- Ya era hora. - gruñe Beleth y se cruza de brazo cuando nosotras llegamos.
El demonio está apoyado en el umbral de la puerta de mi antigua habitación. Y cuando nos acercamos, veo que la puerta está abierta. Dentro, todos se ponen de pie. Dante es el primero en hablar
- Él no puede escuchar nuestros planes. - dice el brujo y señala a Beleth acusadoramente. - No se quiere ir. Dile algo. - entrecierra los ojos y me mira, esperando.
Me quedo quieta y miró a Sitael. El ángel está sentado en el borde de mi antigua cama y cuando se percata de que lo estoy mirándolo, se encoge de hombros. Suspiro y miro a Beleth
- Te mando él. ¿Verdad? - aprieto los labios, sabiendo que Beleth jamas vendria por su propia cuenta.
Beleth mira a otro lado mientras asiente. Su rostro no denota en ninguna expresión más allá de la neutral.
- Se queda. - digo en voz alta, sorprendiendolos a todos.
Lucifer quiere saber lo que haremos, lo que me parece justo, ya que debido a nuestro vinculo, cuaquier cosa que me pase, le pasare a él. Y si fuese al revez, yo quisiera saber que planes tendria él. Además, esta es una oportunidad para que el Rey del infierno confíe en nosotros, aunque sea por esta vez.
- Pero...- protesta Dante
Lo fulmino con la mirada y se calla. Violet suelta una carcajada y se va a sentar al lado de Sitael, quien levanta las cejas, divertido.
- Oh Oh. - dice Sitael. - Mama gallina se enojó. - se ríe.
Bufo, aunque intento ocultar mi sonrisa. Extrañaba esto.
- No perdamos tiempo. - dice Aaron desde el sillón, junto a la mesita de madera que decora la habitación. - Es cuestión de horas hasta que Orion vuelve con noticias.
Dante aprieta los dientes, pero luego asiente. Mi corazón se ablanda y sin pensarlo, corro a abrazarlo. Me estrello contra su espalda y encierro mis brazos a su alrededor.
- No sabes cuanto te he extrañado. - susurro
Dante se queda muy quieto, y luego, lentamente, se da la vuelta, buscando mi mirada.
- Emma. - dice en voz baja, con dolor y cariño en su mirada.
Antes de poder decir algo, sus brazos me estrechan contra su pecho y siento su respiración en mi oído.
- No creo que me hayas extrañado tanto como yo lo he hecho. - me susurra y siento un dolor en el corazón, seguido por la felicidad de saber que por fin estamos juntos.
Me separo de Dante y voy hacia Sitael, quien levanta las manos.
- Lo se, Lo se. Todos extrañan a Sitael...
Lo abrazo, cortando su monólogo. Me rio cuando me abraza con urgencia y desesperación, como si hubiese estado esperando que yo diera ese paso.
- Oh Emma. - suspira tembloroso. - No vuelvas a desaparecer maldita sea. - sonríe
Asiento y miró hacia Beleth, que parece algo incómodo. Sonrió de lado y caminó hacia él. Lo golpeó suavemente con el codo
- ¿Donde estabas? - le digo tranquilamente, queriendo saber lo que sucedió estos dos meses de su ausencia.
Él me mira, con un poco de vergüenza en sus ojos
- Lucifer se enteró del tiempo que pasabamos juntos. - aprieta los labios. - Me envió lejos. Y yo...bueno, él es demasiado. - dice simplemente y aparta la mirada
Aprieto los puños, conteniendo mi ira y luego respiro calmadamente. Lucifer me quería perdida, porque sabía que la soledad era la única forma de destruir mi voluntad y mantenerme tranquila. Pero con Beleth alli no podia hacerlo. Por eso se deshizo de la única compañia que me mantenía cuerda.
- Entiendo.- le digo, intentando no demostrar mi enfado, pues no es su culpa.
Beleth no parece muy convencido por lo que aprieto su hombro y le sonrió. Las palabras de Orion me vienen a la cabeza
- ¿Cuando planeabas decirme que eras hermano de Orion? - digo, recordando la revelacion de mi compñalero
Beleth tira la cabez hacia atrás y se ríe
- Solo tu puedes sacar un tema tan fuera de lugar en un momento así. - ladea la cabeza, sonriendo. - De cualquier forma te ibas a enterar. - levanta ambas cejas.
Violet chilla
- ¿Orion tiene hermano? - abre los ojos
- Así parece. - digo sacudiendo la cabeza.
Dante aplaude, captando nuestra atención.
- Es momento de comenzar. - dice y claramente esta irritado por la situación con Beleth.
Me quedo al lado de Beleth y cruzo mis brazos, esperando a que Dante hable.
- No podemos aparecer así como nada en el aquelarre. No como antes. - dice serio y quizá un poco molesto.
- ¿Porque? - pregunto, preocupada por el rumbo que tomará este plan al no poder usar la magia para entrar.
Violet me responde
- Porque si lo hiciéramos, Adda se daría cuenta de nuestra presencia enseguida. Ya que traspasamos su barrera. - explica
- Por no mencionar que el aquelarre es ahora la base donde todos los esclavos de Los Mayores se ocultan. - continua Dante. - Y no podríamos saber si al aparecer, estaremos rodeados de ellos.