Papá de Repuesto

✰✰ CAPÍTULO 27 ✰ ¿Será amor? ✰

꧁ Adalyn ꧂


 

El lanzamiento de la revista fue todo un éxito. Por otra parte Celineth se mantuvo al margen, todo estuvo tranquilo por esos días. 

 

Unos días después Giovanni me había avisado que se iba a ausentar de la empresa, porque estaba teniendo problemas en su empresa, no refute ni nada, pero si me daba pesar ya no verlo en casa.

 

El día de su partida me invitó tomándome por sorpresa su proposición, no lo pensé mucho y acepté. 

 

Si estaba loca al aceptar pasar unos días con él a solas en un lugar desconocido, es que solo a mí se me ocurre y más en el estado que estoy, no lo digo por el embarazo, sino por lo que él ha ido despertando en mí. Estoy confundida con lo que últimamente estoy sintiendo por él, es que no debí aceptar que él se quedara a cuidarme, tenía el presentimiento que algo iba salir de esta convivencia, pero estaba segura que amor no era. 

 

Lo que no sabía era que iba a quedar envuelta en sus brazos debido al terror  que le tengo a los relámpagos. Se supone que solo vine a estar en paz unos días.

 

Me gustó conocer las plantaciones, los invernaderos y cómo se cosecha el algodón, aunque me dio pesar ver la pérdida de algunas parcelas. En fin nuestra salida iba bien, me parecía todo maravilloso y aunque tuve miedo de subir a la embarcación o como él le dijo: bote, tenía pavor de caer, pero ahí estaba él brindándome su mano.

 

Me sentía temblorosa no por estar en el bote sino por sus cuidados constantes, este no era con el que discutía cada día, este no era el hombre al que le propuse ser el padre de repuesto de mi hijo, me gustaba, pero también me gustaba el otro hombre que no le importaba decir las cosas sin medir sus palabras.

 

Al salir de la embarcación aún mi cuerpo temblaba, él con tanta facilidad me sacó del bote.

 

No se como se dio, ni qué sucedió que nuestras miradas quedaron fijas una de la otra, un brillo iluminaban sus ojos, mi corazón se aceleró. En el momento que sus labios tocaron los míos sentí que me deshacía en sus brazos, deseaba fundirme en sus brazos y sus labios para siempre, deseaba que las horas se detuvieran en ese preciso instante.

 

—Sabes a quién estás besando —me reprocho mi conciencia, no preste atención y seguí su beso. —quieres volver a sufrir por un hombre, quieres volver a pasar por lo mismo —claro que no quiero volver a lo mismo.

 

Y con ese pensamiento preferí apartar a Giovanni, por más que él quiso saber la razón no le dije nada, estaba renuente a decirle algo, no tenía porque decirle nada,  él lo aceptó sin preguntar más, no pude disfrutar del paseo, y se que él tampoco lo disfruto.

 

Al regresar a su casa, subí a la habitación sin decir una sola palabra, me senté en la cama y toque mi vientre, el bebé se movió y sonreí.

 

—¿Qué hago? No quiero volver a sufrir pero últimamente estoy sintiendo una atracción por ese hombre, que me pasa —me levanté de la cama y me pare frente a la ventana. —No pierdo nada con decirle lo que siento y como me siento.

 

Salí de la habitación y fui a la suya… Hablamos de lo que me pasaba como me sentía y del porque no quería que siguiéramos basándonos, pueden pensar que solo son unos inocentes besos, pero no lo son.

 

Cada quien expuso su inquietud y hablar creo que nos sirvió de mucho, no pensé que él había pasado por alguna situación de esa magnitud, lo mio no es comparado con su pérdida pero él está dispuesto a volver a intentarlo y yo también lo estoy. 

 

 —Sé que es difícil confiar en alguien cuando se ha pasado por una decepción amorosa, yo tampoco quiero pasar por eso, pero si no lo intento entonces no sabré si puedo volver amar, si se da el amor entre nosotros. Démonos esa oportunidad Adalyn —acaricio su rostro.

 

Cada palabra la decía con ternura, quería decirle que sí que quería pero las palabras no salían, lo tomé del cuello y lo bese para darle entender que si quería intentarlo.

 

—Eso significa un sí o un me lo voy a pensar —dice confundido.

 

—Significa un lo intentaré —sonrió y lo beso.

 

Cuando dijo vamos a descansar pensé que cada quien se iría a su cama pero no fue así, él me llevó a su cama y nos acurrucamos.

 

Esa noche dormí a gusto como lo vengo haciendo cada vez que duermo con él.

 

Al regresar a la ciudad nada cambió, dormíamos juntos, viajamos juntos, cocinábamos juntos, todo lo hacíamos como si fuéramos una pareja. Cada vez que le hablaba a mi bebé se movía para él era una felicidad, mi vientre crecía cada día más.

 

Ya ha pasado un mes desde que empezamos a tener una vida de pareja aunque él nunca se ha propasado solo es caricias y besos y por el momento estoy bien así no quiero que las cosas se apresuren entre nosotros.

 

—Buenos días princesa —dice inclinándose y besando mi vientre. —hoy vamos a ver como estas, y al fin te dejaras ver verdad nena, yo se que eres una hermosa y caprichosa princesa igual de hermosa como tu madre —abro mi boca para refutar, se para erguido y me besa. —Adalyn eres hermosa y caprichosa y nuestra hija será igual y pueda que un poquito más —sonrió y niego.

 

—No soy caprichosa.

 

—Si lo eres, te encaprichaste conmigo o me lo vas a negar —empiezo a reír.

 

—Pueda que sí, puede que no, pero lo que no te voy a negar es que me encanta ese acento italiano que tienes —rodeo su cuello. —me vuelve loca cada vez que hablas con ese acento —atrapó sus labios con los míos.

 

—No lo sabía —dice sobre mis labios. 

 

—Ya lo sabes —empezamos a besarnos como si nuestra vida dependiera de ello. —Gio la cita —digo al sentir el movimiento de mi bebé.




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