Capítulo 32

Al día siguiente Jake tiene una conferencia de prensa, además están invitadas las chicas de su club de fans. Sí, en serio. Club de fans de LA.

Se me permite entrar con un credencial que me entrega Scott. Los periodistas vuelven a preguntar por su soltería y es una bofetada el escucharlo decir nuevamente que está soltero y escuchar suspirar a sus fans. Jake me prometió salir conmigo después de la conferencia, pero luego de que ésta se acaba se ve rodeado de chicas que quieren algo de él o debo decir todo. Me mira como disculpándose y yo lo miro como diciéndole que todo está bien. Pero no lo está. Solo quiero deshacerme de todas estas groupies y ponerle un letrero que diga: propiedad privada. Simplemente no puedo observar más cómo besa sus mejillas y ellas las de él mientras se toman fotos. Necesito aire. Necesito no escuchar sus gritos.

—Voy a dar una vuelta —anuncio a Bryan que está cerca de la puerta. Solo asiente hacia mí.

Camino sin rumbo. Es más duro de lo que pensé que sería y estoy segura de que solo empeorará. Nunca he sido una novia celosa, pero descubrí que sí lo soy. No puedo decirle a Jake cuanto me molesta todo esto, que ya no estoy de acuerdo en estar en las sombras y que nadie sepa de mí. Es humillante que yo no pueda acercarme a él y hacer lo que estas chicas hacen con tanto gusto.

Me doy cuenta de que no tengo idea dónde me encuentro, al mismo tiempo que me doy cuenta de que un grupo mixto de cantantes toca la canción de “Little Mix Ft. Jason Derulo” “Secret love song” en una acera y me detengo a escucharlos. Una lágrima resbala por mi mejilla y uno de los chicos se da cuenta y me da una sonrisa triste. Obviamente no sabe de mi situación, pero creo que lo entiende. Les doy los únicos 10 dólares que traigo encima y me explican como volver al hotel. Tengo que volver y arreglarme para el show de esta noche.

Estoy a un par de calles cuando un auto con vidrios oscuros se detiene cerca de la acera, el vidrio baja y veo que es Jake. Está molesto. Nunca lo había visto así.

—Sube —ordena y lo hago, el coche arranca—. ¿Por qué haces esto? Casi me muero cuando vi que habías desaparecido de nuevo.

—No desaparecí. Le dije a Bryan que saldría a dar unas vueltas. Necesitaba alejarme de tus pegajosas fans.

—¿De eso se trata? Pensé que ya lo habíamos hablado —dice exasperado.

—Ya lo sé. Solo necesitaba aire, eso es todo —suspiro pesadamente y apenas sé cuando me tiene abrazada tan fuerte que apenas puedo respirar.

—No hagas esto de nuevo —dice en una voz que me rompe el alma.

—No lo haré —es lo único que puedo responder.

Jake había perdido mucho tiempo buscándome, así que apenas llegamos se va a su prueba de sonido antes del concierto.

Después de ver cómo me queda el atuendo completo no me siento tan culpable de cuánto costó. Mi blusa era amarilla, esperaba que con ese color Jake pudiera distinguirme claramente. Dejo mi cabello suelto como le gusta. Decido dejar mis celos atrás y disfrutar la noche.

—¿Sabes que Rick le recomendó a Jake que no vaya al baile? —comenta Bryan mientras vamos al concierto.

—¿Qué?

—No vayas a decir que yo te lo dije. De todas maneras creo que lo hará —dice encogiéndose de hombros.

Cada día me cae menos ese hombre. ¿Por qué nadie más lo nota?

Puedo quedarme un momento a solas con Jake. No sé si tocar el tema del baile. Decido no hacerlo porque ya está bastante nervioso. Solo se nota más calmado cuando lo beso, así que eso estuve haciendo mucho rato.

—Ésta será tu noche, Jake.          

—Lo mejor de la noche pasará después del concierto, ya verás.

—¡Jake! —grita Rick antes de empujar la puerta y entrar. Nos separamos—. Jake, quiero hablar contigo un momento a solas antes de que comience el show.

—Yo voy a ver cómo está el ambiente —les digo viendo que no soy bienvenida ahí. Jake aprieta mi mano antes de soltarme.

Encuentro a Scott movilizando a todos, decido no molestarlo y salgo a ver al público, es más de lo que esperaba, pero es genial ver que toda esta gente está aquí por Jake. Después de un rato no sé qué hacer y decido volver, tal vez ya hayan dejado de hablar.

Nunca antes me ha gustado escuchar conversaciones ajenas, pero en el momento en que escucho a Rick sé que hablaba de mí. Miro alrededor, este lado está desierto, así Jake podía relajarse un poco.