Nuestras pisadas se vuelven más urgentes y desesperadas ya que la lluvia dejo el suelo convertido en camino de barro espeso que nos cubre hasta las rodillas y nos impide movernos con libertad. Como arena movediza.
A lo lejos escucho los gruñidos y chillidos de los hombres de la aldea. Ellos nos persiguen. Y se acercan.
Violet tiembla de miedo y hago un esfuerzo por no perder la compostura mientras la arrastró conmigo y estiró la mano para agarrar la de Dante.
Él me mira por debajo de sus pestañas y el cabello mojado de pega a sus mejillas y frente. Me agarra la mano y la aprieta. Y sé que piensa lo mismo que yo.
Cuando aparecidos a las afueras del bosque, pensamos que llevaríamos ventaja, pero más de las personas esclavisadas nos esperaban fuera, casi cayendo sobre nosotros, pero pude usar mí energía para empujarlos lejos y así ganar tiempo.
Pero en mí cabeza sigue dando vueltas a la posiblidad de habernos atrapado, entonces ¿que? Nos hubiésemos defendido, usado nuestra energía. Y ganado contra ellos. Ya que al fin y al cabo son simples personas pero poseídas.
Es casi como si estuviesen jugando con nosotros, probando nuestros límites. Además de haber estado a unos cuantos pasos de donde aparecimos nosotros...como si lo hubiesen sabido, donde íbamos a transportarnos. Además de la muerte de Adda, mejor dicho, homicidio. Y eso es lo que Dante también piensa, lo que también sospecha.
Que ellos saben que veníamos. Nos vieron llegar y aún así, nos dejaron entrar. Y ahora juegan al gato y ratón. ¿ Qué demonios traman?
Aprieto los dientes por la rabia y la angustia de reconocer que no hay nada que se pueda hacer.
La única persona que tenía las respuestas está muerta, asesinada de la manera más horripilante.
La única esperanza, muerta.
Un nudo se forma en mí garganta al imaginarme enfrentando a mis padres, a Uriel, a todos y decirles que hemos fallado. Que todo está acabado.
Escucho el sollozo casi imperceptible de Violet en la lluvia y la aprieto, saliendo de mis pensamientos. Porque primero debemos salir de aquí.
- ¡Estamos cerca! - grita Dante y asiento, usando mí energía para cubrirnos y evitar que la lluvia nos golpee.
Él tira de mí y el cansancio invade mí cuerpo por el esfuerzo y la concentración que implica mantener el campo. Y aunque mí energía se siente ligera gracias al vínculo, tengo que admitir qué jamás estuve en estas circunstancias y me desespera no poder hacer nada más.
De pronto el collar en mí cuello vibra y abro mucho los ojos, casi golpeándomela frente por mí idiotez. "Es la salida"
El collar de Lucifer. Un collar para convocarlo.
Le suelto la mano a Dante, que me mira alarmado y yo le señalo el diente negro que cuelga de la cadena.
Él abre mucho los ojos y maldice. Luego asiente con la cabeza y aprieta la mandíbula, porque sabe, tanto como yo que es nuestra mejor opción, aunque no le guste la idea.
Cierro los ojos y mientras agarró el collar, tiro del vínculo con Lucifer esperando que eso sea suficiente.
Y lo es.
Al segundo, Beleth aparece a unos metros de nosotros y cuando nos ve, su cara palidece, pero no pierde tiempo. Se lanza para agarrarnos mientras una nube negra nos cubre y solo puedo aferrarme a Violet fuertemente, intentando calmar mí agitada mente.
~°~
Aparecemos en el piso de la sala en la que estuvimos horas Taras, antes de partir.
En cuanto mis pies tocan el suelo, mis piernas tiemblan y no puedo mantenerme en pie. Y caigo al piso, temblando de la impotencia y frío.
Escucho varios gritos y un chillido agudo, seguido de pasos que nos rodean. Y yo solo puedo quedarme con la mirada pérdida en algún punto del suelo, negándole a mirarlos a los ojos. Porque sé que en cuanto lo haga, aceptaré por completo que todo se arruinó y no quiero.
No quiero aceptar que todo se acabó.
Violet no dice nada y Dante tampoco, quizá sientiendo lo mismo.
Hay un silencio en la habitación. Un silencio que me destruye. Porque sé que ellos pudieron sacar sus propias conclusiones.
Pero aún así, luego de un rato, una voz pequeña y suave, interrumpe el vacío.
-¿Qué pasó? - es la voz de mí madre y escucharla hace que cierre los ojos.
Tengo que apretar los puños y abrir y cerrar la boca muchas veces, antes de sonreír de pura tristeza y finalmente lo único que sale de mí boca es:
- Se arruinó. - saboreo la propia desgracia y derrota en mis palabras.
Nadie dice nada y luego Dante, quien se sentó contra la pared, frente a mí, habla.
- Adda fue asesinada. - dice y cierra los ojos, cansado y apoya la cabeza contra la pared.
Siento a más de uno quedarse sin aliento, totalmente chocados por la noticia.
Mí collar se calienta y puedo sentir a Lucifer aparecer en la habitación, seguido de su gruñido.
- Habla- ordena
Miro a Dante y sé que no él podrá decirlo. Y mucho menos Violet. Asi que lo hago yo.
Y las palabras se sienten como un golpe tras otro.
- Le cortaron el cuello antes de que llegaramos a ella. Y la abandonaron en su habitación. - mí voz suena rota y las imágenes de Adda muerta y de su expresión de terror hacen que me estremezca. - Ellos sabían. - es lo único que digo.
Dante gruñe de acuerdo conmigo y lo veo pasarse una mano por la cara.
- Nos estaban esperando cuando salimos y que más prueba de ello que haber asesinado a mí abuela convenientemente cuando la necesitábamos y fuimos a buscarla.
Ni una mosca vuela en la habitación y ya no puedo aguantar más.
Me levanto y me tambaleó un poco. Enfoco la mirada en mis padres, que me miran con preocupación. Miro hacia otro lado y encuentro a Aarón arrugando la frente.
Sitael se sienta al lado de Dante y pasa un brazo por sus hombros diciéndole algo a su oído, lo que hace que el brujo asienta.