Para siempre

Vamos a vivir un poco más ♥️

Parecía una turista caminando por primera vez en nueve meses por las calles de Manhattan, opte por moverme en taxi, tenía muchas cosas que hacer pero la más importante estaba a varios pisos de la puerta donde me encontraba parada.

Tenía el corazón a punto de colapsar, preferí usar las seis escaleras tratando inconcientemente de alargar mi encuentro que usar el elevador, frente a la puerta 113 mi mano temblaba con la llave en ella. Titubie tanto para meterla pero como una castigo al fin, dio vuelta y la puerta frente a mi se abrió levemente. 

El pecho se me contrajo, la respiración se me hizo lenta, mi corazón borbardeaba como ningún otro día y después de un largo suspiro, puse un pie dentro, luego me obligue a dar otro y otro asta que me encontre con la mini sala. 

Los recuerdos llegaron a mi, como si varias lanzar hubieran sido lanzadas, su impacto me hizo retroceder entrecerrando los ojos, habia estado postergando esto, aún no tenía la valentía de enfrentarme a la realidad, por ello me asiste lejos de todos en la casa de mamá, en mi pecho se agrando la opresión que trataba de ignorar todos estos meses, sumándole a qué involuntariamente extrañaba algo más, empuñe mis manos y las coloque en mi pecho, como si lo que sentía fuera físico.

No sé cuánto tiempo estuve en la misma posición, pudieron pasar horas, minutos o segundos, solo que era doloroso incluso respirar, necesitaba un momento a solas, como siempre para poder llorar, entonces no eran zollosos sino gritos, sin importarme si algún vecino se asustaba, ahora era mi presente y yo. 

Estaba echa un ovillo en el suelo, llore, llore y llore, llore por la vida cruel que te quita lo que más quiere, llore por la oportunidad de felicidad que me fue arrancada, llore por lo sola que ahora estaba, no negaré que mi familia a estado hay conmigo, como también es evidente el gesto de lástima que me dedican cada que me ven en jardín sentada, no lo entiendo ni tampoco se explicarlo, pero sentia como si me hubieran arrancado algo más, mi vacío no es solo por el hombre que amo si no como si hubiera perdido algo más hermoso, una ilusión.

Trate de imaginar sus pasos entrando por la puerta, trate de imaginar que me abrazaba, me aferrece a estar en mi imaginación mientras mantenía los ojos cerrados, un día leí que cuando estuvieras sufriendo o pasando por un momento doloroso solo innalaras profundamente, sonrieras y soltarás de aire de nuevo. Lo hice, tardando un poco en lograr sonreír, pero me sentí más liviana cuando solté el aire. 

Me puse de pie y me encamine al sillón pase los dedos suavente por el respaldo.... Tantas noches recostados viendo películas, la primera vez que vine aquí y me ofreció asiento...

Seguí de paso a la cocina, no había trastes sucios ni nada, todo estaba perfectamente recogido como lo había ordenado, pedi que limpiarán pero dejarán todo tal cual, sin mover nada.

Aquí pasamos muchos días cocinando, o mejor dicho, tratando de cocinar comida decente.

-eramos un desastre- sonreí con nostalgia mientras recorría la casa como si fuera mi primera vez en ella, detallando cada espacio, me era imposible no ir recordando. Muchos dicen que somos escencia, energía, que estará dios al final del camino, que volveremos a encontrarnos, más ahora no puedo estar segura de nada. Mamá nos crío siendo fieles católicas, asistiendo a misa cada domingo, nunca tuve mucho interés en "la otra vida" asta que alguien se fue de mi lado, muchos de mis libros eran hacer a de lo que hay después de la muerte, muchas de las veces que no podía dormir veía documentales sobre medium hablando de lo que somos. Y creo que es lo que tenemos de la muerte o al menos en mi caso; no saber con certeza lo que pasará, si volveremos a reunirnos, si hay otra vida, un día vi una chica medium hablando de después de la muerte y no es que sea muy creyente o no, pero necesitaba investigar, necesitaba saber, entonces ella dijo algo sobre que somos energía y al morir ocupamos un tiempo para saber vi ir en esa nueva dimensión tal como lo necesita un bebé al nacer, además de que los lazos de amor son tan grandes y fuertes como el de una hija y una madre que es tan difícil romperlo y siento que de alguna forma tiene lógica, es imposible que algo tan grande como el amor pueda terminarse con la muerte.

Entonces me dirigí a la cama donde compartimos nuestras noches, la primera vez que dormimos juntos, estaba tan nerviosa y avergonzada que me hice la dormida asta que sentí que el se había dormido de verdad.

Ese nido de amor debía de aún conservar algo de el, incluso su olor y parecera de mal gusto, pero ordene que no se cambiarán las camas asta que viniera yo aquí, siendo honesta creí que pasaría más tiempo, pero el me ayudó a dar este paso.

Las cobijas olían a polvo, la cama estaba fría, como si el nunca hubiera existido y eso me dolió. Si, quizás lo material estaba frío y vacío de lo que un día fuimos pero mi corazón estaba intacto. Hay vivía como siempre y nadie podría sacarlo. 

Era el momento, debía hacerlo ya. Al salir de la casa capte mi reflejo en el espejo de cuerpo completo, ya no tenía mis curvas, mi cara tenía grandes ojeras y mi cabello estaba muy descuidado. 

Volví a repetir mi dosis de respirar profundo y luego sonreír, ahora me pesaba un poco menos, no había ninguna foto y es que aún no podía ver una de el, le pedí a la muchacha que le pagaba por dar el mantenimiento que guardara los marcos con fotos y mi violín. Eso sí aún no tenía la valentía de verlos, ni mis dedos extrañaban tocarlo, le había puesto un candado en mi corazón a eso por el momento. 




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