✰✰ Giovanni ✰✰
—Yo se que sí acéptalo, Giovanni, así como también acepta que no amas a Adalyn, acéptalo de una vez —suspiró con frustración.
—No voy aceptar algo que no es, amo a Adalyn y eso nadie lo va a cambiar, te pido que te retires —le digo cansado de escuchar sus incoherencias. —y antes de que te vayas quiero que se te grabe estas palabras en tu cabeza, nunca sentí atracción por ti, deja de inventarte cuentos, no se de donde sacas que hubo algo.
—Porque eres tan duro conmigo —pone cara de sufrida, pero no voy a caer. —Adalyn te está inventando cosas de mi verdad, no se que te ha dicho de mí..
—No Celineth, en eso te equivocas, las personas como tú se delatan solas.
—¿Personas como yo, a que te refieres?
—Analiza tus acciones y sabrás de que te hablo —la miro. —retírate —le digo en tono seco.
—Está bien me retirare porque sé que estás molesto en este momento y no vamos a llegar a nada, pero que te quede claro que no voy a rendirme —cierro mis ojos.
Tratar con esta mujer es frustrante, es como si no escuchara lo que uno le dice, las palabras le rebotan en el oído.
Continuó haciendo las revisiones de las entregas que se dieron hace unos días a cada departamento.
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Han pasado tres semanas y hoy tenemos la revisión de las muestras, que cada departamento presentará.
Todos estos días he estado al pendiente de Ada, sus cambios de humor se están haciendo presente o tal vez ahora es que los estoy notando. No hemos tenido acontecimientos en la empresa al parecer el que estaba haciendo de las suyas se rindió o tal vez se dio cuenta que Frank está investigando.
Miro a Adalyn quien se arregla para ir a la empresa.
—¿Irás a la revisión de las muestras? —le pregunto.
—No, confío en tu juicio —dice acomodando mi corbata.
—Pensé que estarías ahí conmigo.
—No puedo, hoy tengo reunión con el diseñador gráfico, quiero empezar a trabajar en el catálogo de los productos que ofrece la Textilería.
—¡Oh! Es perfecto amor, así podrán tener más alcance, eres una genio —digo tomándola de la cintura.
Aunque su vientre no me deja acercarme a ella como deseo. Salimos del apartamento y vamos a la textilería.
Apenas llegamos Adalyn, saluda a un tipo rubio qué la esperaba en la puerta del estacionamiento.
Después de saludarse tan cordialmente me presenta como su esposo, accionista y encargado.
Nos despedimos y ella se marcha a su oficina. Bajo al departamento de producción para así empezar mi día.
Después de estar toda una mañana revisando, aprobando y desaprobando cada producto de cada departamento regreso al área de oficina.
Paso a la oficina de Ada, para saber cómo le fue, pero me detengo al escuchar la voz de uno de los diseñadores.
—Porque mi producto de prueba no fue aprobado —dice el hombre con enojo. —no entiendo el porque el señor Di Marco, ha rechazado mi producto.
—Me bajas la voz por favor, sabes donde está la oficina del señor Di Marco, ve y pregúntale por qué no la aprobó, pero de seguro hay un motivo.
—Vine a tratar contigo porque eres la jefa, pero veo que me equivoque.
—Buenas tardes —digo entrando a la oficina. —Perdón que interrumpa así, pero venía a dejarte esto —digo agitando los informes de los productos que fueron aprobados y de los que necesitan revisión nuevamente.
—Que bueno que estas aquí el señor Joshua, tiene una inconformidad.
—De que trata señor Joshua.
—Porque mi producto fue rechazado.
—Si más no recuerdo le advertí a tu encargada que el relleno de las colchas eran muy escasas, además la tela es de muy baja calidad, por eso la rechace.
—Se nota que no sabes nada, además utilice las fibras y rellenos que me proporcionaron.
—Quiero verlas —dice Adalyn levantándose, la miró por un instante.
—Adelante —dice el hombre.
Nos dirigimos a la fábrica, se que Joshua, es uno de los mejores en su rama, la verdad no entiendo porqué su producto es de tan baja calidad.
—¿Dónde está la muestra? —le pregunta Adalyn.
El empieza a buscar en una de las gavetas y saca una caja, de ella saca una colcha con estampados de flores y bordes de encajes dorados, cada flor tiene un diseño distinto, se nota que fue elaborada a mano. No es nada parecida a la que me mostraron.
—¿Esta es la muestra? —preguntó perplejo.
—Sí.
—Este no fue el diseño que tú encargada me mostró —tomó mi teléfono y buscó la fotografía del producto que se me mostró.
Adalyn frunce el ceño, ya veo porque quería venir.
—Esto no es mío, ni siquiera cuando empecé cocí algo como esto.
—¿Quién te mostró el producto?
—Fui yo —dice la chica que se encargó de mostrarme el producto. —tome la caja que usted me dijo señor Joshua, le juro que la saque de donde usted me dijo, me pareció raro porque ese no había sido el diseño que usted me mostró ayer, pero pensé que lo había cambiado.
—Y dónde está la otra muestra que le enseñaste a mi esposo.
—La deje en el mismo lugar —dice buscando en una de las gavetas y sacando otra caja. —Revisé todo y esta fue la única que encontré señor.
—Descuida no es tu culpa, puedes decirme quién tiene las llaves de esa puerta —Adalyn, señala dicha puerta.