Palabras Al Viento

CAPÍTULO 18

Sin pensarlo Luis abrió cada uno de los cajones, disponiendo todo para tomar un café y preparar algo de comer, ya que en todo el día no habían probado bocado alguno, en caso de que se despertará Elo desearía comer algo. 

 

Manuel tomó asiento en la barra observando detenidamente cómo estaba familiarizado este individuo con el espacio de su Elo, eso su Elo. Porque a pesar de que no se frecuentaron durante mucho tiempo siempre estaba para ella, la observo durante mucho tiempo de lejos y jamás vio algo raro. 

 

-Empieza- Le dijo Luis mientras le acercaba una taza de humeante café observandolo detenidamente a los ojos 

 

Con un suspiro Manuel empezó a relatar donde la conoció y que eran los mejores amigos, omitiendo el motivo de por que se distanciaron. Intercambiaron un poco de información para verificar que si era verdad lo que ambos decían, sus gustos o cosas que el sabia y otras que iban descubriendo. Ambos sabían que no decían todo pero que era lo que más podrían confiar entre ellos. 

 

Cuando fue el turno de Luis relato bajamente la situación en la que estaba Elo por culpa de Ernesto, su relación complicada. El también omitió sobre los abusos solo le menciono que era muy celoso y que por eso terminaron, tampoco mencionó que pasaba algunas noches ahí después de que encontraron las chapas forzadas. 

 

Poco a poco pasó el tiempo y no despertaba Elo, Luis no tenía pensado dejarla sola y Manuel tampoco. Sin decir palabras se acomodaron en los sillones. Luis tomó las frazadas que estaban en el mueble junto a la puerta, las que usaban cuando hacían sus reuniones y todos se quedaban a dormir. 

 

-¿Estás muy familiarizado con el departamento?

-Un poco - Luis le quitó importancia agitando la mano. 

-Un mucho diría yo, pero creo que eso queda para otra plática.  

 

Ninguno de los dos pudo dormir, cuidándose mutuamente por los movimientos que hacia cada uno. Luis pensaba que si eran tan cercanos como no sabía de su relación con Ernesto y más que nada porque no había escuchado nada de él durante todo ese tiempo. 

 

Manuel acompaso su respiración como si estuviera dormido, poniéndose de lado a contraluz para vigilarlo sin que se diera cuenta. Pero seguía preguntandose por qué estaba tan familiarizado con el departamento y que tipo de relación tenía con Elo, su Elo. 

La mañana llegó, pero no como esperaban. Era fría con indicios de lluvia, no se escuchaba ningún movimiento que anunciara el nuevo día. Y principalmente no se escuchaba sonido alguno en la recámara contigua. Luis queriendo dejar en claro que no era necesario ahí, pensó una forma de marcar el territorio. 

 

-¿Te gustaría ducharte?- preguntó Luis con fingida inocencia mientras se paraba y estiraba para desentumecer los músculos. 

-Si- desconfiadamente contestó Manuel,sabiendo que algo pasaría y que no le agradaría. 

-Entonces sígueme, te prestaré algo creo que somos de la misma talla- Sabiendo que lo seguiría entró en la puerta el fondo, con mucho cuidado abrió un cajón y sacó ropa para ambos.

 




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