Carta N° 73
4 de febrero de 2022.
14 Semanas de embarazo.
4 Meses.
Asher,
Hoy fue mi segunda ecografía. ¿Recuerdas que lo mencioné?
El doctor dice que tiene el tamaño de un durazno ¡Es algo increíble! Cuando supe de él, no era más grande que una arveja y ahora está enorme y fuerte. Ya puede cerrar y abrir su boca y su rostro ha comenzado a formarse.
Dick, Penny y Ben asistieron a la ecografía. Por supuesto, Ben y Dick, insistieron, suplicaron y chillaron para poder conocer a su futuro sobrino/a. Dick, según Penny, estuvo a punto de saltar de alegría al ver las imágenes en la pantalla, mientas que Ben, bueno…
Él casi no podía creer lo que veía.
¿Y Penny?
Creo que su felicidad se irradiaba por cada poro de su piel. Bastaba con solo oír la emoción tiñendo su voz. Estoy muy feliz de que ellos ya lo amen, tal como lo hice al saber de él.
Aun no sé si será niño o niña y honestamente, no me interesa. Solo quiero verlo, aunque por el momento sea imposible.
Pero ¿Sabes qué?
Lo he pensado y me he replanteado mi vida, el punto en que el me encuentro y he decidido algo que estoy segura, provocará conmoción. Sobre todo, para Selene.
Creo que ha sido suficiente el tiempo por el cual me entregué a la oscuridad. Cinco años exactamente. Así que tomé la decisión de apuntarme para el trasplante de córneas. Sé que no será inmediato y también soy consciente, de que, duele emocionalmente saber que, si lo logro, no veré a papá o mi hermana. Pero ya no se trata solo de mí, sino de mi bebé.
Hago esto por él o ella. Porque merece que pueda ver su rostro cuando llegue al mundo.
Estoy enamorada.
De no haber sido por su existencia, jamás habría tenido el valor de tomar esta decisión, pero aquí estoy, fortaleciéndome más y más.
Y lo he logrado por él y sobre todo por mí.
Me había derrumbado, pero no puedo hundirme en mi miseria. No cuando hay alguien que depende y necesita de mí. Mi bebé me necesita fuerte.
Me prometí no volver a llorar. No sentir tristeza. Desde hoy, te escribiré con alegría, esperanza y, sobre todo, con amor.
Estoy feliz, ya no temo.
Comienzo a crecer y aprendo de a poco, a soltar aquello que quiere ser soltado. Sé que algún día, estaré aquí, escribiendo en mi habitación, acariciando mi vientre y con una sonrisa en mi rostro, mientras plasmo en el papel, que supe liberarte. Que fui valiente para decirte adiós.
Algún día sucederá.
Sin embargo, a pesar de ello, hoy todo sigue igual. El bebé crece sano y fuerte y yo te extraño, pero no sintiendo esa sensación abrumadora. Te extraño sin tanta fuerza.
Pero sí te amo.
Y lo seguiré haciendo hasta que sepa soltarte, prometo hacerlo. Por hoy, continúo siendo tuya, continuamos siendo tuyos. Espero que no tardes, porque mis sentimientos luchan por encerrarse en mi corazón.
Es una batalla constante.
Mi cerebro, mis pensamientos y mi lógica contra mi corazón, mis sentimientos y mi amor. Y desafortunadamente, el segundo grupo lleva las de perder.
Aún hay tiempo, regresa a mí.
Te amo, por siempre y para siempre.
Pandora.
Editado: 18.03.2025