Alexander:
Me traía como pendejo porque sabe la reacción que tengo especialmente tratándose de su coño, es eso nadamas, hay estaba yo, hablando de "condiciones" cuando soy yo quien siempre las pongo, no paso de un palo y ya, nadie es especial y está me tiene rogándole a cada nada y cayendo en sus caprichos. Espero que casi nadie me vea, la cite a las 8 y tengo 5 minutos parado como imbécil esperando que se digne en salir, mi mal genio no le ayuda a mi cara, tampoco el hecho de que el aire haga que los globos me golpien la cara a cada nada, todo se esfuma cuando veo su cabello rosa despeinarse al aire libre, sus piernas se ven más gruesas trae un vestido suelto en zapatillas deportivas, se ve más joven de lo normal, me busca y cuando su mirada se encuentra con la mía se detiene un poco, está algo nerviosa y en cuanto ve los globos sus ojos brillan con ilusión, creí que se reiría de mi, pero para mí sorpresa se ve muy emocionada, me debato entre soltarlos y dejarlos umir antes de que llegue, mis manos cosquellean ¿Estoy nervioso?, claro que no, no es un sentimiento que sienta. La veo apresurar el paso y salta enredando sus manos cálidas en mi cuello, la sorpresa es tanta que por sujetarla suelto el hilo.
–¡No puede ser!– la escucho lamentarse con voz chillona, valla menos mal se fueron, ya era mucho para mí el hecho de tenerlos tanto rato. Cuando nuestras miradas se cruzan veo la desilusión y algo dentro de mi se comprime, no me agrada verla así, quisiera volar al cielo y recuperarlos.
–¿No vas a saludar a tu chico?– le pregunto atrayéndola a mí de la cintura, ella suelta una risita y aprovecho para prenderme de su boca, huele demasiado bien, se siente tan frágil entre mis brazos y me hace sentirme más hombre, soy un maldito suertudo al tenerla entre mis brazos.
–No eres mi chico– reclama en cuanto la suelto para recuperar el aire– en todo caso serías mi amante tambien– se queja y me tiene arto con lo mismo, dandole tantas vueltas a lo evidente, si tan solo cerrará más la boca y se dejará llevar, la llevaria de viaje, la llenaría de regalos y le daríamos rienda suelta al placer que sentimos, ella es mi fuego y juntos ardemos como nunca lo imaginé. –ademas no puede besarme sin antes saber si si quiero salir contigo sin ser nada o no– continúa con la misma mierda.
–¿Quieres ser mi novia?– le suelto para que se calle de una vez, abre los ojos con sorpresa y sonrió por dentro, tiene una cara muy bonita, se lleva las manos a la boca y casi pega de saltitos.
–Solo lo pides porque quieres coger– se queja y me llena las pelotas, con nada le doy gusto, no cree en mi, a todo le pone un pero.
–Deja de llenarte la cabeza de mierda – le suelto molesto–¿Si o no? – le pregunto por última vez, pone cara de niña mimada y con orgullo asiente con la cabeza. Sonrió con maldad, ahora tengo acceso libre a ese coño.
–Eres un tonto – señala y se cuelga de mi brazo – no podemos exponernos como novios– dice con seriedad y tiene razón, nadie puede saber que ella es mi punto débil.
–No somos como los demas– respondo sin pensar y ella me mira con ojos curiosos –la etiqueta es solo entre nosotros– arrastro las palabras debatiendome entre seguir o no– ante los demás seguimos siendo empleada y jefe– sugiero y ella sonríe exponiendo sus dientes como pequeñas perlas, ahora soy yo quien lucha por quitar la cara de idiota.
–Me parece justo por ahora– dice con cuidado. –Hoy quiero un día de novios entonces, cariño– la idea iba bien asta que menciono lo último, no soy un joto que dice palabras así.
– olvida que de mi boca salgan esas palabras– reniego y ella suelta a reír
–Estaba jugando – continúa riendo – no te imagino siendo dulce – dice un poco más seria.
– entonces subamos a tu cuarto a firmar con gemidos nuestro pacto– sugiero mientras la imagino como le doy duro.
– Oye – se queja deteniendo mi paso– ve más despacio– dice con autoridad– tenemos muy poco de novios– continúa molestándome – no soy una chica tal fácil– se hace la tonta
–Me diste todo de ti antes de ser novios– respondo y pone cara de ofendida.
–Por eso eh decidido cambiar– dice y rodea mi auto para subirse en el.
–Baja de mi auto– me quejo cuando escucho el portazo, mierda, primera vez que ando con esa mamada de novios y elijo a la mas aburrida.
–Necesito ir a comprar algunas cosas – me grita inclinándose por la ventana–¿Puedes llevarme?– pregunta alzando una ceja, mi mirada baja a sus pechos que se asoman en su apretado vestido, asiento y me meto al auto, ya está su olor impregnado, huelo discretamente y me siento en paz, como pocas veces puedo.
Caminamos juntos por el centro comercial, nuestros cuerpos van algo juntos y nuestras manos rozan de vez en cuando, dejando una censacion de electricidad en cada toque. Se mete a una tienda y la veo perderse entre los percheros buscando no sé qué. Descuelga varias prendas y las revisa, la veo tomar algunas cosas y se dirige al probador, la sigo, sería buena idea darle algún buen uso a ese reducido espacio.
–Joven– me alcanza la dueña de la tienda– puede esperarla aquí sentado– me señala unos sofá color purpura, reniego para mis adentros, en eso ella sale y viene con un vestido crema asta las rodillas, es muy elegante para su estilo, se le adhiere bien a su cuerpo pero no la imagino asi, niego con la cabeza y la veo perderse de nuevo, vuelve a salir está vez viene con un vestido destapado de la cadera asta la pierna, es muy revelador, mis bolas se llenan de liquido mientras ella se gira para verse en el espejo.
Editado: 24.05.2025