Estamos en mi cuarto, Dante, Violet, Sitael, Aaron y yo, esperando por alguna noticia de mi demonio. Llevamos unos cuarenta minutos en silencio, luego de que mi padre se llevara a Kelen y les explicara quien era, lo que hizo y que tenia a Orion y a Badduel en alguna parte y Beleth fue a buscarlos.
No puedo recordar haber estado tan nerviosa y ansiosa en toda mi vida. Mi vista no se despega de la puerta y mis sentidos están alertas por cualquier cosa. Algo.
Violet aprieta mi mano y me sonríe de manera tranquilizadora.
- Vendrán. - su convicción es contagiosa
Asiento y le devuelvo la sonrisa.
- Gracias. - le digo en voz baja. - Por todo.
- Siempre, Emma. - envuelve un brazo a mi alrededor y yo apoyo mi cabeza en su hombro.
De pronto, lo siento. Él. Me sacudo de la impresión y el choque repentino de su esencia. Mis pies vuelan fuera de la habitación, mi mente no piensa, mi cuerpo se mueve por si solo. Tropiezo por los pasillos en mi desesperada carrera. Mi corazón se acelera. Y las lagrimas ya corren por mis ojos.
Irrumpo en el cuarto de entrenamientos como una loca. Y lo veo. Mi demonio, herido, sucio, pero a salvo. Sus ojos encuentran los míos y todo en mi reacciona. Él se suelta de Beleth, que lo tenia agarrado por un brazo, y se mueve veloz hacia mi. Ya no me importa nada más. Corro a su encuentro y prácticamente lo derribo, sus brazos me envuelven y me aprieta fuerte mientras caemos. Mi corazón estalla en alegría y lloro y rio. Agarro su cara y digo su nombre. Lo repito una y otra vez. Me siento por fin completa. Orion ríe y sus labios chocan contra los míos, desesperados, hambrientos. Lo dejo saber cuanto lo necesite, cuanto lo extrañe. Y no me separo hasta que el aire se vuelve indispensable.
- Emma. -gime contra mis labios. - Dime que estas bien. Dime que él no te toco, o yo... - sus ojos se vuelven negros y sus colmillos salen.
Sacudo la cabeza y sonrió
- Nada que no pueda manejar y lo sabes. - beso su mejilla y se relaja visiblemente.
- Intente escapar, comunicarme contigo. - gruñe - Pero ese maldito lugar tenia un sello protector. - junta su frente con la mía. - Supe lo que paso. Beleth me conto todo. Siento no haber estado aquí, Emma. - su voz es dolorosamente cálida.
- Siento no haber ido a buscarte. Siento no haberme dado cuenta que él tomo tu lugar. Me dio excusas y yo las creí. - le digo con un poco de rabia en mi voz.
Orion niega y pasa su pulgar por mi mejilla. Solo ese toque, ese gesto, logra desarmarme y automáticamente me tranquilizo.
- No puedes hacerte responsable de los actos de quienes deciden hacerlos. Hiciste todo bien, Emma Blue. Prueba de eso, estoy aquí.
Sus palabras me afectan, pero no digo nada. Lo abrazo mas fuerte. Orion hunde su cara en mi cuello. Nuestros corazones se sincronizan.
Alguien se aclara la garganta y vuelvo a la realidad. Al cuarto que de repente esta repleto. Encuentro a Violet que me mira con lagrimas y sonríe.
- Emma, Orion necesita descansar y recuperar fuerzas. - dice mi padre. - Lo llevaremos a tu habitación. - hace una mueca pero sabe que no dejaría que se lo llevaran a ningún otro lado. - Kelen esta en uno de nuestros lugares mas protegidos de todo el cielo, bajo custodia. No saldrá. Y tendremos tiempo de interrogarlo más tarde. - mira serio a Orion. - Estoy seguro de que querrás asistir.
Orion asiente. Nos levantamos y me avergüenzo por habérmele tirado encima. Esta débil.
- Vamos. - le digo y envuelvo un brazo al rededor de su cintura. - Necesitas una ducha.
Gruñe en acuerdo conmigo y caminamos a la puerta.
- Estoy bien, por si te interesa. - grita Badduel desde la esquina de la habitación. Él parece un poco más maltratado pero sigue estando a bien.
Me detengo y lo miro. Le regalo media sonrisa.
- Me alegro que estés bien, Badduel. - realmente lo hago
Inclina la cabeza.
- Lo mismo digo, Emma Blue.
Salgo con Orion a paso lento y no me despego ni por un segundo. Siento que las cosas van a estar bien ahora.
~°~
Llegamos a mi habitación y mientras Orion se dirige al baño, yo cierro la puerta. Suspiro.
- Creo que pensamos lo mismo. - dice desde adentro del baño. Un segundo después escucho caer el agua de la ducha.
Trago saliva y avanzo lentamente hacia la puerta entreabierta, pero no me atrevo a empujarla.
- ¿Y eso que seria? - pregunto
Puedo escuchar el susurro de la ropa siendo removida de su cuerpo. Su energía me llama, es casi irresistible.
- Nos debemos mucho tiempo a solas. - su voz es ronca y hay una nota de algo caliente en ella. Respiro fuerte y siento que voy a perder el control.
Toco la puerta con los dedos y me muerdo el labio. Quiero entrar, de verdad lo hago. Pero...
- Tendremos mas tiempo, demonio. Acaban de rescatarte y necesitas descansar. - le digo
No tengo respuesta y me doy la vuelta para irme, pero no doy dos pasos que la puerta se abre y Orion me empuja dentro del cuarto de baño. Estoy tan sorprendida que ni siquiera lucho. Me acorrala contra la pared y su pecho sube y baja rápidamente. El calor invade mi cuerpo y solo puedo mirarlo.
-¿Crees que necesito tiempo a solas? - su respiración me golpea el cuello cuando baja la cabeza. Me estremezco. - Pase cada día, minuto y segundo pensando en como volver a ti. Y ahora que estas aquí, eres todo lo que necesito, Emma. No voy a dejarte ir.
Sus ojos me encuentran y el rojo brilla de una manera diferente, pasional. Con amor.
Y no hay nada mas que decir. Dejo que nuestros cuerpos se hagan cargo. Dejo que mi corazón me guie. Y lo amo con todo mi ser.
~°~
Lucifer esta muriendo y yo también. Nos veo tirados en el frio piso, cubiertos por su sangre negra. Sus alas se desprenden dolorosamente, pero él parece no sentirlo.
Me acerco hasta donde estamos.