Palabras Al Viento

CAPÍTULO 32

“Estúpida, estúpida” se recriminaba a cada paso quedaba y que la alejaba de todo. Lo único que quería era que se la tragara la tierra. Ya lo suficientemente lejos, aminoró su paso para poder regular su respiración. Lo mejor era regresar a casa y pensar en todo lo sucedido.

Luis reaccionó demasiado tarde, se vistió lo más rápido que pudo y fue tras ella, pero no la encontró camino por varios minutos y no estaba. Le llamo millones de veces, pero no contestaba. “Porqué serás tan terca, contesta el maldito teléfono”

 Eloísa solo veía en su pantalla las llamadas de Luis, para que quería hablar, qué pena cómo lo podría ver a la cara, ya estaba igual que la ardilla de Manuel. Tomó un taxi y le dio la dirección para que la llevara, todo el camino analizo por qué lo hizo. 

“¿Me gusta? si me gusta, ¿Porque lo hice? por la desilusión de Manuel, porque internamente lo quería, pero ahora como lo vería a la cara”. A lo mejor estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua.

 Sentada con su suéter extra grande tejido y sus calcetas de felpa. Veía pasar los carros y a lo lejos se escuchaba sonar el teléfono. No quería recibir ninguna llamada, necesitaba pensar en muchas cosas. Lo que pasó hizo ver que en realidad sí tenía sentimientos hacia él. 

Impactada por ese sentimiento que fue creciendo poco a poco, lentamente sin prisas, sin presiones, solo floreció. Recordando cada momento en el que estuvo, siendo su apoyo, su ancla, su puerto donde regresar cuando estaba perdida. Nunca pidió nada a cambio, ni condicionar su ayuda. 

Tendría dos días para aclarar todo, se desconectaría de todo y todos. Pero ¿a dónde iría para que no la encuentren? Seguía pensando en donde podría esconderse, cada una de las ideas que se le venían a la mente era más insólita que la anterior. 
Abre la puerta, sé que estás ahí, vi tu carro en la entrada y no me iré de aquí hasta que salgas – Esos gritos fueron el aire fresco que necesitaban. En unos cuantos pasos estaba abriendo la puerta viendo a Liz, con una pequeña maleta de viaje en las manos. 
¿Qué haces aquí? 
Nos vamos de fin largo, no acepto un no por respuesta – Solo iremos a un Spa aquí cerca, nos lo merecemos así que empacas y vas por las buenas o te llevo como estas y créeme que lo are.

Rápidamente entre las dos alistaron su equipaje y partieron para ese Spa, en el trayecto le platico lo que había pasado y sus expresiones eran lo más refrescante de todo. La interrumpía en ocasiones para aclarar alguna duda de las que tenía. 
Todo está perfecto, pero aquí lo que más importa es lo que tu sientes, tanto por Luis, como por Manuel y Gilberto, estas en un gran dilema. Pero ahora olvidaras todo y disfrutaras estos días. 
Espero que las respuestas lleguen solas, porque la verdad no sé qué hacer. – Con una sonrisa Elo caminaba del brazo de Liz. 
Los días pasaron como el agua sin una respuesta todavía, pero si más tranquila. El momento de enfrentar el dilema se acercaba a cada segundo, no esperaría más tiempo. Tenía que aclarar todo de una buena vez, pero como todo el tiempo no estaba de su parte porque por más que buscaba a Luis estaba en junta o ella estaba en reuniones.

Coincidencias o no Eloísa empezaba a pensar que Luis se estaba escondiendo, y no podía estar más equivocada el ansiaba hablar con ella aclarar todo y principalmente decirle lo del preservativo. Que en caso que sucediera algo él no la abandonaría.

Solo la veía pasar corriendo y cuando reunía el suficiente valor para hablarle ella no estaba, se estaba cansando de jugar al gato y al ratón. Por fin había llegado el viernes y ahora no se le escaparía
Elo, me gustaría que habláramos. Te invito a cenar – Viendo que ir a su oficina no funcionaba decidió llamar, orando internamente que si aceptara. 
Me parece bien. 
Llegando al restaurante se encaminaron a la entrada, cada uno llevaba su carro por lo que el espero unos momentos a que el Ballet parquin le diera el boleto, caminaron en silencio mientras le asignaban la mesa. El galantemente le retiro la silla para que se sentarán.

Sentados uno frente al otro optaron por ordenar primero y después iniciar esa platica pospuesta. Tomaron un poco de agua para aclarar la garganta, el primero en iniciar fue Luis. 
Primeramente, no me voy a disculpar por lo que paso porque no me arrepiento, si fue algo que no tenía planeado, pero fue maravilloso. Lo que sucede que no sé qué es lo que está pasando entre nosotros y que es lo que tu deseas. 
Yo si me disculpo por la forma en que actué ese día, pero como dices no era planeado y más que nada como llegamos a eso, yo estaba sumamente deprimida por Manuel que me comento que estaba iniciando una relación con alguien, pero su forma de actuar me ha mantenido confundida referente a él y a ti. 
¿Conmigo por qué?
Porqué después de eso, no sé qué es lo que siento por ti, si es amistad, atracción o qué. Me la paso muy bien contigo, me agrada mucho eso, pero… - Estuvo a punto de mencionar que en esta ecuación también entraba Gil, pero pudo guardar silencio en el último momento, era su amigo y no podía olvidar eso. 
Pero, ¿qué?, que más me tienes que decir. – No podía decirle lo del preservativo, porque si estaba confundida pensaría que la quería retener con eso y no podría hacerlo. 
¿Qué vamos hacer? – Luis estiro la mano sobre la mesa para tomar la suya y empezar a acariciarla con el pulgar.
Pues qué opinas que sigamos siguiendo amigos y vemos que pasa, vayamos poco a poco. Yo también estoy confundido y creo que no sabremos qué pasa si no le damos la oportunidad a que crezca algo o que se detenga. Así que todo poco a poco ¿estás de acuerdo?
Me parece muy bien – Con una sonrisa en los labios recibieron la cena. 

 




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