Las cosas no marchaban bien.
Había aceptado una invitación a salir de Adam y por su comportamiento hacia mí sabía perfectamente a dónde se dirigía todo.
Para empezar la invitación ni siquiera había sido a un lugar público, él me había llevado al departamento donde se alojaba, dónde para mi sorpresa me encontré con... bueno; un bonito arreglo y la mesa decorada de manera linda para nosotros dos.
ㅡ¿Esto es para Leo y tú, verdad? ㅡbromeé intentando quitarle romanticismo al momento.
ㅡLeo no está, esto lo he preparado para la chica más bonita del mundo.
Sonreí incomodísima.ㅡYa... que bien.
Él se tomó de buena forma mi evidente nerviosismo y no hizo más que ofrecerme pasar a la mesa.
Había vino. Yo no bebía absolutamente nada y eso él lo sabía a la perfección.
ㅡTranquila, es jugo de uva.
ㅡ¿Ah sí?
ㅡSólo tiene un embace que lo hace parecer vino, pero, prueba. No te daría a beber algo que no te gustara.
Él sirvió un poco de lo que supuestamente era jugo de uva en mi vaso y entonces cuando lo probé, comprobé que no me estaba mintiendo.
ㅡEstá rico.
Adam rió y extendió su brazo sobre la mesa para limpiar con su pulgar una gota de jugo que escurría por mi labio. ㅡMe imagino que síㅡcomentó, luego se llevó a la boca el dedo con el cual me había limpiadoㅡ, ciertamente lo está.
Su gesto me hizo sentir bastante abrumada. Adam era lindo y todo eso, pero ya no había posibilidad de un regreso entre nosotros, al menos así lo era para mí.
ㅡSabes, estoy pensando en que tienes ciertas intenciones y... espero estar equivocada.
¡Claramente no podía estar equivocada! Todo en el lugar y hasta en el mismo Adam me decían que mis sospechas iban por el camino correcto.
No tenía planeado dejar que eso fluyera, no podía fingir que realmente seguía queriendo de la misma manera a Adam.
ㅡTodavía te amo, Abbyㅡconfesó él haciendo que se me pusieran los pelos de punta. Su manera de decirlo había sido sumamente sincera y eso no me agradaba en lo absoluto, porque significaría que probablemente acabaría lastimándolo.
ㅡSomos amigos ahora...
ㅡNo quiero ser sólo tu amigo.ㅡ Desvié la mirada a mis muslos, evitando hacer contacto visual con élㅡ. Te quiero, siempre, desde que hemos estado juntos y sé que es mi culpa que hayamos acabado así y créeme que me siento un completo idiota por ello. Soy muy inmaduro, muy tonto..., y luego de haber hecho tantas estupideces caí en cuenta de que realmente te amo y que no quiero estar con nadie más que contigo. Por favor, perdóname por todo lo que te he hecho y empecemos nuevamente, sé que es mucho pedir, pero estoy desesperado.
ㅡEs que, Adam... No, no puede serㅡ las palabras no salían con fluidez de mi boca y me era sumamente difícil encontrar la frase adecuada para explicarme.
ㅡTú ya no me quieres, ¿no es así? ㅡ preguntó en un murmullo, yo simplemente atiné a negar con la cabeza sin atreverme todavía a mirarlo.
ㅡNo de la misma manera en que antes lo hacía.
ㅡEntiendoㅡsu voz se oyó rasposaㅡ, dime una cosa...Hunter ¿él te gusta, verdad?
ㅡIndependiente a eso, nuestra historia como novios ya acabó.
ㅡVale...ㅡél sonrió amargamenteㅡ suerte la de él....
ㅡNo he dicho que él y yo vayamos a estar juntos. Por favor, Adam..., intentemos ser amigos.
ㅡEs que no puedo, Abby... Te quiero y sé que no lo planeas así, pero me haces daño. No puedo seguir contigo, espero que me entiendas.
ㅡ¿Quieres que me marche?
Esta vez Adam fue quien desvió la mirada cuando le observé.
ㅡNo puedo dejarte sin protección, te llevaré a tu casa y...
ㅡNo tienes que hacerlo, no lo hagas.
ㅡTampoco puedo actuar como un bobo y dejarte sola sólo porque no me quieras como lo hago yo...
ㅡQuizás podamos hablarlo en otro momento...
Adam negó con la cabeza.ㅡLo siento, pero no puedo fingir que sólo quiero ser tu amigoㅡsuspiróㅡVamos, te llevaré a tu casa.
Resultó terrible. Le insistí a Adam para que me dejara sola, pero él no lo hizo y tampoco continuó dirigiéndome la palabra. Estaba callado y cada cierto rato al mirarlo podía darme cuenta de que sus ojos estaban rojizos, irritados. Me sentía fatal nuevamente.
La tarde se me hizo infinita esperando a que llegara a Derek. Cuando al fin llegó, Adam desapareció sin decir nada. Definitivamente no podría pasar el día con él mañana, intentaría evadirlo, al fin y al cabo el demonio ni siquiera había dado señales de vida.
ㅡNena, ¿puedes creer que me han robado el auto?
Derek estaba tirado sobre mi cama con los brazos acomodados y las manos apoyadas tras su nuca, de modo que le hacían de almohada.
ㅡMadre mía, qué desgracia...ㅡcomenté con pocos ánimos, echándome de espaldas al lado vacío junto a él.
ㅡNo es para nada graciosoㅡ Derek se acomodó nuevamente, haciendo tambalear toda mi pequeña e indefensa cama. Me hizo levantar un poco la cabeza para pasar su brazo por debajo de mi nuca y acercarme a élㅡY bueno, preciosa, ¿qué ocurrió con Adam? Detecté un ambiente bastante tenso cuando llegué.