¡ Oye bonita, eligenos!

Capítulo 1

Karla Brenda Palacios

 

—Te pasas de verdad —grita mi prima Lea, sonrió maliciosa, la cosa está de la siguiente manera, la prima de los gemelos Walker, es decir de los hermanos de Lea, se acostó con el sexi inglés y se supone que este ya está fichado para las demás de la manada, pero ella y yo no compartimos lazos ni sanguíneos y menos afectivos, el tipo me gusta y me lo voy a coger.

 

—Solamente te pido que tengas cuidado, Jack es el mejor amigo de Erick y no quiero que las cosas se pongan complicadas —asentí feliz de lo que ya tenía planeado.

 

—Estás loca Karla —dice Camill y sonrió.

 

Camino decidida hasta el inglés y le sonrió coqueta, este me observa olvidándose de lo demás y sé que ya lo tengo comiendo de mi mano.

 

—Hola, eres la belleza exótica más exótica de este lugar —me dice mirándome con ojos brillantes y llevo mi mano hasta sus brazos, lo acarició con sensualidad y el no apartar sus ojos de los míos.

 

—¿Te gustaría acompañarme? —le pregunte y este asintió sin apartar la vista, lo tomo de la mano y me lo llevo sin que casi nadie lo note.

 

Dos años más tarde

 

Miro a Jack dormir y sonrió, llevamos un tiempo teniendo sexo sin compromiso, él quiere tener algo más formal, peor yo no, amo mucho mi libertad y autonomía.

 

Nuestra relación se basa en ir yo a Londres donde él vive o el venir aquí a Nueva York, la familia no sabe de nuestra relación, aunque si sospechan que nos liamos de vez en cuando.

 

Nadie dice nada al respecto y lo agradezco, sé que soy un poco inmadura para mi edad, pero amo sentirme libre de responsabilidades, tengo mi sustento y amo salir a conocer el mundo, no quiero hijos y me aseguro de no tenerlos nunca.

 

—Buenos días, hermosa —sonrió hacia Jack y este me toma en brazos haciéndome gritar, me lleva al baño y allí me hace gritar y gemir de puro placer.

 

Jack es un excelente amante, por eso aún seguimos en esta relación casual, él me complace y yo lo complazco y aunque no se lo he dicho no he estado con nadie más desde que lo conocí.

 

—Mientras te secas el cabello, iré a pedir algo al restaurante italiano —Jack besa mi cuello y se aleja hacia la cocina.

 

Termino de arreglarme y salgo hacia la cocina donde lo escucho hablar por teléfono, su acento es muy sexi y parece discutir con alguien.

 

—No padre, yo no te he pedido tener ninguna cita con hijas de sus amigos o socios, deja de insistir o no me verán hasta navidad, soy un hombre adulto y cuando quiera una relación yo me haré cargo de conquistarla esa mujer, incluso ya tengo una en la mira, pero es complicado— me pongo a su vista y huelo la pasta este sonríe con nerviosismo y después de una despedida corta la llamada, yo trato de no mencionar nada al respecto porque no es mi asunto, además temo que esa mujer en la mira sea yo.

 

Comemos en silencio demasiado para mi gusto, él parece tener la cabeza en otro lado, imagino que la conversacion con su padre lo afecto. Cuando termino beso sus labios y me despido.

 

—Nos vemos esta noche, tengo trabajo — no espero a que responda o agregue y me marcho.

Jack Manchester Davies

 

Miro cómo ella sale moviendo sus caderas y me pierdo un poco, este departamento lo adquirí luego de que casi nos cachan saliendo de un hotel, no es que me importe mucho, pero ella no quiere que su familia se entere de nuestra relación casual.

 

Brenda, como le gusta que le llame porque según ella detesta su primer nombre, me tiene en una incógnita gigantesca, es hermosa, divertida y complaciente, pero también desconfiada, liberal e independiente.

 

Yo por ser quien soy me enseñaron a ser un caballero en todo el ámbito de la palabra y ella no me lo pone fácil.

No le gusta que pague por todo, detesta los regalos costosos o que le abra la puerta del auto, a veces ni parece chica.

 

En cierta forma es agotador tratar de llegar a más porque ella simplemente no se deja.

 

Semanas después

 

Entro al departamento algo cansado, hoy estuve hasta tarde trabajando, estos días han sido de mucho estrés; sin embargo, disfruto mucho lo que hago.

 

Mis padres me han seguido insistiendo en verdad no sé en qué nos conviene tener ese título si nos exige tener al menos un heredero para que este, óbstente el título, mi padre solo me engendró a mí y mis hermanas, pero por machismo solo los hijos varones deben tenerlo lo que conlleva a que yo sea su unica alternativa, mis hermanas ya tienen hijo incluso mi sobrina mayor tiene casi 18 años.

 

Me da temor y algo de pena contarles a mis padres que debido a un juego de adolescentes quede sin la posibilidad de darles ese nieto que tanto anhelan y que yo en secreto deseo.

 

Estoy a un par de años de llegar al tercer piso y desearía de todo corazón tener un hijo, sin embargo, no creo que alguna vez suceda.

 

En cuanto camino por el pasillo escucho la voz de Brenda y sonrió, pensé que no la vería en unas largas semanas y es extraño que esté aquí.

 

—Mierda, esto no puede ser posible, no puedo tener un hijo, lo siento intruso, pero debo desaparecer este positivo de mis manos…

 

—¿Estás embarazada? —cuestiono asombrado cuando la veo en el baño de visitas y está con una prueba de embarazo en mano.

 

—No importa, hoy mismo viajaré a Nueva York y me quitaré este intruso, no quiero tener hijos y…

 

—Ni loco, yo lo quiero para mí es un milagro, un hermoso…

 

—No, Jack es mi cuerpo y yo decido…

 

La veo marcharse y sé que debo viajar o mi hijo quedara solo como un recuerdo de lo que pudo ser.




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