Pandora

Capitulo 5

Agosto 19 de 2019.

—¿Leche? —Preguntó Nana. Asentí tanteando en la mesa en busca de la cuchara—¿Tú madre se ha levantado?

Me encogí de hombros—No estoy segura.

—¿Qué hora tienes?

Elevé mi muñeca y presioné el pequeño botón de mi reloj. De inmediato una leve voz nos informó la hora con cada minuto y segundo que transcurría en el momento.

—07:00 a.m—Llevé con lentitud la cuchara con cereal a mi boca—Debe de estar despierta.

Nana Hailey suspiró—El empleo comienza a las nueve con menos diez minutos y tu horario de colegio es a las ocho y media…—La oí masticar con lentitud—Solo tiene veinte minutos para llegar puntual, eso sin contar que debe tomar el bus hacia la empresa—Carraspeó—Si pudiera acompañarte, lo haría. Pero mis pies no me dan un solo momento de alivio y…

—No te preocupes—Sonreí intentado tranquilizarla—Además, Selene tendrá que acompañarme solo una vez y será para que memorice el camino, luego podré ir sola.

—Toma…—Extendí mi mano hacia ella, esperando a que posara lo que sea que fuera a darme—No creas que no lo noté. Anoche no probaste los bizcochos…—Apreté mis labios con incomodidad—Así que me tomé la libertad de esconder algunos, antes de que tu madre los devorara—Sonreí negando y cerré mis dedos alrededor de la textura esponjosa y la llevé a mis labios.

—Pues están deliciosos—Murmuré masticando entre mis dientes un pedazo de avellana.

—Buenos días—Oí a Selene ingresar apresurada a la cocina—Se me ha pasado la hora…—Percibí que tomaba asiento a mi lado—Hola, linda—Besó fugazmente mi mejilla y sonreí de lado.

—Ten tu desayuno y apresúrate—Reprochó mi nana.

Selene chasqueó su lengua—Oh, gracias mamá.

—No me agradezcas y aliméntate…—Reí silenciosamente hacia ese dúo.

—Iré a por mí bolso—Murmuré poniéndome de pie y cogiendo el bastón—Te esperaré en el salón…—Dije hacia Selene—Hasta más tarde nana.

—Ten un buen día, mi niña.

(…)

Habíamos salido de la casa alrededor de las ocho en punto, por lo que no fue necesario ir apresuradas y pude visualizar en mi mente la explicación de Selene sobre el lugar que recorrería todos los días.

—En ambas cuadras hay semáforos…—Continuó Selene a medida que avanzábamos—Un tintineo es rojo, dos es verde—Asentí comprendiendo—No hay árboles que no rellenen cada acera.

—No me sorprende…Georgia está repleta de árboles—Suspiré—¿Estamos cerca?

Selene carraspeó—Lo estamos…ahora, escucha. Estos papeles debes entregárselos a la secretaria, cuando hablé con ella me informó sobre la importancia de estos documentos—La escuché atentamente—Tiene tu nombre, pero necesitaba todos los datos completos…en fin, pide ayuda a uno de los estudiantes y dile que te dirija hacia la secretaría. Dile que vienes de parte de Magna Williams.

Hice un mohín con mis labios—¿Magna? ¿Es en serio?

—Tu nombre es Pandora, así que, no te burles.

Bufé con molestia—No fue necesario, tu acabas de hacerlo.

Ella rió—Concéntrate—Me entregó los papeles—Estamos justo frente al edificio, solo a un metro se encuentra la entrada, no hay escaleras.

—¿Su nombre?

—¿Eh?

Suspiré frustrada—El colegio.

—Oh, sí. Royal Georgia College.

Fruncí mi ceño—Eso ni siquiera rima.

—Eh… algo así era—Dijo avergonzada—Oh, espera. Ahí hay un cartel… Royal College of Atlanta.

Hice una mueca insatisfecha.

Eso tampoco rimaba.

—¿He olvidado algo? —Se auto cuestionó—No, no lo creo—Suspiró—Ahora debo irme, por favor ten mucho cuidado e intenta hacer amigos ¿De acuerdo?

—Bien.

—Pandora—Amenazó con seriedad.

—Lo intentaré—Murmuré con un leve enojo—¿Me permites…? —Elevé ambas manos hacia arriba y no tuve que esperar demasiado para sentir su rostro en mis palmas. Sonreí al sentir sus facciones—Adiós Selene.

—Adiós, mi chica griega—Besó sonoramente mi mejilla y luego dejé de sentir su presencia.

Oh, perfecto. Ahora me encontraba sola en la entrada del colegio, sin saber por dónde arrancar. Di mis primeros pasos oyendo las voces de los estudiantes aumentar cada vez más y el sonido de la alarma provocó que estas crecieran.

Me quejé al sentir un empujón en mi espalda, que logré estabilizar gracias a mi bastón.

—¿Puedes fijarte por dónde caminas? —Escuché una voz masculina. Ignoré su comentario y me dispuse a seguir mi rumbo hacia el interior del establecimiento.

—¡Mierda! —Sentí un sonoro golpe frente a mí, seguido de gemidos de dolor—¡Mis rodillas!

Rasqué mi nuca—Lo lamento.

—¿Fuiste tú?

Negué—Tú te llevaste por delante mi bastón—Estiré con duda mi mano derecha—Déjame ayudarte…—En el momento en que sentí su mano tomar la mía, ejercí fuerza hacia mí y lo impulsé hacia arriba.

—Pareces perdida ¿Eres nueva? —Asentí.

—Lo soy… ¿Podrías llevarme a la secretaría? Vengo de parte de Magna Williams.

—Oh…—El chico murmuró—El ogro, como sea, eres tú quien quiere verla—Tomó mi antebrazo sobresaltándome—Vamos, te llevaré.

Sonreí—Gracias—Comencé a caminar guiada por él—Por cierto, ¿Cómo es tu nombre?

—Frederick James ¿Y tú?

—Pandora O’ Neil.

El chico rió—Vaya… —Se detuvo repentinamente—Fue un gusto conocerte Pandora. Ahora debo irme, la puerta de la secretaría está frente a ti. Buena suerte.

—Eh…adiós—Murmuré al encontrarme sola nuevamente—Bien, aquí vamos…—Llamé a la puerta y aguardé allí tan solo unos segundos.

—Adelante—Con parsimonia ingresé, sintiendo un aroma a lavanda en el ambiente—¿Qué necesita?

—Buen día…—Caminé hacia adelante hasta toparme con el respaldar de una silla—Soy nueva, ayer mi madre se comunicó con usted y…

—Oh, la señora O’ Neil—Me interrumpió con voz ronca—Toma asiento—Asentí sintiendo el alivio recorrer mis piernas al otorgarles un poco de alivio. La secretaria carraspeó removiendo unas hojas—¿Tienes la documentación?

—Sí, de hecho, mi madre…

—Hablé con ella, no necesito más información a excepción de los papeles.




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