Sé que un "te amo" son dos palabras demasiado fuertes, que deben usarse siendo consciente y estando completa y absolutamente seguro al momento de emplearlas.
Quizás debí haber sido un poco menos honesta y haberle dicho "me gustas" , ya que tal vez si hubiera hecho eso, Hunter no me hubiera quedado observando con expresión tan dura, como si acaso hubiera dicho algo sumamente fastidioso para él... O quizás simplemente no debí haber dicho nada.
En ese momento deseé tanto poder hacerme bolita y desaparecer, ¿cómo es que poseo una facilidad tan espontanea para actuar como una tonta?
Él no se iba, él estaba ahí, observándome de una manera espantosa, haciéndome sentir horriblemente miserable. Quería que se fuera, pero no lo hacía y lo peor era que no apartaba de mí su maldita mirada.
Por un fugaz segundo tuve la ilusión de que algo pasaría, cuando él hizo un movimiento, pero no fue nada más que para ir a sentarse al sillón, que encima acabó trasladando a una distancia bastante lejana a mí.
Decir que la indirecta me dolió sería poco decir, pues me dolió muchísimo. Volví a sentirme estúpida por mi modo de actuar. No debí haberle dicho lo que sentía.
¿Cómo es que había acabado enamorándome de Hunter? ¿Cómo? Si él es todo menos un buen chico.
Me armé de valor y opté por ignorarlo, cubriéndome con las sabanas hasta la cabeza y llorando ridículamente en silencio bajo las mantas. No tenía caso intentar hablar con él, no lo tenía...
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Cuando desperté en la mañana él ya no estaba, y bueno, aquello era algo de esperarse.
Me sentía un poco mejor que antes de quedarme dormida. Anoche terminé con los ojos irritados y las sabanas acabaron mojadas con mis bobas lágrimas. Realmente esperaba haber pasado desapercibida, aunque ciertamente lo dudaba.
ㅡTe he preparado el desayuno perfecto para que tengas una buena alimentaciónㅡanunció Adam sonriente apenas me asomé en la cocina. Efectivamente se veía un desayuno contundente servido de manera majestuosa sobre la mesa, pero lo que me llamaba la atención era ¿¡Qué diantres hacía él allí!?
¡Cielos!, apenas eran las siete de la mañana, ¿cómo lo había hecho? ¿Y por qué nadie en casa me despertó para avisarme?
ㅡ¿Qué es todo esto?
ㅡLo correcto sería decir gracias, ¿no, bonita?
ㅡLo siento...ㅡmurmuré acercándome a la mesa para empezar a atacar la comidaㅡ, gracias por el desayuno.
ㅡTe lo comes todo, eh ㅡ Me advirtió Adam haciendo bailar su dedo índice en el aire a modo gracioso.
ㅡVale, papá.
ㅡ¡No me digas papá, Abby, por favor!
Reí divertida ante la expresión de horror en Adam.ㅡ¿Y por qué no?
ㅡPorque fuimos novios y se me hace súper raro.
ㅡNo hay modo de que seas mi padre, apenas tenemos unos meses de diferencia en edad.
ㅡCierto, pero da igual.
Adam se sentó junto a mí en la mesa y comenzó a observarme atentamente mientras comía, algo que me resultó súper incómodo.
ㅡ¿Qué pasa? ㅡle miré fijamente, intentando averiguar el motivo de su concentración.ㅡ Oh claro, mis modales... ¿Qué quieres de desayunar?
ㅡNo tengo hambre, gracias.
ㅡBueno, entonces ¿qué tanto me miras?
Él desvió la mirada y luciendo un poco avergonzado dijo:ㅡEs que eres muy bonita...
Solté un suspiro y por cortesía respondí un "gracias".
ㅡPerdona, no era con intención de coquetear contigo, sólo... me pareció así y lo dije.
ㅡYa, no pasa nadaㅡcomenté intentando quitarle importancia al asunto.
ㅡAbby, te apuesto lo que quieras a que hoy el abuelo nos hace un examen sorpresa.
¿El abuelo? Ah, cierto... Adam empleaba ese apodo con el profesor Nícolas.
ㅡPues ojalá que no, te juro que hoy no estoy de humor para un examen sorpresa.
ㅡFísica es fácil, si quieres me pasas tu hoja cuando no se dé cuenta y yo lo hago por ti.
Hice un puchero mirando con angustia exagerada a Adam.ㅡSabes como me pongo cuando intento hacer trampa, siempre acabo en un desastre y al final no consigo hacerlo, porque me da mucho miedo.
Él rió y se inclinó un poco para desordenar mi cabello.ㅡEres tan tierna que ni trampa puedes hacer.
Fruncí el entrecejo analizando sus palabras.ㅡ¿Y eso que tiene que ver?
ㅡEh, tranquila ㅡAdam me dedicó una mirada dulceㅡ Estás algo refunfuñona hoy, ¿pasaste mala noche con Fantasmita?
ㅡ No, sólo es... el período ㅡ dije como excusa intentando que no sonara creíble, pero aparentemente no lo conseguí porque Adam me miraba notoriamente incómodo.
ㅡYa, no es cierto... ¿Por qué te espantas tanto? Sólo es sangre que sale por...
ㅡ¡Vale, vale... Ya entendí!
Reí a carcajadas. ㅡNo puedo creer que ahora te vengas a hacer el santo...
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ㅡAdivina quéㅡ dijo Adam apareciendo frente al pupitre en lo que yo ordenaba mis cosas.