Pasión, amor y deseo

Capítulo: 4 “Botella de vino”

La piel de los jóvenes estaba erizada, el frío caló sus huesos, trepando por su espina dorsal hasta llegar a posarse en la nuca, no sabían que decir o que hacer, las palabras de Shang Qinghua hacían eco en sus cabezas, rebotando en sus materias grises, conocida como cerebros.

Los jóvenes empresarios los observaban seriamente y con un leve sentimiento de diversión, Lan WanJi permanecía inexpresivo, pero un cálido brillo pardeo en sus ojos dorados, Wei Ying rogaba a los dioses que lo despertaran de este estúpido sueño, no, de esta irónica pesadilla, pero no; esta era la realidad, su realidad, WanYin suspiro con pesadez, con el rostro enrojecido se decidió a ser el primero en romper la tensión y la incomodidad que había surgido en el ambiente.

-Por favor jóvenes señores, les pido una disculpa en nombre de mi amigo Wei y de su servidor, lamentamos haber dicho tales comentarios, nuestra intención nunca fue ofenderlos. Y también le agradecemos de todo corazón habernos dado la oportunidad de trabajar con ustedes, no les vamos a decepcionar. – Los jóvenes Lan se miraron a los ojos, sin decir una palabra, ambos se comunicaron con las miradas. Los chicos esperaban una reacción de enfado o un comentario vengativo, pero no, el silencio empezó a incomodarlos y a desesperarlos, Wuxian estaba argumentado lo que iba a decir, pero al ver el rostro ennegrecido de su compañero, opto por permanecer callado.

-No se preocupen, les informo que mañana los citamos a ambos a las cinco de la tarde, asistan puntuales, ya que se les presentará su contrato y al equipo de trabajo. Lleven consigo a su mánager. – Ambos asintieron gustosos, unas sonrisas se formaron en sus rostros.

-Por supuesto y nuevamente muchas gracias. – Dijeron al unísono.

-¡Que tonto! No le hemos preguntado que desean ordenar. ¿O prefieren que les diga el menú? – Preguntó WanYin.

-Muchas gracias, pero ya sabemos que ordenar, tráiganos una botella de Petit Verdot y de comer dos platillos de ojo de bife en tres quesos y pesto rojo por favor. – Dijo Lan XiChen viendo fijamente a Cheng que anotaba todo en su libretita amarillenta. Al ver que el presidente de la compañía donde iban a trabajar no apartaba los ojos de su amigo, una sonrisa pícara ilumino el rostro de Wuxian, un remolino de ideas donde su mejor amigo era la victima de sus burlas arrasó con su consciencia, estaba a un segundo de abrir la boca para atormentarlo, pero un escalofrío penetró su medula espinal, al ver al segundo joven Lan, notó que esos dorados ojos brillosos estaban mirándolo fijamente, ¡Ni siquiera parpadeaba! solo se limitaba a observar todos sus movimientos, casi sentía como su piel ardían en esa intensa mirada, como si esos ojos lo quemaran en vida.

Después que Cheng terminará de apuntar la orden se dirigió a la cocina, mientras que Wuxian se dirigió a la barra y tomo la botella de vino Petit Verdot, luego regreso a la mesa de los Lan y les dio la botella con dos copas cristalinas, XiChen le agradeció con una sonrisa.  

Cheng fue a recoger y a limpiar la mesa del fondo, ya que las tres personas que estaban allí se habían marchado, a los minutos la mesa quedo reluciente, regreso a la barra el cual Wuxian estaba allí acomodando algunas copas y vasos.

-¿Crees que acepté ser nuestro mánager? No le hemos preguntado. – Comentó Wuxian pensativo.

-Sí, tampoco dijo que no quería serlo, hablaré y lo pones en voz alta, lo convenceremos los dos. – Los demás clientes salieron de la tienda, solo quedaban los Lan que degustaban de sus alimentos, ambos conversaban en voz baja, casi murmurando, como si no quisiera que nadie se enterará de su plática.

Wuxian busco entre sus contactos el número de XingChen, era su vecino y amigo suyos, había estudiado relaciones públicas por lo que era el más capacitado de las nulas opciones que tenían, a los segundos la voz tranquilizante del hombre los alegro.

-¿XingChen estas muy ocupado? – Preguntó WanYin.

-No tanto, ¿Les sucedió algo? ¿Están bien? ¿No es tan en el trabajo? – Preguntó angustiando.

-Tranquilo estamos sanos y salvos trabajando en el bar, solo queríamos pre… - Fue interrumpido.

-¡¿Y por qué me están hablando?! Pónganse a trabajar o su jefe les llamarán la atención, ya saben cómo es ¿Por qué les dan más motivos para que los regañe y les de trabajo extra? – Comentó cansado, pues no era la primera vez que les recordaba lo mismo.

-No te preocupes, no nos está viendo, además esto es mucho más importante, escucha con atención. – Dijo Wuxian también cansado de escuchar lo mismo de siempre.

-La compañía de entretenimiento el Receso de las Nubes nos aceptó, mañana firmaremos el contrato, pero necesitamos llevar a nuestro mánager, el cual no tenemos. – Explicó WanYin.

-Ahí es donde entras tú. – Comentó Wuxian con una sonrisa.

-¿Quieres ser nuestro mánager? – Preguntaron al unísono. Durante un minuto no se escuchó respuesta alguna.

-¿Por qué yo? – Preguntó XingChen incrédulo.

-Porque eres el más indicado y por qué confiamos en que elegirás lo mejor para nosotros, tu eres como nuestro hermano mayor. El que nos cuidas y nos guías.

-Pero yo nose nada sobre el mundo artístico, solo les seré de estorbo.

-No digas eso. – Respondió Ying frunciendo levemente el ceño. – Tu estudiaste relaciones públicas y tu carácter es ideal para hacer contratos y acuerdos, porfa…, confiamos en ti, sabemos que lo harás bien.




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