Papá por error

Capitulo nueve

Amanda Davis

Me paseo en la habitación de mi bebé de un lado hacia otro, desde el momento en que la vi salir de la habitación del imbécil supe que algo malo había pasado, aunque no me quiso decir que le había dicho el idiota, sé que fue algo que la lastimó porque estaba muy afectada, estoy dispuesta a sacarle los ojos si mi bebé llora nuevamente por su desprecio.

—¡Ay claro el señor! —rujo como si fuera un tigre —con un súper auto que no le sirvió para nada en el momento de estrellarse con el poste —cierro los puños como si quisiera golpear su cara —nada me asombraría si hubiese estado borracho porque esa clase de hombres lo único que hacen es disfrutar la vida y su dinero —observo el pequeño cuerpo de mi Jenna y me culpo por no estar alerta, por dejarme vencer del sueño y el agotamiento.

Estoy dispuesta a sacrificarme por completo y si es posible dar mi vida porque ella viva, seco las lágrimas con rabia y miro hacia arriba preguntando en silencio:

“¿Porque a ella?”

“¿Por qué mi niña sí es inocente?”

Cuando Gregor y yo nos juntamos, pensaba que las cosas iban a ser diferentes ya que, al llevar algún tiempo de novios, él, se daría cuenta de lo importante que éramos Jenna y yo aún cuando ella estaba en mi vientre.

Pero no fue así, al parecer tenía otras cosas más importantes que nosotras, para ese entonces yo no sabía si mi bebé iba a ser niño o niña, pero ya la amaba y justo en el momento que le confesé mi estado, dijo que no podía amarrarse en una relación estable porque necesitaba buscarse, para encontrarse.

Solo espero que el parvulario misógino de su madre, haya encontrado algo que le sirva para aumentar su inteligencia porque el hombre es puro músculo y nada de cerebro.

Ahora mi pobre niña sufre porque necesita una figura masculina en su vida, esa que tampoco yo tuve porque mis padres se separaron el día que yo nací para él poder irse con otra menor que ella.

—¡Vaya que mi vida es un drama! pero jamás cambiaría nada de ella porque soy feliz con mi niña adorada – suspiro, resignada a continuar en el hospital hasta que Dios asilo diga.

Unos toquecitos en la puerta me hacen recobrar la compostura que he perdido hace unos momentos. Jim entra y sus ojos me sonríen primero. Levanta las láminas de los rayos x de Jenna como una bandera blanca y no puedo evitar sonreírle negando con la cabeza.

—Espero te sientas mejor cariño —es el mejor tipo que conozco, pese a que no me he relacionado con muchos y con los que si, son patanes —, vengo en son de paz —le saco la lengua y él arruga la nariz en un gesto muy infantil.

—Sabes perfectamente que ver llorar a mi hija, saca lo más malo de mí —asiente y niega a la vez.

—Espero no hacerte enfadar nunca —me hace un guiño y arrugo los labios.

—Creo que contigo quizás lo pensaría, pero con otros… —me mira con rostro serio —¿pasa algo malo?

—Supe que tuviste alguna desavenencia con el doctor Desmond —pongo los ojos en blanco por el sujeto abusivo —¿Quieres hablar al respecto? —a Jim lo considero familia, pero necesito que sepa la clase de personas que trabajan dentro de su hospital.

—El hombre es un patán abusivo —asiente de nuevo sabiendo que nunca le voy a mentir.

—Entiendo cielo, pero también entiendo que tú estas muy dañada y cualquier cosa podría malinterpretarlo, para ti todos los hombres son patanes y abusivos —no tuve tiempo de procesar todo lo que me ha dicho, pero de una vez no me gusta.

—¿Entonces debo acostarme con él? —espeto ya con enfadado porque lo considero mi amigo y no está actuando como tal.

—De ninguna manera he sugerido eso —su tono se ha tornado un tanto más serio —. El problema Amanda, es que necesito las dos versiones y él dice que te has insinuado más de una vez incluso delante de Mary Ann —las lágrimas pican detrás de mis ojos mientras me acerco a él y meto las manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta.

—Jim, mírame bien por favor - tomo una fuerte bocanada de aire para controlar mi mal genio —tú y yo nos conocemos desde la secundaria —sonrío y veo cómo afirma con la cabeza teniendo la intención de hablar, no lo dejo —. Después de haber sido víctima de abuso psicológico y otros… por parte del padre de Jenna ¿Si crees que pueda insinuármele a alguien? - niega con la cabeza gacha.

—Sé quién eres cariño, no hace falta que me lo digas…

—Pero tal parece que lo has olvidado porque estás acusándome —levanta el dedo índice y lo mueve de lado a lado.

—o no he hecho tal cosa, ni siquiera he sugerido que has hecho lo que él dice —toma mis manos y las aprieta entre las suyas —, solo pienso que en lugar de haberlo gritado y faltarle al respeto, debiste haber venido a mí porque el doctor Bryan Desmond, es uno de los mejores en su rama y ahora no quiere atender a Jenna, salvo que le ofrezcas una disculpa —bajo la cabeza ofreciéndosela a él.

—Escúchame muy bien Jim Parker —lo señalo a la cara enfadada, pero sin levantar la voz para no despertar a Jenna —aunque tenga que mudarme a los Estados Unidos y pedir limosna para poder vivir, jamás le ofrecería una disculpa a ese desgraciado abusador que aún teniendo su esposa me ofrece tener una relación de índole sexual para poder solventar la medicación de mi hija —el rostro de mi amigo pierde el color.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.