Para siempre

Angelous

Me paro frente al espejo de cuerpo completo, admirandome, me luces mucho el vestido oscuro con brillantes, llevo unas esquisitas zapatillas color negro, el vestido apenas me tapa lo propio. 

–Estas loca, no saldré asi– mi mejor amiga estaba mi lado

–Mas loca estás tú si crees que dejaré que te lo quites– me amenaza, se que es capaz de todo con tal de cumplir sus objetivos, según ella nos debemos está noche, tenemos planes de embriagarnos asta olvidar el pasado, siento nostalgia ponerme guapa y ni tener a mi pareja a mi lado para que me admire, además es estupido de Alexander arruinó mi tarde con sus mensajes, no se ni quien le dio mi teléfono. No recuerdo haberlo compartido ni con los chicos.  Termino de ponerme brillo en mis labios que van muy rojos, parezco una mujerzuela, pero en elegante. Veo que e recuperado un poco de peso, entonces mi curvas resaltan un poco más. Mi amiga va de plateado, sobresaldrs en la pista, no tengo ninguna duda. 

Bajamos al estacionamiento, iremos en taxi porque queremos bebernos medio bar y no planeamos manejar de regreso. 

El hombre se estaciona frente a las grandes luces luminosas, hay una gran fila, pero aquí el dinero es tu vía más rápida. Le mostramos unos fajos de billetes al tipo de la entrada y nos deja pasar sin hacer tanta fila.

–es lo bueno de ser amiga de alguien que su mamá es millonaria– se burla socorro pegándose a mi brazo. Nos encaminamos a la barra, está noche el propósito es olvidar nuestras penas, la música está a su máximo, hay muchísima gente, tenemos que gritarle al hombre para pedir nuestras bebidas.

–una botella completa– se cuelga soco en la barra casi mostrándose los pechos al dependiente– me ahogo con la risa–dijimos que veníamos a beber– voltea a mirarme, ruedo los ojos, está mujer está loca, pero tiene razón, voy a embriagarme como en los viejos tiempos. 

Estamos en una mesa sentadas pegadas de la botella como si dependieramos de ella, llega un mesero con una ronda de martinis.

–les envían esto– se acerca a ponerlas sobre la mesa, se ve que tiene cara de estar arto de lidiar con borrachos.

–¿Te sientes bien bombón?– le pregunta soco rozando descaradamente su brazo, este la mira más enfadado aún.

–Si señorita– le responde de manera cruda.

–Entonces díselo a tu cara– el hombre demuestra estar más arto, solo le echa una mirada matadora y voltea a verme a mi como pidiendo ayuda. 

–Esta ebria– me disculpo quitándole de encima a mi amiga que está muerta de risa con su pésimo chiste. Es muy de nosotras dos morirnos de la risa cuando nos hace efecto el alcohol. El chico se retira. 

–wey que perro oso– le digo a soco para que se calme ya– estás quedando como malacopa no mames– me quejo 

–Descuida que aquí nadie nos conoce– continuamos bailando en nuestra mesa, ninguna de las dos a probado los martinis, pero soco compro otra botella de vodka.

–Les envían esto de nuevo– llega un mesero diferente, apostaría que el anterior se a negado a venir, nuevamente trae otro par de martinis.

–oiga, dígale a esa persona que me siento una anciana tomando un martini– arrastra las palabras, pero ahora no es la única que se carcajea porque yo le hago segunda. 

–Tienen razón chicas– coincide el mesero.

– Dígale que se las metas por dónde le qepan– le mesero y yo abrimos los ojos por la sorpresa, aún en mi estado soy consciente de esas palabras. Pero solo me sorprendo un momento porque me vuelve la risa.

–quizas debería llamar a brayan– dice casi llorando

Esta completamente loca, pero no espera que le responda porque saca su celular y marca su número. Intento quitárselo de las manos pero es imposible. Yo estoy más conciente que ella, eh bebido mucho peor de manera más controlada que ella, pero aún así me causa mucha gracias.sonrie cuando la persona al otro lado de la llamada le responde.

–Hijo de perra, malparido– comienza arrastrando las palabras– eh llorado cada noche desde que te largaste infeliz cobarde de mierda– no puedo con la sorpresa, la había visto ser así pero no con Brayan, ahora está sacando su repertorio de palabrotas– ¿Quieres estar solo? Pues quédate solo –ahora está llorando, se ve más dramática mientras arrastra las palabras, no hay duda, está pedisima.– eres un puto, no me extraña que tengas una mujerzuela en tu vida ya...

–¿Se encuentra bien señorita?– pregunta un hombre a través del teléfono, puso el altavoz porque por la música no se escucha nada, pero ese no es el problema, si no que esa voz no es la de brayan.– No la conozco pero que jodida vida lleva– le cuelga y está se lleva las manos a la boca por la sorpresa. Casi se le corta la  borrachera que lleva encima por el susto, le quitó el teléfono y llamado a un sitio de taxis la muy loca. 

–puta madre, al menos de desahogue– se atreve a decir la muy sinica, pero no puedo responderle nada porque soltamos unas carcajadas. 

–señorita – nuevamente la voz del mesero nos interrumpe

– que no nos interesan sus jodidos martinis– explota soco pero cuando lo miramos trae una botella de Jacks Daniels. WOW esto si me interesa ahora. 

–Digale que muchas gracias bombón – le dice mi amiga y yo solo miro al chico abriendo los ojos, espero que tenga telepatía y entienda que trato de decirle que no lleve ningun recado. 




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