Papá es el jefe

Capítulo 9.

Ignacio pretendía marcharse, se giró y vio a la pequeña jugando con el largo cabello de su madre. Se acercó y dejó un beso en la frente de Salomé.

Miró a Violet y le sonrió, poniéndola nerviosa.

Ignacio se alejó, Violet lo vio alejarse y suspiró.

—¡Sí, es muy atractivo! —dijo Lana al ver como Violet lo miraba.

—Sí, sí que lo es, su mujer es afortunada, aunque claro, su carácter le resta puntos a ese atractivo. De todos modos, no es algo que deba importar, está comprometido.

Lana sonrió, la secretaria al igual que los empleados se acercaron a conocer a la nueva jefa. La pequeña recibió ofertas para ser cargada, pero no quiso, se aferró a su madre, había sido esquiva.

—Digna hija del señor O’Kelly, mírala, no quiere que nadie la coja, tiene su carácter —dijo Liana—. Ya que la jefa no quiere que la carguen, ¿les gustaría dar un paseo por las instalaciones?

Liana hizo su último intento, le extendió las manos a Salomé, misma que sonrió y volvió su rostro contra su madre.

—Vaya, es más parecida al padre de lo que creí, vengan, vamos por aquí, les mostraré el lugar.

En tanto, Liana les mostraba el lugar, Ignacio caminaba de un lado a otro en la oficina, con el teléfono en sus manos, pensando en como decirle a Fermina lo que había descubierto.

«Caray, le dije que no era mi hija, seguramente no creerá lo que pretendo explicarle» suspiró profundo al ver la llamada entrante.

Ignacio se acercó el teléfono y lo retiró al escuchar el tono en que la mujer le habló.

—Cálmate Fermina, no te pongas histérica, no hay necesidad de que grites.

—No me pidas que me calme, Ignacio, he visto las fotos de la mujer esa, no solo es modelo, es joven, tiene una hija, ¿desde cuándo tú permites tales cosas?

Ignacio se quedó en silencio.

—¿Por qué te quedas callado, Ignacio, que es lo que pasa entre esa mujer y tú?

—Fermina cálmate, Violet es la modelo de la campaña, lo había explicado… La niña, Salomé… ella es mi… Fermina, lo mejor es que lo hablemos cuando estés aquí, ¿cuándo regresas?

—Dime ahora mismo lo que está pasando Ignacio, acaso es lo que me temo, esa mujer es tu amante y ella tu hija, ¿verdad?

—El asunto es complicado, pero no tengo nada con Violet, al menos no una relación amorosa, te explicaré todo cuando regreses, es lo mejor.

—Muy bien Ignacio, esta misma noche viajaré, ahora debo dejarte, Ignacio lo nuestro siempre ha sido sólido, yo de verdad espero que lo que tengas que decir no lo afecte, te elegí por obvias razones, tú y yo tenemos mucho en común, hemos sido una pareja casi que perfecta, no lo arruines, Te veo más tarde Ignacio.

—Te veo más tarde Fermina.

Ignacio dejó la llamada y pasó su mano por su mentón. Sabía lo complicado que tenía la situación, no se había mostrado muy amable con otros niños, especialmente con los sobrinos de su novia, debía no solo explicar que tenía una pequeña hija, sino que su madre era una joven, esas que tanto le había mencionado, no toleraba.

Salomé disfrutaba del paseo por los diferentes departamentos, en compañía de su madre y niñera. Ignacio había salido, al no ver a Liana en su lugar de trabajo, su frustración aumentó.

Su teléfono sonó, era Simón.

—Caray hombre, que bueno que llamas, estoy por tener un colapso —dijo Ignacio.

—Ignacio, ¿qué ocurre, que pasó? Fermina me ha llamado, estaba bastante molesta, me ha preguntado que, si tienes algo con la modelo esta, la irresponsable que dices tú. ¿Qué está pasando?

—No vas a creer la jugada del Karma. Simón, ahora resulta que tengo una hija, la hija de la señorita Williams es mi hija, es el resultado de esa noche en islas margarita.

—¿Estás bromeando verdad? Ignacio, el asunto es serio, que ocurre con Fermina, ¿qué le hiciste? No la había escuchado así.

—No es una broma, tengo una hija con esa joven, aún no se lo confirmo, pero Fermina lo intuye, sabes lo que esto significa ¿verdad? Simón no solo será un motivo de disgustos con Fermina, será un gran escándalo, ya sabes lo que se dice de mí, vaya Karma el que me tocó.

—Vaya, suena algo complicado el asunto, que quiere la mujer esa, ¿te está pidiendo dinero?

—No, no, ella… Simón, debo reconocer que ella es diferente, es decir, está lejos de ser lo que me molesta en las jóvenes, no sabes como protege a su… a nuestra hija, ella no está pidiendo nada, es, al contrario, soy yo quien pondré todo a disposición de mi hija, sé que parece precipitado, pero a mi padre le hará muy feliz saber que es abuelo, y créeme estoy dispuesto a cambiar mi pensar… no creí decirlo, pero esa pequeña es encantadora.

—¿Ignacio, estás bien, te sientes bien? Mi amigo, no crees que estás exagerando, Ignacio no tomes las cosas así, hazle una prueba de ADN a la pequeña, no puedes asumir por simples casualidades que es tu hija. Su madre podría ser una estafadora, es mucha coincidencia.

Ignacio escuchó los soniditos de Salomé y se giró, la vio y sonrió, la pequeña empezó a empujarse como exigiendo a su madre caminar más rápido.

Ignacio suspiró, Violet bajó a Salomé y la sostenía ayudándole a caminar, los pasitos agigantados que la pequeña intentaba dar para alcanzar al hombre, sin éxitos en lograr avanzar, terminaron por conquistar a Ignacio.

—Es mi hija, créeme que lo es, de ello no hay dudas, sé que estoy yendo muy de prisa, pero es lo necesario, será un escándalo cuando se sepa, necesito evitar malos ratos para todos los implicados. Simón, debo dejarte, te llamo al llegar a casa, nos vemos pronto.

Ignacio dejó la llamada y esperó a que las mujeres se acercaran.

—Jefe, lo siento, me tomé el atrevimiento de pasear a la jefecita por las instalaciones, ya mismo me pongo a realizar mi trabajo.

—Muy bien Liana, puede retirarse y no olvide recordar a los empleados la reunión que habrá, reagende mis compromisos de hoy para mañana, lo que vea posible que pueda adelantar en casa, me lo envía al correo.




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