#283 Historia de un Dragon

“Creo que son tu responsabilidad,” le dijo Caern a Kier. “Después de todo, están así por tu culpa.”

“Si se quedan con nosotros, tendré que decirles la verdad eventualmente,” dijo el Mago.

“Podríamos dejarlas a su suerte en cualquier pueblo,” dijo Ina. “Se merecen eso y más.”

“A veces extraño tener sirvientes humanos,” dijo Aurua en voz baja. Esperaba que sólo Eroemen la escuchara, pero al parecer, todos lo hicieron.

Eroemen rio y la jaló hacia él por la cintura.

“De hecho, no tendría problemas con eso,” dijo Kier.

Nadie lo discutió. Kier vio a todos, y todos parecían estar de acuerdo con la idea. Los Familiares no estaban en la cueva. Todos estaban afuera jugando y hablando con Oso Pequeño.

Y luego Kier vio a Irel

Suspiró. “Pero eso no sería enseñarte nada bueno, ¿verdad?”

La niña no supo cómo contestar.

“Bien. Nos las quedaremos.” Kier vio a las Brujas aún durmiendo en el piso de la caverna. “Las cosas que haces, Irel, tienen consecuencias. Y tienes que lidiar con esas consecuencias, ya sean buenas o malas. Les borré las memorias a ellas, lo cual es algo que espero no tener que volver a hacer, y ahora debo asegurarme de que estén bien.

“Lo cual me recuerda que tengo que checar a los dos tipos que mataron a tu mamá y hermana.”

Aurua sonrió. Le gustó lo que Kier le dijo a Irel, y después vio a Eroemen, quien suspiró levemente para que nadie lo notara.

“Quizás puedan ser buenas Druidas,” dijo Caern con recelo.

Ina suspiró pesadamente.

“¿Será incomodo?” preguntó Kier.

“Muy incomodo.”

Ina cruzó sus brazos sobre su pecho. Kier notó que sus manos apretaban sus biceps.

“¿Quieres poner esa ira a mejor uso cuando regresemos a casa?” le preguntó él a ella.

Ella sonrió, mordió labio y le guiñó un ojo.

“Bueno, eso sólo me deja con una pregunta.” Kier vio a los Dragones. “¿Alguno de ustedes sabe por qué Oso Pequeño Despertó conmigo, pero no puede decirme su nombre?”

Eroemen negó con la cabeza, pero Aurua la inclinó a un lado.

“Algo así pasó antes,” dijo ella.

Kier sonrió y vio a Eroemen. “Imagina todas las historias que tú y ella podrían escribir. Todo el conocimiento que podríamos conseguir de ellas.”

“Conocí a una Maga, Anna. Ella nunca encontró a su familiar pero un animal Despertó en su presencia. Encontró a su pareja, Deina, otra Maga, y el animal resultó ser el Familiar de Deina.

“Me imagino que estás conectado a la persona que resultará ser el hechicero de ese oso.”

Kier levantó las cejas. “Esa será una interesante historia, de seguro.”