En un abrir y cerrar de ojo, Jorge sufrió un terrible accidente en su bicicleta. Y fue llevado por urgencia al hospital más cercano.
Desgarrado y con el corazón en la mano, Gerardo llama a su familia para darle la dura noticia.
Después de unos minutos, Cecilia e Ines llegan al hospital. Y se enteran por boca de Gerardo, quien había atropellado a Jorge. En seguida, Cecilia e Ines se lanzan a golpear al conductor de la camioneta, pero Gerardo se interpone en el camino de las dos diciéndoles. – ¡SE CALMAN YA!, YO VI EL ACCIDENTE Y ESTE HOMBRE IBA EN SU CARRIL, EL NO TUBO LA CULPA.
Cecilia muy ofendida le dice a Gerardo. –esto era lo que faltaba, te pusiste a favor del asesino de tu hijo- -tranquilízate mujer, mi hijo todavía está vivo, como te dije antes, el señor no tiene la culpa, el que se atravesó fue mi hijo por culpa de un perro negro que apareció de la nada- - ¿un perro negro?, no me vengas con tus cuentos de borracho, este señor tiene que pagar por lo que hizo- -el me ayudo a traer a mi hijo aquí, fuera otro se había escapado como muchos lo habían hecho, pero él se quedó.
Ines le grita al conductor. –USTED TENIA QUE HABER FRENADO INFELIZ, USTED NO MERECE VIVIR DESGRACIADO, ¿Dónde ESTA LA POLICÍA PARA QUE DETENGAN A ESTE HOMBRE? - -mire niña, yo no tengo la culpa de esto, escuche a su padre.
En ese instante, el conductor se enfada y se va a sentar lejos de la familia, en la espera del médico que está atendiendo a Jorge.
Después de 1 hora, el medico sale con la cara muy seria de habitación de Jorge y le dice a la familia. –su hijo está agonizando, si gustan pueden entrar ahora.
Esas palabras del médico hicieron que Cecilia se desmallara al instante. Y pusiera a la familia muy mal en ese momento.
Cecilia recobra el sentido luego que varias enfermeras la atendieran. Haciéndola oler alcohol.
Cecilia saca fuerzas de donde no las tiene. Y entra en la habitación de su hijo junto a Gerardo e Ines.
En ese instante, Cecilia, Ines y Gerardo se desmoralizan al ver a Jorge con muchos tubos por todos lados y se ponen a llorar todos.
En ese momento, Jorge abre los ojos y ve a su familia y de un momento a otro los vuelve a cerrar. Cuando aparece acostado en un hermoso pastizal y dice. –se siente muy tranquilo todo.
Jorge comienza a mover suavemente sus manos y toca toda la hierba lentamente y ve el cielo diciendo. – ¿en dónde estoy?
De inmediato, Jorge intenta levantarse, pero siente una gran fuerza que no lo deja pararse y vuelve acostarse en todas las plantas.
En el suelo todavía, Jorge mueve su cabeza a la derecha y ve muchas plantas tan bonitas, identificando que su color verde no era del mundo que él conocía.
Jorge toca la hoja de la planta y dice. –es fascinante lo que estoy viendo y sintiendo, este verde de esta hoja es real mente hermoso, es un verde esperanzador...
Editado: 29.12.2019