¡ Oye! ¡tu amor es mío!

Capitulo 3

Narrador omnisciente

Lissete y Calvin se enamoraron del pequeño Michael en cuanto lo conocieron y tuvieron que luchar por años para poder adoptarlo y hacerlo legalmente su hijo pues en su corazón lo habia sido desde hacia muchísimo tiempo.

Para Michael fue maravilloso conseguir quien lo amara a pesar de su discapacidad ya que por lo general nadie quiere adoptar a niños con alguna necesidad especial y mucho menos mutilados como escucho decir de pequeño a multiples personas cuando lo veian.

Creció rodeado de amor y protección, tenia unos increíbles padres, hermanos y una familia extendida que nunca lo trato diferente a los demás a pesar de la situacion.

Después de mucha terapia y amor aprendió a que ser diferente y tener ciertas condiciones no es malo y sobre todo aprendió a amarse y hacer oídos sordos a comentarios mal intencionados de las personas que les gustaba juzgar sin conocer el trasfondo de lo vivido.

Al igual que sus hermanos encontró el amor a temprana edad, pero debido a sus preferencias fue difícil expresarlo.

El miraba como los chicos de su colegio jugaban al futbol y admiraba su físico, desde muy temprano se dio cuenta de que le gustaban los chicos y no las chicas y temió no ser aceptado por su familia, o peor aun declarar sus sentimientos a algún varón y ser rechazado, ya que sus gustos no era con chicos femeninos, sino todo lo contrario, incluso él se veia masculino aparte de ser delgado y tener una altura promedio, pero sus facciones según algunas personas eran delicadas lo que lo hacia lucir más lindo y tierno que lo típico común en un hombre.

Cuando conoció a Sean sintió una corriente surcar todo su cuerpo y de inmediato supo que el sería un antes y un después en su vida.

Queria confesar a sus padres sus preferencias pero sentia un gran temor, no obstante, el hecho que uno de sus primos mayores revelara su homosexualidad le dio un poco de valor.

—Mamá, papá debo decirles algo—musito un dia en medio del desayuno, sus hermanos tambien estaban presentes aunque Eliot era un niño pequeno y ni presto atencion a la conversacion.

—Te escuchamos—dijo su padre con suavidad imaginado que ya se habia decidido a decir aquello que ellos ya sospechaban.

—Yo quiero decirles algo que he llevado dentro durante un tiempo y no sé cómo decirlo ya que no, no sé si sera de su completo agrado—respiro profundo y dejo salir el aire por la boca.

—Me gusta un chico—cerro sus ojos esperando escuchar algún sonido de molestia pero no fue asi los abrió y los vio a todos comer como si nada.

—¿Cuándo lo traerás a casa debemos conocerlo y saber si es un buen chico?—pregunto su padre.

—Si tampoco queremos que salgas solo o a escondidas nunca sabemos la intención de los demás y tu eres un alma muy buena y pueden dañarte—exclamo su madre.

Michael no entendía nada y algunas lágrimas salieron de sus ojos, Ela que apenas estaba entrando en la adolescencia lo abrazo.

—Tranquilo hermano, ya lo sabíamos y te amamos tal cual eres, que seas homosexual no cambia lo que sentimos por ti—le susurro con cariño.

—Eso es cierto, ahora solo debes decirnos quién es para yo vigilarlo y saber sus intenciones contigo—hablo Kevin.

Aun sin creerlo se dedico a mirar uno por uno el rostro de sus hermanos y padres, pudo notar que todos lo miraban con picardía y tranquilidad, incluso cariño, luego dejó salir un gran suspiro y luego contesto.

—Es el primo de Amanda aun no le digo nada, pero el tambien me mira, pienso que le gusto o eso creo—dijo avergonzado, su madre le guiño un ojo y todos siguieron comiendo como si nada hubiera pasado.

—Sean parece ser buen tipo asi que lo estaré vigilando—menciono su hermano y todos continuaron como si no se hubiera dicho que era homosexual.

….

Lo mas difícil para Michael fue acercarse a Sean y tratar de descubrir si en verdad sentia lo mismo o era algún malentendido de su enamoradizo corazón.

Sean término su partido y miro hacia las gradas el cuñado de su prima estaba allí sentado tenia anteojos el pelo desordenado y un libro en la mano.

Muchas veces quiso acercarse pero no se atrevió, sabia que el chico tenia problemas para caminar ya que cojeaba un poco pero no sabia con exactitud a que se debía, sin embargo le parecía demasiado lindo y tierno, en ocasiones lo cachaba observándolo, pero en cuanto sus miradas se encontraban este la apartaba y se alejaba.

Todos estaban saliendo del entrenamiento y vio como Joseph su primo y Michael se alejaban, se acerco a saludarlos ya que le pareció curioso que ambos estuvieran juntos, ya que su primo le llevaba unos dos años, cuando estuvo a casi nada de decir sus nombres vio como uno de los miembros del equipo lo molestaba.

—Miren al cojo, te estabas dando buena vista con nosotros cierto marico…

—Piensa bien tus palabras idiota o te quedaras sin diente—lo enfrento Joseph antes de que Sean se pudiera cercar.

—Ya tranquilo dejaremos a tu noviecita tranquila, de seguro ahora se pondrá a llorar como una nena—musito el chico empujando a Michael al pasar peor como este no se lo esperaba termino perdiendo coordinación y se fue directo al suelo, sin embargo nunca toco este pues el castaño fue a su auxilio.

—¡Mich!—grito Joseph acercándose al chico y percatándose de que no se golpeara.

Sean se sintió tan molesto que después de que el hermoso joven en sus brazos se pusiera recto se abalanzó sobre su compañero que lo habia empujado y en cuestión de segundos se armo tremenda pelea.

Michael no podía creer que el bello chico estuviera peleando por él, luego de que los monitores de pasillos y el entrenador se acercaran no vio mas a Sean asi que partió a su casa con mucha curiosidad.

….

—Hermano tienes visita—grito Ela entrando hasta la habitación del adolescente, Michael se puso de pie extrañado pero salió pensando que sería algún primo o su amigo, peor grande fue su sorpresa al ver a hermoso chico bajar las escaleras lentamente y acercarse a gel.




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