LA MADERA Y YO

Con la familia dividida y con múltiples conflictos, Jorge decide callar ante lo dicho por su padre e irse a su habitación a orar por él.

Después de orar por su padre y por los demás familiares, Jorge vuelve a la sala y le dice a Gerardo.      –voy al barrio Alarcon, para abrir el taller y adelantar un trabajo-      -no me pidas permiso, tú también trabajas ahí, lo que sí es una novedad, es que trabajes un día Domingo-     -estoy muy atrasado con la cama de doña Porfilia. Y necesito adelantar hoy, para entregarle mañana o pasado mañana ese trabajo-       -procura dejar bien cerrado cuando termines, no quiero que los dueños de lo ajeno se roben todo lo que he trabajado durante muchos años-       -bueno, antes de irme quiero que vayas y le pidas disculpas a mi madre, como ya les había dicho antes, no podemos vivir en la casa con tantas dificultades y malentendidos-       -voy a esperar el mejor momento para hacerlo.

En ese instante, Jorge sale de la casa con su bicicleta y se va hacia el barrio Alarcon.

Después de varios minutos, Jorge abre el taller y antes de trabajar coge un pedazo de madera y le dice a Dios.     –perdóname Jehová, este no es un día para trabajar, este es un día sábado donde hay que descansar de todo trabajo y honrar tu memoria, pero como bien sabes Jehová, yo necesito terminar esta cama. Dame la habilidad y la sabiduría necesaria para sacar este diseño como lo había trazado.

En ese instante, Jorge se pone a tornear la cabecera de la cama y después de hacer eso, la saca de la máquina y se sienta a lijarla.

En medio de ese proceso, Jorge dice.      –solo somos tu y yo, eres una madera muy agradecida, doña Porfilia va a quedar muy contenta al ver su cama como está quedando.

Barrio Aurora, Gerardo espera que su mujer este mas tranquilas su hija Ines intenta salir de la casa con una pequeña mochila, de inmediato Gerardo le dice.      – ¿para dónde vas con eso?, ven, ¿Qué llevas ahí?

Ines se acerca a su papá y abre la mochila diciéndole.      –son unos cuadernos, no sabía que vivía con un policía en la casa-      -yo soy tu papá y tengo que velar por ti y por tu hermano-      -claro, ahora que estas en sano juicio lo haces, pero cuando estas borracho que, ese si es tu estado natural.

Gerardo se enoja, pero se queda callado, mientras Ines se rápidamente de la casa a reunirse con unas amigas.

En ese momento, Gerardo pasa el disgusto que le hizo pasar su hija y va a la habitación de su mujer y le dice.     –perdóname Cecilia, yo soy un tonto al no valorarte como mujer, eres una buena madre y una buena mujer-      -sin exagerar Gerardo, ya te he perdonado una infinidad de veces, este perdón que exclamas ahora, ¿qué diferencia de los demás? -     -porque las palabras de mi hijo antes de irse, me hicieron caer en cuenta que realmente la estoy embarrando contigo y he decidido entrar a esos centros de recuperación para alcohólicos-      -eso es verdad-     -sí, voy a dejar el alcohol y esta vez es en serio.

Barrio Alarcon, sudando como si fuera corrido por largos tramos, Jorge termina de lijar toda la cama.

Después de pulir los largueros de la misma, Jorge se sienta un rato a descansar y dice.     –qué bueno, ya solo falta pintarla mañana.

En ese instante, pasa una señora y ve el diseño de la cama y le dice a Jorge.      –disculpa chico, ¿esta madera es buena? -     -sí, de echo es muy buena-      - ¿Qué madera es? -     -este es el famoso cedro rosado, es muy resistente-      - ¿en cuánto vendes esta cama? -      -está ya tiene dueña y no la puedo vender, pero si gusta le puedo hacer una igual que esta-     -no, yo quiero esta que está terminada...