Capítulo: 2 “Un futuro no muy lejano”

Los jóvenes estaban sin habla, un frío les caló los huesos, atravesando el tuétano, “¡¿El destino puede ser tan irónico y tan cruel?!” ambos no sabían cómo reaccionar, pues a los que habían empujado y derramado café caliente fue a uno de uno de los jefes y dueños de la compañía, sus nuevos jefes, los que decidirían el futuro de sus vidas, de sus sueños y esperanzas; por un instante todos esos deseos fueron fragmentados, sus esperanzas estaban a un paso de extraviarse y tal vez nunca las volverían a encontrar.

Al ver que nadie reaccionaba, Luo Binghe se levantó de su silla y se dirigió con los muchachos.

-Déjenme que les presente a los presidentes y dueños de la compañía, El presidente Lan XiChen y el vicepresidente Lan WanJi. – El rostro de ambos era serio, sin reacción, pues también estaban en shock, sus miradas todavía permanecían enlazadas con la de los jóvenes, después de unos segundos de incomodo silencio, en primero en reaccionar fue Lan Xichen, una sonrisa se formó en su rostro.

- Mucho gustó, ¿Así que ustedes son los que cantaron esas canciones? ¿Sueños ebrios y Luz en la calamidad? – Ambos chicos reaccionaron, intentaron decir algo, pero un nudo en su estómago y en su garganta no se los permitió, por lo que solo asintieron temblorosos. Lan WanJi miraba fijamente al chico de ropas negras, con una mirada penetrante, al notar dicha mirada Wuxian desvió su enfoque de visión, solo se limitaba a ver a Lan Xichen, sin embargo, el traje del vicepresidente estaba impecable, sin una mancha o arruga, “¿Se habría cambiado de traje?” “¿Tenía su propio vestidor en su oficina para ocasiones como esta?”

-Mi nombre es Jiang WanYin, y mi nombre artístico y común es Jiang Cheng, encantado. – Dijo haciendo una reverencia mostrando su respeto.

-El mío es Wei Ying y mi nombre común y artístico es Wuxian, mucho gusto. – Al igual que su amigo realizo la misma acción.

-El gusto es nuestro, ¿WanJi quieres decir algo? – Este asintió, su mirada fue clavada en el joven de cabellera revuelta que se tensó al ver esos dorados ojos mirándole fijamente, como si quisiera ver atreves de él, casi juraría que quisiera despojarlo de su ropa y cortarle en miles de pedacitos.

-Esta empresa tiene un lema al cual valoramos y seguimos fielmente, “La impuntualidad y la irresponsabilidad es algo que no toleramos, ni perdonamos” – Dijo seriamente y con un tono que ponía la piel de gallina. Ambos chicos bajaron sus cabezas dócilmente y respondieron al unísono.

-Entendemos.

-También valoramos el orden y el respeto. No toleramos ver corriendo y empujando a la gente, por favor que sea la última vez que suceda eso en nuestra compañía. – Dijo el joven de traje azuleado, sus corneas doradas brillaban al decir dichas palabras.

-Discúlpenos, es que se nos hacía tarde para la entrevista, no quisimos que esto pasará, aceptamos las consecuencias de nuestro descuido, le lavamos el traje, mañana a primera hora lo tendrá como nuevo.  – Dijo Jiang Cheng apenado.

-Sí, discúlpenos esto volverá a suceder, por otro lado, esto no afectará en la decisión sobre apoyarnos ¿Cierto? – Preguntó Wuxian rascándose la cabeza, una reluciente sonrisa se formó en sus labios, Cheng al verlo le dio un codazo en las costillas, haciéndole que soltara un leve quejido.

-Ignórenlo por favor, solo está diciendo tonterías ¿Y sobre la otra parte de la entrevista? – Preguntó incomodo, los presidentes se vieron y asintieron.

-Ya concluyó, muchas gracias, ya sabemos lo que queríamos saber, espere nuestra llamada. – Los jóvenes asintieron desanimados, un profundo dolor ahogó sus corazones, una fuerte depresión los empezaba a asfixiar, ambos agradecieron y se fueron abatidos.

Al salir de la empresa, le dieron un último vistazo, pues era más que obvio que esa llamada nunca sería realizada, su andar era lento, como si sus piernas fueran de plomo. Los rayos del sol eran potentes, la temperatura se elevó, gotas cristalinas descendían por las frentes de ambos.

-De todas formas, no quería trabajar con una compañía tan aburrida y estricta. – Dijo Wuxian mientras colocaba un brazo alrededor del cuello de su compañero.

-Mejor cállate que esto fue por tu culpa. Si te hubieras levantado temprano no hubiera ocurrido lo del vicepresidente, ahora nuestros sueños de ser famosos se fue derecho a la mierda.

- De todas maneras, esa empresa es muy estricta, tu y yo no hubiéramos durado mucho, es mejor intentar suerte en la compañía contraría, en la Compañía de entretenimiento “Wen”, también ellos han creado celebridades internacionales, en ellos hay muchos que admiro, por ejemplo, el General Fantasma, Wen Ning el mejor cantante de rock – pop que hay en el mundo.

-Sí, pero para muchos, el mejor cantante es Wen Zhilliu.

-¿Están locos? ¡¿Cómo ese reguetonero rapero puede ser mejor que el General Fantasma?! Sus canciones siempre son de violencia y sexo, nunca es trascendental o relevante.

-Cierto, además Wen Ning es cantautor, sus canciones son de amor, de valoración y de amistad. Esas sin son canciones, no porquerías de putería y de matanzas… ¿En que estaba? Así ya me acuerdo. ¡Por tu culpa nuestros sueños se volvieron polvo! ¿Qué haremos? – Dijo Cheng sentándose en la banqueta, sus tripas danzaban en un baile infernal, sus jugos gástricos comenzaron nuevamente a quemarle el estómago, Wuxian se sentó a su lado, y rodeo a su amigo entre sus brazos.