LA UNIDAD FAMILIAR

Teniendo una sana y agradable conversación con su madre y hermana, Jorge le dice a Ines y a Cecilia.     - ¿Dónde está mi padre?

De inmediato Ines se sienta y le dice a Jorge.     –adivina donde esta-     -yo no creo que este de nuevo donde Policarpo bebiendo con el-     -si, creo hermano, papá no va cambiar.

Jorge intenta salir a buscar a su padre. Cuando Cecilia lo detiene diciéndole. –deja que tu padre por si solo venga, no te acuerdas la última vez que fuiste por el-      -claro, como no olvidarlo-     -a él no le gusta que cuando está bebiendo lo molesten, es otro hombre cuando lo hace- -mama, el me prometió que iba a cambiar y yo le creí, ahora voy a traerlo así pase lo mismo de la otra vez.

En ese instante en el quiosco de Policarpo, Gerardo se gasta todo el dinero y bebe sin medir las consecuencias.

Reído de la vida y gozando del gran espectáculo que da Gerardo, Policarpo sirve más y más aguardiente y le dice a Gerardo.      –la vida hay que vivirla ahora, porque mañana no sabemos si estamos vivos, por eso bebe hasta el cansancio, tu eres mi mejor amigo, confía en mí y bebe como un condenado.

En ese momento, Gerardo comienza a sentirse muy mal y le dice a Policarpo.      –espera, espera, me voy a casa, no aguanto más-     -que te pasa, eres una nena, tu eres de los hombres que le tienen que rendirle cuenta a la mujer-      -nooo, yo nooo, pero me estoy sintiendo muy mal-     -que mal y que ocho cuartos, bebe conmigo y olvídate de tu mujer y de tu familia. Tu eres de los míos.

En ese preciso momento, Jorge llega al quiosco y ve toda la terrible escena que está haciendo su padre y también observa la insistencia mal intencionada de Policarpo al no dejarlo ir.

Jorge se enoja demasiado y llega a donde esta Policarpo y le dice.      –por fin vi tus intenciones Ángel caído-      - ¿Cómo me llamaste? -      -si, como escuchaste, eres un demonio que no quiere soltar a mi padre, pero desde ahora lo vas hacer-       -no acepto que ningún mocoso me venga a mi negocio a decirme como debo de tratar a mis clientes favoritos, lárgate de aquí si no quieres verme de otra manera-       -mírame bien, no te tengo miedo, deja a mi padre en paz-      -el viene por su propia cuenta muchacho, yo no lo obligo-      -bueno, ya te dije, aunque no me creas Dios está vivo y te está viendo ahora-     -vete, vete, no te quiero ver más.

En ese instante, Jorge con mucho esfuerzo carga a su padre y se lo lleva a casa.

Al llegar a casa, Cecilia e Ines ayudan a Jorge a llevar a Gerardo a su cama.

Cecilia calienta una sopa y se la da a su marido, mientras Jorge le decía a su padre.     –me siento muy decepcionado contigo papá, no has cambiado en nada. Pero en ese momento, Gerardo ni toma la sopa, ni tan poco escucha las palabras de su hijo. Quedándose dormido inmediatamente.

Domingo 8:30 am, Jorge asiste a la Iglesia y en sus múltiples oraciones, incluye a su familia y en especial a su padre.

Las 2 horas que hablo el pastor en la Iglesia, confidencialmente lo hizo con el tema. La unidad familiar, que toco a Jorge inmediatamente.

Después de terminarse el culto, Jorge llega a casa y de inmediato al ver a su padre levantado le dice.     –que estas pensando de la vida papá-      -lo siento hijo, te falle en mi promesa, no lo vuelvo hacer-      -no sigas prometiendo cosas.

En ese instante, Jorge reúne a toda la familia y les dice con gran sentimiento.      –no podemos vivir así como estamos, debemos de unir esta familia cuanto antes.

Cecilia le dice a Jorge.     –estoy de acuerdo contigo, pero no sé cómo lidiar con tu padre.

En ese momento, Gerardo se enoja con las palabras de Cecilia y le dice.      –todo lo malo ahora soy yo, yo soy el que traigo la plata de la comida aquí- -y yo me ocupo de todo en la casa, crees que ser ama de casa es fácil

Ines se va para su habitación diciendo.      –ya van a comenzar de nuevo con eso.

Jorge al ver toda esta situación les dice por segunda vez a todos.      –acompáñenme este domingo que viene a la Iglesia, nos va ayudar mucho.