✰✰ Giovanni ✰✰
Al menos ya tenemos algo, pero como Adalyn, pienso que hay varios implicados y que no es solo uno.
En fin, días después Adalyn estaba preocupada, a decir verdad la ha pasado preocupada todo estos días, por más que le decía que no se preocupara ella no daba su brazo a torcer.
Hoy habíamos decidido por su bien salir temprano, se que quiere atrapar a esas personas que le están causando mal a la empresa, pero si sigue así la que va estar mal es la pequeña y ella.
Cuando entré a la habitación y la vi con varias carpetas me dio coraje, pero decidí calmarme y tratarla de forma cariñosa. Aunque no esperaba que ella se abriera a mí, reconoció que me amaba y que no solo la enloquecía de coraje o la irritaba mi presencia, no, solo no quería aceptar que le atraía como ella a mí.
Y una confesión y aceptación nos llevó a tener nuestro primer encuentro, temía por su embarazo, no quería lastimarla a ella o la bebé, pero mi deseo de poseerla pudo más, había esperado este momento desde el día que le confesé mis sentimientos, pero me mantuve fresco hasta que ella quisiera dar ese paso y al fin lo había aceptado y lo deseaba tanto como yo la había deseado.
Ame y adore su cuerpo, cada curva, bese su piel hasta saciarme, me adueñe de sus labios, sus gemidos eran por mi causa, estábamos extasiados. Desborde toda la lujuria qué tenía retenida.
Después de Fiorella no hubo más nadie y no pensé que iba haber alguien más, había cerrado mi corazón al amor y había olvidado lo que era sentir la piel de una mujer, olvide lo que era acariciar y sentir las caricias de otra persona, pero eso había pasado al olvido cuando mis manos tocaron su piel.
Me sentía en otro mundo donde solo ella y yo existíamos, lo único que me importaba era satisfacerla y demostrarle que ella es la única mujer con la que quiero tener esta conexión.
—Te amo —le susurro al oído.
—Te amo igual —susurra en medio de gemidos.
—Eres todo lo que necesito en mi vida —le confieso.
—Eres mi único complemento —beso sus labios.
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La miró de pies a cabeza, su panza de siete meses la hace ver tan hermosa y su rostro se ve luminoso.
—Eres hermosa, perfecta, eres todo lo que yo quiero —sinceramente lo digo.
—Gio, no tengo palabras para describir lo que siento por ti, eres romántico, sincero, cautivador, te amo tanto —la abrazo y depósito un beso en su coronilla.
Salimos de la habitación y nos sentamos a desayunar.
—Mañana debo ir a la algodonera, quieres ir —le informo.
—Me encantaría, pero debo seguir con el diseño del catálogo.
—Entonces regresaré el mismo día, solo debo hacer unas revisiones y ya.
—Está bien —sonríe.
Ya en la textilería la acompañó a la oficina, vuelvo a repasar su cuerpo con la mirada.
—¿Por qué me miras así? —pregunta intrigada.
—Porque te ves sexy, hermosa, deslumbrante, aun me digo porque no nos tratamos bien antes —explicó al darme cuenta que tal vez esa pequeña que viene en camino hubiera sido mía.
No es que no la quiera, la amo, es más ya deseo que salga para consentirla y mimarla, la amo como si fuese mi sangre.
—No digas mentiras, estoy gorda y deformada.
—Eso nunca, mi amor no voy a permitir que digas esas cosas de ti, te ves hermosa y sexy, cada curva que tienes me fascina —la tomó de la cintura. —no quiero que te menosprecies de esa forma estamos —tomo su barbilla. —no lo voy a permitir mientras estemos juntos —la miro a los ojos.
Pego mi frente a la suya y la beso, la beso con delicadeza, como si nuestros labios fueran seda, la beso demostrándole cuánto me gusta todo de ella, la beso con amor y fascinación…
꧁ Adalyn ꧂
Volvemos a fundirnos en un beso ansioso. No faltaron más palabras para decir lo que queríamos o sentíamos, solo bastaron las caricias, los besos y el deseo que desencadenó una ardiente pasión que nos llevó a una entrega apasionada piel a piel.
Cada caricia era con amor, me sentía única en sus brazos, nuestros cuerpos se complementaron de una forma tan especial. Y no me queda ninguna duda que el italiano es un hombre ardiente, es que de solo pensarlo me tiembla todo el cuerpo.
Y aquí estamos nuevamente, con deseo o tal vez sea solo yo, me tiene deseosa, es que con estas clases de besos quien no se muere por entregarse, o tal vez yo esté muy hormonal no lo sé.
—¡Adalyn! ¡Oh! No sabía que ustedes estaban.
—Ya me voy a trabajar nos vemos luego —deposita un beso en mis labios, se inclina y deposita otro en mi vientre haciendo que la renacuaja se mueva. —te comportas princesa —se levanta erguido. —Buenos días Irina, las dejo, con permiso.
—No puedo creerlo Ada, ¡oh por Dios! Es increíble, no puedo creerlo.
—Deja de armar tanto drama Irina.
—Como no voy armar mi drama Ada, si del odio has pasado amor —empieza aplaudir.
—Eres insoportable con estos asuntos.
—Ay bueno ya, a modo serio.
—¿Qué sucede?
—Nada, bueno es que el padre de ya tu sabes quien ha estado llamando.
—¿Qué y para qué?
—No lo se Ada —será que Colton le habrá dicho algo, no lo creo.
Él sería incapaz de decirle a su padre tal cosa, es un mujeriego despreocupado no le gusta ser parte de algo, de milagro es responsable con la empresa familiar. Saco esos pensamientos de mi cabeza, no me interesa nada relacionado con Colton su padre y demás, estoy feliz con el hombre que tengo a mi lado y mi hija que viene en camino.