Capítulo 5

Adiel Jones Brown

Germán me mira furioso desde su silla saber que nuestras chicas andan de paseo, no es muy lindo que digamos, sobre todo con sus insinuaciones, ambos estamos claros con lo que sentimos; sin embargo, somos lo suficientemente idiotas para no aceptarlos y mucho menos confesarlos.

—¿Cómo es posible que se fueran? —quiero reír por sus celos que se ve a leguas que lo matan y este dice que solo es algo casual.

—No podemos obligarlas a nada — expresé consiente que asi es, él bufa y se va hasta su casa ignorando mis llamados.

A mí también me molesta, pero nada puedo hacer, ellas son completamente libres, adultas y sin compromisos.

Voy a mi despacho a ver algunos contratos que pronto firmaré y se me pasa el tiempo, a mí me gusta este trabajo y no lo cambiaria por nada del mundo.

Mi movil timbra y sonrió al ver los rostros de mis abuelos en la imagen.

Llamada entre Adiel y los abuelos Jones.

—Hola, mi niño, ¿cómo estás? —esa es la abuela candela.

—Todo bien, ¿y tu mi chica favorita? —me da ternura que a su edad se sonroje por llamarla mi chica, pero es que lo es mis hermanos y yo cada uno tiene su chica especial, la mia es la abuela candela, Logan la abuela Rosario y Germán nuestra madre.

—Yo bien, queria verte, ¿cuándo vendrás a visitarnos? —pregunta ella con esa voz tan dulce que me transporta a mi niñez a su lado.

—Ahora no puedo ir, pero mañana mismo hablo con mamá para que los traiga —expreso emocionado por ser consentido por ella.

—Oíste vieja será alguna chica o algún amor —suelta el abuelo y sonrió pensando en Cloe.

—¿Qué dices tu mi niño? —pregunta ella y asiento.

—Quiero que la vean y me digan si hago mi lucha o no, pues es complicado, ella es especial…

—Ya mismo preparo la maleta —ella sale de la cámara y mi abuelo niega riendo, ellos tienen como 60 años juntos y más de 85 años de vida, pero no lo aparentan, siempre están activos y emocionados, mi abuelo se despido y cuelgo.

Fin de la llamada.

Escucho risas y salgo con cuidado, Luna y Cloe hablan entre ellas, ambas sonríen y me encanta que se lleven asi, pues Luna se ha vuelto muy amiga mia y si lo que supongo avanza no me gustaría que las cosas sean tensas entre ellas.

—Al parecer se divirtieron mucho —afirmo y ellas me miran asintiendo, Luna se despide llevando con ella dos bolsas, Cloe sube sin mirarme con otras más y se pierde de mi vista subiendo por las escaleras.

Su trasero se bambolea y me siento inquieto, ella es tan hermosa.

—Deja de ver mi trasero ¡pervertido! —grita y miro para todos lados, me puse nervioso ante sus palabras, ingreso a mi despacho con el corazón a mil, aunque no sé bien la razón.

…

—Pero explícame por qué no me puedes llevar al cine hoy es domingo y tienes el día libre —Cloe habla con el hijo de Vladímir el chico tiene 20 años es un excelente empleado, fue a la universidad por insistencia mia después que estaba por mal camino, le di empleo y hasta ahora no me ha fallado aún no termina su carrera y ha demostrado que a veces los jovenes solo necesitan apoyo, yo le llevo 6 años asi que he tratado de que el amigo de mis padres y mi capataz no tenga preocupaciones extras, él tiene dos hijas más que aún son pequeñas preadolescentes.

—Ya le dije señorita, en cuanto termine me iré a la casa es mejor que usted…

—Dime la verdad, Adiel les prohibió que se me acercaran, pues siento que ustedes no me quieren cerca a veces ni me hablan —el término de recoger sus cosas sin responder.

—Solamente le diré que regrese a la casa grande y nos evite problemas a los demás por…  —es callado por los labios de Cloe sobre los suyos, ni me di cuenta cuando se acercó tan rápido.

Aprieto mis puños tratando de no ir a golpearlo, él se aleja de ella con sutileza, está todo rojo y nervioso.

—Ahora dime que no te gusto y me alejo —expresa ella decidida.

—Mejor dígame usted, señorita, ¿le gusta más que los que les da el patrón? —ella se quedó con la boca abierta ante esa pregunta, pero no respondió.

—Me imagino que ya tiene la respuesta —se gira y se ponen nervioso al verme.

—Yo… yo…

—Tranquilo vete a tu casa y estudia mucho estas al final del trimestre —él asiente y sale casi corriendo.

—Quiero que dejes de estar diciendo que soy tuya porque no es…

La tomo de la nuca, la beso con rudeza y la castigo con mis labios por besar a otro.

Ella no se resiste y me corresponde después de golpearme en el pecho corresponde mi beso.

En pocos minutos estamos haciendo el amor sobre paja en la caballeriza número tres.

Me deleito con su olor, su cabello rubio esparcido en la paja es genuinamente hermoso, su cuerpo es precioso, pero nada más idílico como sus gemidos de placer ante mis caricias, besos y mordidas.

Cloe es apasionada y nada tímida a la hora del sexo, esta entrega de ambos es diferente y ambos lo sabemos, no es como la otra vez, nuestros corazones están más acelerados, nuestras miradas no se apartan y lo hacemos lento, sin prisas, pero sin pausas, magnifico.

—Eres increíble mi fiera —susurro a su oído descargándome en su interior, es la primera vez que sé lo que es llegar dentro de una mujer sin el plástico de por medio y es jodidamente exquisito.

—Tú eres expetacular, todo un semental, solo espero que no tanto como tus caballos, pues no quiero quedar embarazada, es la primera vez que lo hago sin preservativo…

—¿No usas nada? —niega y eso me preocupa por unos segundos.