Parásito en el enjambre - Romance dentro de la Mafia

CAPÍTULO 7

ALEX MOYA

Vivian no me habló acerca de ningún trabajo pendiente en lo que respecta a la mafia para este jueves, pero me pidió que vaya a su casa al medio día. No sabía para que, pero fui de todas maneras. Antes de salir mi padre me hizo saber que los padres de Vivian irían a almorzar a nuestra casa, lo cual me dio a entender que almorzaríamos los dos solos. Era una buena noticia considerando que en la meza somos un par de presencias ausentes cuando estamos con nuestra familia.

Faltaba solamente un día para que me cuente la verdad de sus intenciones, pero no importaba lo que fuera, ella ya se había ganado todo mi cariño. Anoche tras haber llegado a mi casa me envió un par de fotos de nosotros en la playa, yo estaba distraído jugando con la arena frente a mis piernas entrelazadas y ella sacaba la lengua divertida.

Toqué el timbre un par de veces pensando que quizás no había nadie en casa, preocupado ya que vine caminando y tenía mucha hambre. Pero luego ella apareció, tenía puesto un delantal y estaba arremangada las mangas de su buso.

-Alex, lo siento, pero tienes que ayudarme.

-¿Te dejaron de cenicienta? 

-Le pedí a la empleada que me deje cocinar hoy y se tome la tarde libre, quería preparar el almuerzo para los dos -se sonrojó-. Pero siento que voy a fracasar.

-Oye, yo no cocino mucho que digamos.

-Creí que era fácil, pero ni si quiera puedo sacarle presas a un pollo. ¡Ayúdame!

-Veamos un tutorial -me reí mientras entraba a la cocina.

-En eso estaba, pero ya lo destrocé como pude, sin embargo, ahora viene la parte difícil: quiero aplanar la pechuga. Al menos esa parte la dejé intacta.

-¿Aplanar? ¿Qué platillo pensabas hacer?

-Cordon bleu.

-Que rico -me emocioné y luego mi barriga hizo un sonido extraño.

-Tranquilo, también tengo hambre. ¡Apurémonos!

-¿Cómo aplanas una pechuga?

-Con golpecitos según el tutorial, hablaba algo de un corte en forma de mariposa antes de hacerlo.

Seguimos cada paso del tutorial batallando en unas partes más que en otras, Vivian se había tomado el tiempo de ir al supermercado a conseguir todos los ingredientes necesarios para el platillo durante la mañana. Al final nos emocionamos de que nos hubiera quedado tan bien, era nuestra primera vez juntos preparando un almuerzo. Lo acompañamos con alverjas, papas cocinadas refritas con orégano, y arroz amarillado con achote.

-Se ve muy decente -comenté.

-Nos costó tanto esfuerzo que ahora me da pena comerlo.

-¿No tienes hambre?

-Muchísima, traeré los platos.

Sabía mejor de lo que se veía, comíamos callados, cansados, pero sumamente satisfechos. Mientras servía unos vasos con jugo de naranja pregunté:

-¿Por qué debemos esperar hasta mañana? Sabes a lo que me refiero, ¿no?

-Estos días son un capricho y este almuerzo era para aligerar el ambiente entre nosotros.

-Bueno, pero tengo un par de dudas que no me dejan dormir, además del hecho de tu repentino acercamiento hace una semana.

-Depende de lo que sea, responderé.

-Entonces…

-Pero -me interrumpió-. Solo tienes 3 preguntas. Así que piénsalas con cuidado.

-En ese caso, es sobre la noche en tu terraza, ¿Era verdad lo que insinuaste de que te irías?

-Sí, lo era, ¿siguiente pregunta?

-Oye, responde bien cuál fue el motivo.

-No me preguntaste eso, te advertí que las pienses con cuidado.

-Bueno -ahora trataba de formular detenidamente la pregunta.

-¿Me das más jugo?

-Claro -ella se divertía con esto al verme pensativo-. Ya sé, ¿Cuándo te diste cuenta de que te gustaba?

-Siguiente pregunta. Esa te la diré mañana.

-Entonces dime: ¿Te has enamorado alguna vez? Sí o no, y bajo qué circunstancias.

Tenía curiosidad por saber si ha pasado por este tipo de situaciones, yo me consideraba un inexperto en el amor debido a el simple hecho de pertenecer a la mafia.

-Si te soy sincera, tú eres mi primer amor… o no sé si es lo correcto llamarlo así ya que no hemos interactuado tanto. El ser una Noboa es motivo para mantener esperanzas bajas en el romance, supongo que lo entiendes, pero he estado con otras personas, aunque todo siempre carecía de color y vida, era más o menos por conveniencia al negocio. Pero bueno, se terminaron las preguntas y el almuerzo. ¿Te gustaría ir a nadar? Hay una piscina en el patio trasero.

Antes de que pudiera decir algo ella ya se había ido dejando el comedor y la comida hecho un desastre, no tuve más remedio que seguirla. Ella llevaba un traje de baño debajo de la ropa, era de franjas entre rojo y negro, descendió por las gradas al fondo de la piscina y después se sumergió completa.

-¿Esto estaba en tus planes?

-Lo estaban, ahora ven, métete al agua.

-No tengo traje de baño, debiste avisarme.

-Eres hombre, Alex; solo déjate el bóxer, o si quieres quítate todo, por mi no hay problema.

Cuando comencé a quitarme la ropa ella puso una canción en su celular, era Earned it-The Weekend.

-Date gusto Alex, para ambientar mejor el momento -dijo con una sonrisa de oreja a oreja y mirada traviesa.

Entré a la piscina de un clavado, era bastante profunda en este extremo. Me acerqué a ella, quién estaba de espaldas a mí, nadando despacio para detenerme a su lado en la orilla. Pude ver completo el tatuaje en su espalda, era un girasol hiperrealista.

-Bonito tatuaje -mencioné.

-¿No preguntarás qué significa? -dijo cambiando de canción a una de Arctic Monkeys.

-No, pero dilo si quieres.

-La verdad no tiene ninguno, pero siempre preguntan “Oye que significa tu tatuaje” -fingió voz chillona-, y está bien, claro, solo que a veces uno solo se hace algo porque sí y le gusta dejar a la interpretación del resto.

-Creo que esa es la finalidad de cualquier arte, carece de magia cuando le encuentras un verdadero significado.




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