Pasión, amor y deseo

Capítulo: 10 “Malos recuerdos inoportunos”

Los cinco entraron por una puerta de cristal, el lugar era enorme, la decoración era de la época Victoriana, todo era lujoso y hermoso, con tan solo verlo, Ying sentía comezón en las manos por tocar las esculturas, sobre todo, esa sensación de picarles los ojos a las estatuas blancas y con cientos de años de antigüedad, Lan XiChen se registró, y el recepcionista del restaurante los guió a su mesa, los tres se sintieron un poco incómodos, pues eran objeto de las miradas y susurros de los comensales, debido a que sus ropas que llevaban puestas no era nuevas ni de marca, en cambio ellos era gente que vivía cómodamente y sin preocupaciones del que comerán mañana o si habría algo para comer, el menos afectado era Ying, que él ignorando el bullicio y las atentas miradas que observaban cada uno de sus movimientos, prosiguió a su silla, el mantel de seda blanca con bordados de color del oro, en la mesa habían servilletas de tela blanca como la nieve y cubiertos de distintos tamaños, la mayoría eran iguales, solo que se reducía el tamaño a escala.

-Me alegra que la grabación fue exitosa, ambos tienen una hermosa voz. – Dijo Lan XiChen sonriendo, los jóvenes le devolvieron la acción.

-Muchas gracias, aunque siento que está exagerando, nuestra voz es promedio. – Contestó con sinceridad WanYin, su amigo le dio una leve patada por debajo de la mesa, XingCheng se percató de ese movimiento, por lo que le dio una mirada en desacuerdo, sin embargo, el chico le contesto con una mirada de escusa y reproche, “el empezó”, con un brillo peculiar en sus ojos.

-No debe menospreciar el gran don que tiene, cuando digo que tienen una voz hermosa, es porque lo es. Ustedes tienen un talento desbordante. – El vicepresidente escuchaba atento, mientras su mirada yacía en el joven de prendas negras con rojo.

Este al sentir un intenso peso sobre él, buscó con su mirada al quien lo estaba mirando tan fijamente, de repente, su mirada chocó con la intensa mirada de WanJi, sus ojos dorados estaban firmemente mirando a sus negros ojos, ambos quedaron inmóviles, solo contemplándose mutuamente, la mirada del contrario era seria pero cálida, también era penetrante, como si quisiera ver atreves de él, intento seguirle, pero le fue imposible, pues su cuerpo sucumbió ante tanta presión, bajo la mirada, descendiendo por su esbelta nariz, por esos pálidos labios rosados, por el delgado y blanco cuello, rozando la fina manzana de adán, intento ver más abajo, pero la camisa y el saco azul cielo le impidieron continuar, por lo que recorrió a la imaginación, esa piel tan nítida, eso pecho fornido y sin bellos, ese vientre duro y musculoso, esa pelvis tentadora y excitante, con tan solo fantasear con el cuerpo de su jefe en uno de los restaurantes más caros y lujoso invitado por el vicepresidente, lo hacía mucho más emocionante, al punto que su rostro se sonrojo y la baba empezó a fluir de la comisura de su boca.

-¡¿Ying?! – Preguntó con voz fuerte su amigo, al lado de este se encontraba un joven vestido elegante, pero con un atuendo similar al de los trabajadores, su porte era estético y limpio, en sus brazos sostenía menús, este se coloreo a un más, con un garrapateo en su garganta controlo sus sinvergüenzas pensamientos.

-¿Sí? – Preguntó confundido y con una mirada de inocencia, WanJi le tendió la mano y la sostuvo con la suya.

-El joven WanYin preguntó ¿Que te gustaría ordenar? – Comentó el joven de traje azul cielo, su hermano mayor sonrió al ver la escena.

-Ying observó todo el menú, de platillos de entremés hasta platillos fuertes, cremas, sopas, caldos, ensaladas, postres, bebidas, etc; los precios alcanzaban hasta el cielo, por lo que eligió el platillo más barato.

-Veo que ambos comparten los mismos gustos alimenticios. – Comentó el presidente.

-¿Por qué? – Preguntó confundido.

-Por qué WanYin pidió lo mismo que tú. – El nombrado solo aparto la mirada, y se sonrojo, XiChen al ver la reacción del chico, un cálido sentir inundo su corazón, un hormigueo en sus labios presenció al ver esos labios rosados y temblorosos del menor, pues ese joven hacia que un extraño sentimiento se arraizará cada vez más fuerte en su mente y se intensificaba aún más cuando lo veía.

XingCheng solo observaba lo sucedido, escuchando y descifrando cada momento, cada reacción, hasta un ciego podía ver lo que nacía entre ellos, pero prefirió dejarlos a ellos con sus asuntos, el solo se limitaba a contemplar lo que provenir se acercaba.

Los hermanos Lan ordenaron los platillos más costosos, su aspecto y nombre sonaba refinado y delicioso, sin embargo, el manager de los chicos ordeno una ensalada sencilla y la más barata, con el pretexto que no tenía mucha hambre.

-Me permiten, voy al baño. – Comentó WanYin, retirándose de la mesa.

-Te acompaño. – Dijo Ying alcanzándolo, ambos se fueron al baño, algunos comensales continuaron observando cada uno de sus movimientos. Al entrar al baño, ambos se lavaron las manos.

-Oye, cálmate con el vicepresidente, no le estés coqueteando tan descaradamente, y menos enfrente de su hermano. – Comentó malhumorado y con el ceño fruncido.

-¿Así? Pues yo vi que el también disfrutaba de lo que veía, además tu eres el menos indicado para regañarme, que ya vi que le estás haciendo ojitos a XiChen. – Dijo con los brazos cruzados y una sonrisa victoriosa.

-Patrañas, estás loco. Yo si me tomo el trabajo enserio. – Contestó cruzándose de brazos y resoplando.




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