Pacto Con Un Vampiro

Capítulo 53|"Magnitud diez"

Estaba totalmente aturdida y no entendía cómo es que de repente había aparecido recostada en la camilla de enfermería.

El enfermero había dicho que se trataba de un desmayo, pero yo no recordaba absolutamente nada de un desmayado, ni mucho menos haberme sentido mal en las últimas horas.

ㅡ ¿Puedo irme ya? ㅡ pregunté luego de que el enfermero me examinara. Él lucía concentrado en otra cosa y no respondió hasta segundos después.

ㅡ Llamé a tu casa y nadie respondió. No estás del todo bien, mejor descansa otro momento antes de marcharte.

No podía seguir allí. Todavía necesitaba encontrar a Fei, era muy importante para mí hablar con ella.

ㅡ ¿Podría decirme qué hora es?

ㅡ Las cinco con diez minutos.

<< Cielos... O sea que las clases ya han acabado. >>

Alguien llamó a la puerta de la pequeña sala de enfermería, abriendo esta inmediatamente luego de golpear. Era Matthew.

ㅡ Tengo autorización para ocuparme de ella ㅡ comentó Matt, hablándole al enfermero. Le entregó una pequeña hoja y este otro la recibió y empezó a leerla.

ㅡ De acuerdo ㅡ dijo él enfermero. Luego pasó a mí su mirada; ㅡ Ya puedes irte, no olvides pasar por tus pertenencias antes.

ㅡ Yo ya me ocupé de eso ㅡ avisó Matt. ㅡ Vámonos, Abigail.

Sentí un leve mareo al ponerme de pie, quizás llevaba demasiado rato estando recostada.

Escuché a Matthew intercambiar algunas palabras con el enfermero, pero no conseguí enterarme de nada.

No prestaba mucha atención mientras caminaba, simplemente seguía a Matt, quién me daba la impresión que caminaba muy rápido.

Entramos a su auto. Él guardaba silencio, al igual que yo. Sin embargo, aquel silencio fue interrumpido por el crujido de mi estómago.

ㅡ ¿Tienes hambre, pequeña?

Al parecer mi estomago había gruñido realmente fuerte.

ㅡ Debe ser porque no he almorzado ㅡ respondí,ㅡpero comeré algo apenas llegue a casa.

ㅡ Puedo llevarte a comer, si quieres.

ㅡ No quiero molestar, Matt.

ㅡ Tú nunca me molestas.

Sonreí. ㅡ Mejor pasa a casa y te quedas a comer. Tú siempre estás al pendiente de mí y yo nunca hago nada por ti, déjame prepararte algo.

ㅡ De acuerdo ㅡ él rió, ㅡ ¿Me prepararás un agua hervida deliciosa, no?

Ladeé la cabeza para verle, aparentando estar molesta.

ㅡ Será el agua hervida más rica que jamás hayas probado.

Matt soltó una carcajada.

ㅡ Oye, Matti y..., ¿cómo es qué acabé en la enfermería?

ㅡ Pues..., por lo que supe te desmayaste durante clases. Nícolas te llevó en brazos hasta la enfermería y luego consiguió hacer que la Directora me autorizara para ocuparme de ti. Fue extraño, la verdad.

ㅡ Vaya... Que bueno y raro gesto de su parte.

ㅡ Veo que al fin acepta de buena manera nuestra relación ㅡ comentó Matt, sonriente.

Junté mis cejas, formando pequeñas arrugas en mi frente.ㅡ ¿Relación?

ㅡ Pero, claro. Recuerda que eres mi prometida.

Reí. ㅡ Oh, cierto. Y además estoy embarazada de ti.

ㅡ ¿Qué puedo decir? Fue una noche loca.

Le pedí a Matt hacer una parada en el súper, pues no estaba segura de si había comida en casa y no quería arriesgarme a llegar y que estuviera la alacena vacía.

Tuve que adaptarme a mi escaso presupuesto y sólo alcancé a comprar unas pocas cosas, todas ellas a gusto de Matt. No era como que él me había exigido hacerlo, sino que yo conocía perfectamente sus gustos y elegí algo basándome en eso.

Sentí algo vibrar en mi bolsillo de pantalón, y al tomar mi teléfono y encender la pantallita, noté que era una llamada entrante de un número desconocido. Por accidente corté la llamada y entonces reparé en que tenía otras muchas llamadas perdidas de ese mismo número.

ㅡ Abby, mira, ¿qué ese no es Adam?

Estábamos ya en la calle, camino al auto, cuando Matt me hizo mirar en dirección a un chico que supuestamente era Adam.

ㅡ ¡Cielos, sí es él! ㅡ exclamé, emocionada. Según Georgina estaba desaparecido y el verlo allí me alivió un poco.

ㅡ ¿Tan feliz te pone verlo?

Corrí, acercándome a él, sin importar que Matthew gritara a mis espaldas que le esperara.

Adam aún no me había visto, parecía estar mirando atentamente a otro lugar. Llevaba el cabello un poco más largo y desordenado, con una barba rasurada en su rostro y vistiendo ropa que parecía gastada, a excepción por la bonita chaqueta de cuero negra que llevaba.

Me detuve en seco cuando reparé en lo que él estaba mirando: Ahí estaba Zac.

ㅡ ¡ABBY, CUIDADO!

Caí al suelo, cuando el cuerpo de Matthew me aplastó. Nos encontrábamos en la vereda, a orillas de la pista. Tan distraída estaba por haber visto a Zac, que no me había dado cuenta de que estaba parada en medio de la calle.

Me puse de pie, al igual que Matthew. Miré en la misma dirección de hacia un rato, pero ni Adam ni Zac estaban allí ahora.



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En el texto hay: vampiros, hombreslobo

Editado: 12.04.2018

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