Pasión, amor y deseo

Capítulo: 3 “Schock”

A la mañana siguiente, los jóvenes se levantaron como de costumbre, se asearon y desayunaron un pedazo de pan con un vaso de leche, de ahí ambos partieron a la universidad, estudiaban medicina forense, aunque también tenían como opción estudiar artes y cultura, pero por causas del destino los dos terminaron estudiando medicina forense en una universidad pública, la vida estudiantil era pesada y agotadora, por lo que habían decido que dejarían la escuela si una productora los apoyaba con su carrera musical, pero ellos no tenían a la suerte a su favor, ya que han tenido que soportar cosas que la gente promedio no lograría encontrar solución o salvación, además de que ellos no tenían alguien que les ayudara con los gastos, debían ser ellos mismo quien pagarían sus necesidades, por ende trabajan medio tiempo por las noches y por las mañanas estudiaban, en los escasos tiempos libres lo aprovechaban a lo máximo para afinar su canto y perfeccionar sus destrezas al tocar instrumento musicales.

El día fue normal, aburrido y pesado, sus cabezas dolían a causa de falta de sueño y de hambre, sus tripas crujían y sus jugos gástricos se trasformaban en ácido que quemaba todo a su paso.

La noche fue un poco más cansada, los dos chicos trabajaban en un bar de alto prestigio y demasiado costoso, solo gente rica era capaz de pagar esos precios que alcanzaban los cielos, lo más difícil del trabajo era que el jefe era un hombre avaro y sin escrúpulos, no tenía consideración con sus empleados, los sobre explotaba y los humillaba, ellos ya estaban hartos de ese trato pero necesitaban el dinero, ya que la paga era buena y en realidad el trabajo no era tan difícil de realizar, Wuxian era el barman, mientras que Cheng era un mesero.

-¡Wuxian! – Gritó el jefe.

-¿Ahora qué hiciste? – Preguntó Cheng, esa noche fue tranquila, los clientes fueron contados, por lo que ambos se encontraban conversando en la barra.

-Que yo sepa nada. – Respondió Wuxian pensativo, pues no recordaba que hubiera hecho algo por lo que le llamaran la atención.

-¿Qué te dije que hicieras antier? – Preguntó con enojo, el hombre vestía un taje negro, sus cabellos eran azabaches y sus corneas verdes, su complexión era corpulenta, un príncipe por fuera, pero una cucaracha por dentro.

-No me dijo nada.

-¡¿Eres un idiota?! Te ordene que limpiaras los baños de hombres. – Ordenó con fiereza.

- Con todo respeto, pero ese no es mi trabajo, yo me encargo de servir y preparar bebidas, no a limpiar la mierda de los retretes.  – Dijo con una mirada desafiante, el hombre de traje se cruzó de brazos y sonrió con malicia.

-Sí, pero yo soy tu jefe y debes de obedecerme, ¿O quieres que te eché de patitas a la calle? – Wuxian estaba a un segundo a abrir la boca y mandarlo a la fregada, pero la voz de Cheng lo frenó.

-Entiende, ahorita lo hará. – Dijo Cheng con voz recia y fría, sus ojos derramaban una sensación de ira, si las miradas fueran armas sus ojos serían dagas filosas. 

-No, eso lo hará en su tiempo libre o en horas extras. Ahorita está en hora de servicio, al igual que tú, así que deja de andar holgazaneando que no te pago para que te la pases comadreando con tu noviecita, ¡Ponte a trabajar o será a ti a quien eché de patitas a la calle! … Malditas maricas. – Lo último mencionado fue más un susurro.

Los jóvenes apretaron sus manos en puños hasta que sus nudillos se tornaron pálidos, sus rostros se oscurecieron, las venas de sus frentes se resaltaron.

-Ese idiota se creé mucho porque es el cuñado del gerente del bar, un día de estas me cobraré todas las que nos ha hecho. – Dijo Cheng con su voz irritada.

-Claro, yo lo sostengo y tú lo golpeas, luego intercambiamos posiciones porque yo también quiero cobrármelas, tengo muchas deudas pendientes con él.  – Contestó Wuxian con una mirada de complicidad.

-¿Le enviamos nuestras canciones a la compañías de los Wen? No hay que perder tiempo, hay que aprovechar que somos jóvenes y hermosos; ya que es uno de los principales requisitos para debutar y convertirnos en idols.

-Me parece bien, ¿Qué hora son? – Preguntó Cheng, ya que en la mañana su celular se le cayó en un charco de agua, por lo que lo había dejado en un traste de arroz para que absorbiera la humedad.

-Son las once. – Respondió perezoso. -Hoy es una noche calmada, me gustan las noches así, y por cierto ¿Viste que al gran Lan WanJi no me quitaba la vista de encima? Creo que se enamoró de mí.

-Deja de decir estupideces, te lo tengo que recordar nuevamente, si seremos idols no podemos ser gays, tendremos que tener mucho cuidado, ya sabes cómo son los medios de comunicación siempre exageran y modifican la realidad, ser gay en el ambiente artístico o de la farándula significa un descenso al fracaso y a las malas lenguas.

-Eso será complicado, me gustan los hombres, y no puedo cambiar ello, no puedo cambiar lo que soy.

-Losé, y eso me preocupa, a mí también me gustan más los hombres que las mujeres, pero por nuestra carrera debemos sacrificar ciertas cosas, solo hay que tener cuidado al mostrar afecto a nuestras parejas.

-Que no tenemos, estamos más solos que un perro. – Comentó Wuxian sarcástico y con un fingido sentimiento de tristeza y dolor en su rostro.




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