de peligro que ni los marinos entrenados podrían soportar.

Mi mamá apareció impecable, como si en lugar de cambiarse hubiera ido a firmar un tratado de paz con otro país.
Cabello recogido, labios rojos, actitud de "soy la jefa".

Se sentó frente a nosotros, apoyó los codos en la mesa y entrelazó los dedos.

Oh no.
La postura del interrogatorio profesional.

Boris tragó. Yo también.

—Bueno —empezó mi mamá, mirando directamente a Boris—. Cuéntenme... ¿desde cuándo "vuelven a estar juntos"?

La forma en que marcó las comillas me dejó claro que estaba a un paso de sacar un detector de mentiras.

—Desde hace poco —respondió Boris, firme pero respetuoso.

—¿Poco cuánto, Boris? —preguntó ella con una ceja levantada—. ¿Una semana? ¿Un día? ¿Un beso en un carro?

Yo casi me atraganto con mi propia saliva.

—Mamá...

—Lina, tú no hables —me cortó—. Quiero escucharlo a él.

Boris acomodó sus hombros como si se preparara para una entrevista laboral.

—Fue hace unos días —dijo—. Hemos estado... acercándonos.

Mi mamá no parpadeó ni una vez. Era impresionante.

—¿Y cómo piensas manejar una relación mientras mi hija se va una semana con sus abuelos? —preguntó—. Porque, para que lo entiendas: no permitiré dramas. No permitiré distracciones. No permitiré que Lina descuide nada.

Boris asintió, serio.

—Lo entiendo, señora. Y lo respeto. No quiero causarle problemas.

Mi mamá lo escaneó con la mirada, como si tuviera rayos X incrustados en las pestañas.

—Muy bien. Hablemos de ti. —Partió un pedazo de pizza sin quitarle los ojos de encima—. ¿Cómo van tus notas?

Boris se aclaró la garganta.

—Bien... en general. Física es lo más fuerte porque Lina me distrae, pero—

—¿Te distrae? —interrumpió ella, afilando la voz.

—Mamá... —protesté.

—Lina, no. Él lo dijo, no yo.

Boris, rápido, casi tartamudeando:

—¡Pero para bien! Para bien. Me distrae... eh... bonito.

Yo quería morirme. De vergüenza y de risa.

Mi mamá siguió clavándolo con la mirada.

—¿Y tus intenciones con mi hija cuáles son, Boris?

Él respiró hondo. Muy hondo.

—Quererla. Cuidarla. Y no presionarla en nada —respondió, directo, sin rodeos.

Mi mamá ladeó la cabeza. No esperaba esa respuesta y se le notó.

—¿Y qué es lo que tanto te gusta de Lina? —preguntó, ahora como quien afila un arma.

Yo abrí los ojos del tamaño de la luna.
Boris me vio un segundo y me sonrió suave, pequeño, sincero.

—Me gusta... —empezó él— lo divertida que es. Lo espontánea. Lo dulce. Lo sincera. Lo fuerte, aunque no lo crea. Me gusta cómo se ríe, cómo habla, cómo se le iluminan los ojos cuando explica algo que le emociona. Me gusta todo de ella.

Yo dejé de respirar.

Mi mamá... también, creo.

Boris siguió:

—Sé que somos jóvenes. Pero no pienso faltarle el respeto. Quiero hacer las cosas bien. Solo le pido que me deje demostrarle que puedo cuidarla y hacerla feliz.

Mi mamá lo observó largo rato.
Un silencio denso se instaló en la mesa.

Luego, lentamente... tomó un pedazo de pizza, le dio un mordisco y dijo:

—¿Y sabes cocinar, Boris?

Él parpadeó.

—¿Eh? Sí... un poco.

—Perfecto —respondió ella—. Porque el novio de mi hija tiene que saber cocinar. No quiero un inútil en la cocina.

Yo casi exploto de la risa. Boris se enderezó como si acabara de recibir una medalla militar.

—Puedo aprender lo que sea —dijo.

—Bien —mi mamá bebió un sorbo de agua—. ¿Tienes alguna adicción? ¿Alcohol? ¿Fiestas? ¿Videojuegos? ¿Tonterías?

—Solo donuts —respondió Boris serio.

Yo me atraganté con mi risa.

Mi mamá suspiró con el cansancio de un país.

Pero ya no lo miraba con odio...
lo miraba con cautela.

—Está bien, Boris —dijo al fin—. Yo... te voy a observar. De cerca. Muy de cerca. Y si haces sufrir a mi hija...

Él se enderezó.

—Seré abono —completó Boris.

Ella asintió orgullosa.

—Exacto.

Y así, entre amenazas, pizza y declaraciones bonitas...
la cena continuó.

Incómoda, sí.
Tensa, también.
Pero Boris... sobrevivió.

Por ahora.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.