Para siempre es mucho tiempo (para siempre 1)

Capítulo 8

—Mamá sigue preocupada —confiesa Jake, interrumpiendo nuestro peculiar silencio.

Si no tenemos tarea de la escuela, subimos a la casa del árbol, él toca algunos acordes aquí y allá y yo escribo con su música como banda sonora. Pero desde hace rato siento sus notas agitadas y sé que algo no está bien.

—¿Tu abuela sigue mal?

—Sí, y sé que a ella le sigue preocupando lo económico. No sé cómo pudo gastar dinero en una laptop para mi cumpleaños.

Realmente no sé qué decir, hay poco que ambos podemos hacer o… tal vez no.

—¿Tal vez podrías ayudarla con algo de dinero?

—¿Dinero de dónde? —alza las cejas y aleja sus dedos de las cuerdas.

No sabía si le gustaría mi idea, pero no perdía nada por intentarlo.

—Podrías cantar… cantar para la gente.

—De ninguna manera —se niega casi inmediatamente—. Yo no canto para la gente, Joce.

—Pero podrías. Cantas realmente bien y podrías hacer algo de dinero con ese don.

Él solo niega con la cabeza mirando la vieja guitarra entre sus manos.

—Yo no canto para la gente, canto para mí —se detiene incómodo con lo que está a punto de decir— y ahora también para ti.

—Deberías probar, piénsalo, tienes una voz hermosa como para ocultarla —y me sonrojo con la mirada que me da.

—Lo pensaré, de acuerdo —concede no muy convencido y reticente a aceptar, pero tengo la certeza de que al final lo hará.

De pronto tengo una idea descabellada, pero decido decírsela de todos modos.

—Espera, tengo otra idea.

—¡Oh, no! —gime Jake.

—No digas que no antes de oírla.

No sé qué mirada me dará ahora, pero quiero averiguarlo.

—¿Y si audicionas para alguno de esos programas de talentos? Tienes 15 años, puedes hacerlo.

—¡¿Qué?! ¡¿Estás loca?!

—¡Oye! —me quejo.

—Lo siento, no estás loca, solo que lo que dices es una locura. Yo nunca podría hacer eso.

De repente siento que me he equivocado, su voz refleja una profunda tristeza y no sé cómo volver las palabras dentro de mi boca.

—Es solo una idea, no te pongas así.

—¿Has visto esos programas, Joce? —asiento— Tendría que cantar para cientos de personas en el set y millones que me mirarán por televisión, pero eso no sería lo peor… —hace una pausa significativa—. Lo peor sería ver que, entre todas esas personas, mi familia no estaría ahí.

Ahora comprendía todo. Su familia nunca lo apoyaría, porque el señor Johnson nunca aprobaría que un hijo suyo participara de algo tan banal como un programa de televisión que buscaba a la próxima estrella musical, ni siquiera sabía que Jake tocaba la guitarra, mucho menos que cantara. Su madre no contradeciría a su marido, y su hermano obviamente sería forzado a tomar un bando. Todas esas personas tenían a sus familias en las gradas, estando orgullosos de ellos, él no tendría aquello, por lo menos no de su familia y creo que ya había pensado eso antes de que yo lo mencionara.

—Yo estaría ahí —susurro apoyando mi cabeza en su hombro—. Yo apoyaré tus sueños.

—Lo sé… —sonríe tristemente.

Nos quedamos ahí apoyados uno en el otro, tomados de las manos como si fuera nuestro único salvavidas. Sé que no he estado para él los últimos años, pero también estoy segura que a partir de ahora lo apoyaré en cada camino que él quiera tomar.

—Jake… —susurro de nuevo y levanto la cabeza para mirarlo a los ojos—. Yo soy tu fan número uno a partir de ahora.

—Contaba con eso —dice esta vez sonriendo de verdad y así sé que había encontrado las palabras correctas.

—También podemos subir videos a Youtube, ya sabes… como Justin Bieber, podrías ser mejor que él.

—Cállate, Joce —sigue riendo—. Simplemente no sabes cuándo parar ¿cierto? Pensaré en ello ¿está bien?, pero hoy no.

—Ok —le guiño el ojo y volvemos a nuestras antiguas posiciones. Él tocando, yo escribiendo.




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