Pandora

Capitulo 10

—Nada…—Carraspeé removiéndome incómoda—¿Por qué preguntas?

—Lo que hiciste no lo hace cualquiera… ¡Por dios! ¿Sabes cuánto tardé en llegar a esa marca, cuando era un novato?

Me encogí de hombros—Fue suerte, es todo.

Lo oí bufar—Tú y yo sabemos que no es así—Comencé a sentir como el agua se movía debido a sus movimientos.

Intenté guardar la calma y no preocuparme por el hecho de que pudiese abandonarme aquí dentro.

No lo haría ¿Verdad?

—¿Asher? —Y solo continué oyendo como se alejaba, logrando que mi nerviosismo aumentara—¡No puedes dejarme aquí!

Asher rió frente a mí, por lo que mi cabeza se elevó guiada por su voz—Claro que sí.

—¡No conozco la piscina! ¡Podría ahogarme y sería tú culpa si eso sucediera! ¡Tú eras mi guía y me abandonaste!

Este gruñó—Si no quieres que te deje aquí, haremos un trato ¿Qué dices?

Comencé a analizar las probabilidades que tenía de confiar en él y la verdad, todas era por debajo del cero por ciento. Pero teniendo en cuenta que estaba dentro de la piscina y sin estar segura a que distancia me encontraba de las escaleras, pues esas probabilidades tampoco estaban del todo acertadas.

Achiné mis ojos con desconfianza— ¿Cómo sé que lo cumplirás?

—¡Já! querrás decir ¿Cómo sabré yo, que tú lo cumplirás?

—Yo cumplo lo que prometo—Dije molesta—Ahora, dime lo que sea que quieras, porque quiero salir.

—Bien… pronto habrá una competencia, aquí en el colegio y todos los alumnos de cada deporte deberán participar. Si ganan, obtendremos medallas y trofeos que servirán de reconocimiento no solo para el colegio, sino que nos abrirá muchas puertas a todos los estudiantes…—Lo escuché atentamente, mientras lo sentía acercarse—Participaré y tú como mi seguidora, también lo harás.

Me tensé—No lo creo.

—Aún no he dicho mi parte del trato…—Elevé una ceja incapaz de creer lo que decía—Voy a prepararte para la competencia, después de clases, nos quedaremos un tiempo extra aquí y te enseñaré todo lo que has olvidado. Porque podría apostar que todo lo relacionado con la natación ya lo sabes—Tragué saliva con nerviosismo pensando en cómo escapar de eso—Todos los días, te enseñaré algo nuevo y si faltas a alguna de nuestras clases, te aseguro que desearás no haberme conocido. ¿Trato?

¿Eh?

—¿Disculpa? ¿Y yo qué? ¡Además, no he aceptado!

—Puedes no aceptar, es tu elección…—Fruncí mi ceño—Pero entonces saldrás con ayuda de los dioses, porque yo me largo.

—¡Asher! ¡Espera! —Suspiré en profundidad—Si yo aceptara ¿Qué ganaría yo?

—¿Salir de la piscina? —De mi garganta se emitió un gran bufido de molestia y este rió por ello—Bien ¿Qué quieres que haga?

Mis hombros se elevaron con alegría—Me tratarás con amabilidad, no solo cuando estemos solos, sino que lo harás frente a Penny, Ben y Dick. Vas a ofrecerte a traer mi desayuno y ayudarme a llegar a mis clases. Además…

—Oye, oye, oye… Con decir “Serás mi sirviente” habrías resumido todo eso ¿No crees? —Cuestionó molesto.

—Calla aún no termino… además de ser amable, también lo serás con Penny—Puse una mano bajo mi mentón— Y te disculparás con ella y conmigo, frente a los chicos ¿Hecho?

Hubo unos minutos de silencio y luego un profundo suspiro, el cual denotaba rendición, lo que por supuesto no entendía. Podría negarse a aceptar, pero tal vez su orgullo masculino se lo impedía.

—Trato—Asentí con una enorme sonrisa, la cual se borró al sentir un chorro de agua en mi rostro—Borra esa sonrisa, ahora sellemos el trato. Frente a ti está mi mano—Carraspeé extendiendo mi mano derecha, hasta encontrar la suya y estrechar manos—Listo, ahora salgamos de la piscina—Con fuerza y sin soltar mi mano, jaló de ella hasta acercarme a él.

Liberé un quejido al estrellarme con su pecho—¿Qué estás haciendo? —Cuestioné confundida.

—Sacarte de la piscina—Mordí mi labio inferior con enojo—Puedes…—Carraspeó—Puedes enrollarte como lo hiciste antes…—Apreté mis puños con incomodidad. Había olvidado lo que mi ataque de ansiedad me había obligado a hacer anteriormente—Eh, solo si quieres, no es que quiera que lo hagas. Tampoco es que deseo que no lo hagas, yo, ya sabes, eh… sería más sencillo salir con rapidez si me rodearas con tus piernas…—Tosió y yo solo sentí mis mejillas con extremada calidez—Eso sonó mal…Olvídalo, solo toma mi mano.

Rasqué mi cabello con nervios—Puedo hacerlo, lo hice antes y nada pasó ¿Cierto?

—Eh, sí. Está bien si eso quieres—Hizo silencio—Mmm… supongo que ya deberías…

Salí de mi despiste—Claro, sí—Diablos que incómodo era esto—Voy a… a saltar.

—Está bien.

Solo hazlo, tan solo hazlo.

Estiré en medio de temblores mis manos hasta posarlas en sus hombros y me preparé mentalmente para lo que seguía a continuación.

Bien, aquí va.

Tomé impulso y sin estar segura de hacia donde debía dirigir mis piernas, las enrollé exitosamente en su cadera, sintiendo como Asher me sujetaba con rapidez y me acomodaba sin tocar demasiado.

—Ya estas sujeta—Asentí manteniéndome tensa a su alrededor—Iré lento ¿Sí?

—Bien—Acomodé mis manos alrededor de su cuello—¿Cuándo se pondrá en marcha el trato?

Asher provocó un chasquido con su lengua—Ya empezó.

Ah, ahora entendía a que venía tanta delicadeza.

—Sostén las escaleras—Obedecí, tomando las escaleras y guiada por mis manos, logré subir hasta dar con la orilla—Ten…

Extendí mis manos hasta encontrarme con el material de mi bastón—Gracias.

—No fue nada, ahora vamos te ayudaré a llegar hasta los cambiadores.

Negué—He memorizado un poco el camino. Puedo hacerlo sola.

Asher suspiró—Sé que sí, pero no hay que correr ningún riesgo. Además, no voy a sujetarte ni tampoco voy a guiarte, llegarás allí por tu cuenta. Yo solo me mantendré aquí por las dudas.

Hice silencio comenzando a mover mis piernas y ninguno mencionó palabra alguna, solo nos sumimos en un silencio a excepción de las voces de los demás estudiantes, quienes supongo hacían una competencia dictaba por el profesor Hank.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.