Pasión, amor y deseo

Capítulo: 20 “Abrazos”

Después de terminar el programa al concluir su presentación, Jaqueline se despidió de los jóvenes con un fuerte abrazo y deseándoles éxito en su carrera, esperando volver a tenerlos en el programa, el dúo asintió sonriente, luego agradecieron a los camarógrafos y al director, algo que normalmente no se hacía, Xuan Yu los dejo, pues era la esencia de ellos y no los cambiaría, eran chicos de raíces humildes con grandes sueños, el cual estaban luchando por ello arduamente.

XingCheng de igual manera agradeció a los camarógrafos y al señor director, todos sonrientes y alagándolos, los presidentes observaban todo en silencio, contemplando el ambiente, podrían ser los dueños, los presidentes, pero nunca asistían a los foros, o los sets de grabación, ni al comedor, siempre encerrados en sus oficinas, caminando por los pasillos inmersos en sus pensamientos, nunca habían presenciado el ambiente al grabar un programa o un video, era algo nuevo.

Un sentimiento no antes presenciado, una sensación agradable, divertida, armoniosa, pero sobre todo cálida, esos chicos eran diferentes, durante toda su vida conocieron artistas de cualquier categoría, pero era la primera vez que convivían con alguien parecidos a ellos, desde que tienen memoria han sido tratados como objetos delicados, superiores, tratados con extremo respeto y hasta cierto punto distante.

-¡Lo hicieron muy bien! – Gritó el manager abrazando a los jóvenes, estos correspondieron a la acción.

-Gracias. – Respondieron al unísono. Xuan Yu se acercó lentamente, su mirada se volvió penetrante y seria, eso era una habilidad del joven, el transformar su mirada alegre y frágil en una seria y sombría, la cual fue descubierta cuando estaban necios en negar usar unos accesorios que no querían, sim embargo al ser víctimas de esa inquisidora mirada no tuvieron otra opción que acatar lo que se les decía.

 -Chicos no lo hicieron tan mal, pero Wuxian ten más cuidado. – Dijo abrazándolos, sin embargo, cuando los tenía entre sus brazos y su rostro al lado de sus orejas, este susurro.

-Cuando estemos en la compañía hablaremos, HuaiSang estará presente. – Comentó seriamente, los bellos de los chicos se erizaron, una corriente eléctrica trepo por sus medulas espinales. Su coreógrafo era un agradable sujeto, pero cuando se meten en su baile se transforma en un sádico asesino, pues serán presas de su ira y su venganza al hacerlos bailar sin descanso durante horas, haciéndolos casi sangrar sus pies, y acalambrar sus piernas mientras se deshidrataban lentamente.

Los presidentes al ver que los jóvenes eran envueltos en brazos tras abrazos no dudaron en colarse al festejo, el mayor de los Lan apreso a ese par en sus fornidos músculos, sus fuertes brazos los rodearon, el traje azuleado nublo sus visiones, el pecho duro y firme obstaculizo sus respiraciones.

-Muchas felicidades, lo hicieron muy bien. Continúen dando lo mejor. – Felicitó el presidente con su particular sonrisa, soltándolos, haciendo que volvieran a inhalar aire fresco, el oxígeno recorriendo por sus pulmones era algo gratificante. El segundo Lan los rodeo con sus fuertes brazos, sin embargo, su abrazo fue rápido, mucho menos que el de todos.

-Muy bien, continúen esforzándose. – Alagó con una expresión seria y fría, pero con un brillo en sus ojos. Wuxian vio su propio reflejo en esas dilatadas y cristalinas pupilas que lo observaban detenidamente, la misma sensación de la de hace una hora volvió a invadir su mente, su corazón, como si el mundo se detuviera, como si solo estuvieran ellos dos solos, contemplándose mutuamente, el mayor estaba firme en su posición, sin embargo, lentamente se acercaba al contrario, como si una atracción invisible los hiciera acercarse inconscientemente uno al otro, como un metal al imán.

-¿Ahora qué? – Preguntó XingCheng sacando de su mundo a los jóvenes, el rostro de Ying se sonrojo como un tomate, sus mejillas coloreadas y calientes, mientras que el rostro de vicepresidente permanecía indiferente, pero un leve color rojizo escarchaba las blancas orejas y parte de su nuca.

XiChen sonrió divertido al ver al menor de los Lan ruborizado, apenado y con vergüenza, solo él podía identificar las reacciones y expresiones de su hermano, desde que eran niños ni sus padres podrían saber mejor que él, ya que siempre estuvieron juntos, eran inseparables, así que sabía que WanJi estaba empezando a sentir un sentimiento por ese chico de largos cabellos azabaches y de comportamiento rebelde, algo anormal en él, ya que incluso una vez pensó que su hermano podría ser asexual, debido que nunca se interesó en nadie, ya sea mujer u hombre, ni siquiera logro crear una relación de amistad con nadie, siempre solo, o mejor dicho con él.

Los dos tuvieron una niñez y adolescencia difícil, solitaria y compleja, enfocados en los estudios, conociendo a personas que no tenían interés en conocer, clases de comportamiento y modales, sus padres viajaban constantemente, dejándolos con la nana, una mujer de avanzada edad, pero de corazón blando y dulce, esa mujer se volvió la persona que más querían, pues ella los cuidaba, estaba pendiente de ellos, cualquier cosa, no importaba si era algo insignificante ella estaba allí para ellos, en las noches les cantaba y les contaban cuentos, historias de aventuras, de mundos distintos al nuestro, donde las personas volaban en espadas, y estas tenían una personalidad parecida a la de su dueño, donde si te esforzabas podrías convertirte en inmortal, en un Dios, donde el amor y la fe movía montañas y mares, donde los cielos azules podrían transformarse a rosas, donde las estrellas mudaban de piel a una dorada y brillante.




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