Pacto Final (libro 3) [terminado]

Capítulo 8

Lucifer es el primero en desaparecer, furioso, envuelto en una nube de humo negra. Aprieto los labios pero luego lo siento cerca. Volvió al cuarto. "Bien. Me encargare de él luego."

 Beleth se acerca a Orion y  le estrecha la mano. Ambos se sonríen y me dejan impresionada. ¿Que acabo de ver?

 Badduel camina al lado de Orion, que no deja de mirarme y le susurra algo al oído. Mi compañero arrastra la mirada de mi, y le responde a Badduel, quien asiente y luego desaparece.

   - Emma.- Violet me llama y me doy la vuelta. Ella me sonríe. - Gracias. - dice con voz ronca me abraza brevemente y se aclara la garganta mientras veo como pestañea y trata de hacer que las lágrimas retrocedan. Mira detras mio y sus ojos brillan. - Te estare esperando afuera y con Dante organizaremos el plan para la misión. - me mira guiña un ojo, picara. - Es tu momento. 

 Por alguna razón siento que el calor sube por mi cuello y asiento. Violet agarra a pequeño blanco, que se enrolla en su brazo y se van. Mis padres la sigue, sin antes darme miradas de apoyo y cariño. "Mi tiempo con ellos ya llegará"  Dante y Sitael se miran entre ellos, compartiendo una mirada algo sospechosa. Frunzo el ceño "¿Qué pasa?" 

   - Solo recuerda que en este lugar se hace eco. - me dice Sitael y suelta una carcajada. Dante lo empuja hacia las escaleras negando con la cabeza, pero en su mirada puedo ver version. El brujo me mira.

   - Nos veremos arriba. - dice tranquilamente. Lucho contra mis impulsos de correr y darle un abrazo, porque no sé si le resultara incomodo. Dante no es muy demostrativo. 

 Levanto mi mano hasta mi frente, haciendo un saludo militar. Luego se van, mientras se escucha como Dante lo regaña a Sitael. 

   - Hay que ponerlos al dia, Emma Blue. - Aaron aparece a mi lado y saltó de la impresión. No lo había visto moverse. Él suelta una carcajada y luego su mirada denota afecto y algo parecido a la tristeza. - Me alegra saber que estás bien. Incluso con todo...esto que pasa. -hace una mueca

   - Lo sé. - suspiro. - Pero creo que era necesario. - miro abajo, mientras la verdad de ese pensamiento me golpea. 

 Siento los brazos de Aaron envolverme y me quedo muy quieta. Luego de un segundo, le devuelvo el abrazo. "Yo también te he extrañado, Aaron" 

   - Recuperaremos a tu manada. - le digo, siendo consciente de que es el único lobo que vi. Y probablemente el único que haya escapado del campamento. - Siento haberte arrastrado ese dia. Si no lo hubiese hecho... - mi voz se  va apagando, sin poder terminar la frase. Y mi corazón duele por pensar en las posibilidades. En lo que pudo haber sido. Y lo que se pudo haber salvado. Pero no lo hizo.

 Aaron me aprieta más y desde su pecho emite un ruido, algo parecido a aullido de lamento, casi imperceptible. Cierro los ojos, golpeandome mentalmente. Aaron se separa de mí y me cuesta mirarlo. 

   - Lo siento, no quise...- digo pero me interrumpe. Me agarra la barbilla y tira hacia arriba, con los dedos y no me queda otra que mirarlo. Sus tacto es calido y aspero. 

   - Emma. - sus azules ojos brillan más de lo normal - Si ese día hubiese estado en el campamento...hoy no estaría aquí, probablemente. Tu me salvaste y tengo fé en que lograremos salvar a los demás. - ladea la cabeza y su cabello rubio se  mueve con gracia. - Me salvaste y te lo agradezco. 

 Trago saliva

   - Tenemos a Lucifer, él sabe más de Los Mayores que todos nosotros juntos. - digo recordó que debo decirles la verdad a mis amigos sobre quienes son en realidad Los Mayores. - Quizá él sepa cómo hacer para devolverlos a la normalidad. Se lo preguntare.

 Y así, la esperanza vuelve a su mirada, suplantando el dolor que vi antes. Suspiro para mis adentros, rogando que Lucifer tenga la respuesta que quiero. "Debe tenerla"

   - Sabía que si volvías, todo se arreglaría. - su mano se queda en mi mejilla y de pronto se queda inmóvil, bajando la mano. Mira en los ojos entrecerrados a mis espaldas aprieta los labios. - Nos veremos luego. - dice y me sonríe, duda un poco, pero al final me da la espalda.

 Sus pasos resuenan en todo el lugar hasta que solo quedan sus ecos fantasmas, una vez que desaparece por la puerta.

 Me quedo muy quieta, siendo totalmente consciente de la presencia a mis espaldas, que se acerca cada vez más. Y de pronto sé porque todos se fueron tan rápido. 

 Para dejarme a solas con mi compañero.  El lugar se reduce y mis ansias de tocarlo aumentan.

   - Con que "era lo necesario" - dice Orion, con voz grave, imitando mi respuesta a Aaron.- Explicate. - susurra de manera casi voraz y mi siento un cosquilleo llenando mi cuerpo.

 No me muevo y mi corazón comienza a palpitar a más velocidad mientras siento su voz cada vez más cerca. Cierro los ojos brevemente, encontrando mi voz. 

   - Cuando encontre a Lucifer, acepte el vinculo para salvar a mi madre. - me quedo sin aliento al sentir su respiración a mis espaldas y su calor se estrellarse contra mi espalda, aun sin tocarme.- Si no lo hubiese hecho, si me hubiese negado...Lucifer jamás nos habría ayudado.  - mi voz se volvió ronca 



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En el texto hay: demonios y angeles, guerra, chica hibrido

Editado: 30.03.2020

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