Para siempre es mucho tiempo (para siempre 1)

Capítulo 11

La navidad fue horrible, realmente no me reconocía, había perdido el control, le grité a mi padre y a Elena, les dije que no quería regalos, ni fotos, que ellos no eran mi familia y tan pronto como cumpliera los dieciocho años me largaría de aquí para nunca más tener que ver sus caras. Pensé que papá se enojaría, pensé que perdería el control igual que yo, pero lo único que pude ver en ambos antes de subir a mi cuarto fue tristeza y eso me hizo triste a mí también. Pero ya no podía retractarme de nada de lo que dije, yo solo quería destruir todo.

—¿Crees que estoy haciendo lo correcto? —pregunta papá a Elena.

Había bajado a tomar agua, después de tanto llanto estaba sedienta, pero me detuve al pie de las escaleras al escuchar sus voces desde la cocina.

—¿De qué hablas, Charles? Ella es tu hija y lo correcto es que esté contigo.

—Pero si ella no quiere… ella me odia y yo me odio por ello, porque sé que me lo merezco, no he sido un buen padre.

Siento un nudo en la garganta al escuchar a mi padre al borde del llanto, me recuerda la noche que mamá y yo nos fuimos. Alejo el pensamiento.

—Ella no te odia, solo está herida, destruida y va a tomar mucho tiempo para que esa herida mejore.

—Yo amo a mi hija, pero tal vez sea mejor que ella esté donde quiera estar, creo que ella quiere estar con su tía.

—No debes rendirte, tu hija te necesita más que nunca. Además no creo que quiera regresar con su tía. Jake está aquí, él le hace mucho bien. Dale un poco más de tiempo. Yo estoy contigo y te apoyaré.

No puedo escuchar más, subo rápidamente tratando de no hacer ruido y sollozo en mi almohada sin saber siquiera por qué. ¿Por haber hecho daño a mi padre con mi actitud? ¿Porque él aún me ama? ¿Porque piensa rendirse conmigo? ¿Porque Elena tal vez no es una zorra? ¿Porque no quiero dejar a Jake de nuevo? ¿Porque esta vida me sigue pareciendo una mierda? ¿Porque nada de lo que haga me devolverá a mamá? Lloro hasta quedarme dormida sin encontrar respuestas.

—¿Mama? ¿Por qué vamos a vivir aquí con la abuela? Quiero regresar a casa —dije a mi madre un día después de haber llegado a Tampa.

Había escuchado a mamá llorar con la abuela y mi tía, pero no podía llegar a entender nada. Hasta ahora nadie me había explicado lo que había ocurrido para que hayamos dejado a papá solo en Nueva York.

—Hija, ven… siéntate —estábamos solas en casa de la abuela y parecía que esta vez iba a saber la verdad. Noté los ojos rojos de mamá y por un momento pensé en olvidar mi pregunta solo para que ella no llorara, pero necesitaba respuestas.

—¿Qué sucedió, mamá?

—Jocelyn, primero quiero que sepas y que estés segura que tanto tu padre como yo te amamos y nada de lo que pase con nosotros va a cambiar eso, ¿está bien? —asentí—. Yo no puedo estar más con tu padre y por eso viviremos aquí, tú irás a visitarlo en vacaciones o ya arreglaremos cuándo, pero por ahora seremos solo tú y yo, bueno, con la abuela, tu tía Kerry y Kevin.

—¿Ya no quieres a papá? ¿Por eso lo dejaste? —comencé a llorar—. ¿Ya no quieres que seamos una familia? —terminé alzando la voz, veía lágrimas en sus ojos ahora.

—¡Él es el que no me quiere! ¡Él es el que tiene a alguien más y ya no quiere a nuestra familia!

El mundo se detuvo para mí. Sabía que mamá no quiso decir lo que dijo al ver la angustia en sus ojos, pero también supe que todo lo que dijo era verdad y que ella solo quería evitarme el dolor. Pero yo ya no sentía nada, no había dolor, estaba flotando lejos de mi cuerpo. Papá era mi héroe, papá era el mejor papá del mundo, papá era mi cómplice. Papá era… sí, era. Porque ya no más.

Siempre me llevé bien con papá, incluso cuando peleaba con mamá. Pero si él no quería a nuestra familia, entonces no me quería tampoco a mí. Por consiguiente yo no lo quería a él. No podía quererlo, él nos destruyó y destruyó a mamá. Él acabó con nuestro hogar y yo quedé sin papá.

Lloro toda la noche pensando en mamá, pero en la tarde del veinticinco alguien inesperado toca la puerta de mi habitación.

—Soy Jake, ¿puedo pasar? —pregunta apenas audible. Salto de la cama y miro alrededor. Todo está un desastre y no tengo tiempo de ordenarlo.




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