Pasión, amor y deseo

Capítulo: 32 “Acompañamiento”

La tarde llegó, en el restaurante bar yacía un hombre de traje oscuro y corbata azul, de semblante frío y serio, su rostro teñido levemente de un rubor, sus ojos cristalizados y sus labios húmedos. Él hombre estaba perdido en sus pensamientos, absorto en sus dudas y congojas.

No se percató que un hombre en traje café y corbata color crema se sentó a su lado.

-¿Para esta madre me llamaste? El verte borracho no es una imagen que me guste apreciar, solo me haces perder mi valioso tiempo. – Comentó burlesco, pero con cierta veracidad en sus palabras, Mo Beijun solo lo vio y sonrió con amargura.

-Es por el chico que te dije, él no…. – No concluyó su comentario cuando vio al joven que en la mañana lo dejo botado en medio de la carretera, la mirada del menor era penetrante y sombría, como si quisiera apuñalarlo hasta al punto de desangrarlo.

Rei Long se percató de las miradas de ambos, una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios por lo que divertido se levantó del asiento y se colocó al lado del menor, luego rodeo con su brazo el cuello del contrario, él solo se estremeció por tal acercamiento del mayor, ya que hace unas horas ni siquiera le permitía hacer un roce.

-Déjame presentártelo; él es mi nuevo asistente personal, Shan Qinghua. – El menor solo asintió y forzó una sonrisa, sin embargo, eso solo logró mostrar una expresión aterradora y falsa.

-¿Tu asistente? No creo que ese puesto le sea adecuado. – Comentó viendo fijamente a Rei Long, pues sabía que ese puesto era un castigo, una tortura hacia el menor.

-¿Cómo que no cree que ese puesto no es adecuado para mí? – Preguntó escupiendo palabra por palabra, además de haberlo botado en medio de la carretera se atrevía a decir que no podía desempeñar un simple trabajo de asistente enfrente de su jefe.

-No, eres joven y tienes una gran habilidad, pero no creo que ese puesto sea apto para tus capacidades, sino para un puesto mucho… - No logro terminar su comentario, debido a que el joven había cogido la botella de cerveza y le había aventado el contenido sobre el traje del mayor, este frunció el ceño, su mirada destelló un brillo de ira, de inmediato tomo al menor por el cuello, haciendo presión en su agarre, dejando como resultado la marca de sus huellas dactilares en el blanco y delgado cuello del contrario.

Los comensales y el barman al ver la situación se alarmaron, los guardias de seguridad se avecinaron al escuchar la conmoción.

-¡¿Qué sucede aquí?!

-¡Deja al joven!

-¡No queremos llevarlos a los dos a la delegación!

-¡Este no es lugar para peleas!

-Descuiden, ya nos vamos. – Dijo Rei Long tomando la muñeca de Mo Beijun, apretó cierto punto y provoco que el de mayor musculatura liberara al chico que comenzaba a marearse por falta de aire, sin más Rei Long ayudo a que se levantara el chico y le pidió que se adelantara, este asintió mientras se sobaba el cuello.

El mayor solo lo vio con el ceño sumamente fruncido, algunas venas resaltaban por su frente, sus ojos invadidos por el coraje y vergüenza, pues nadie se había atrevido a aventarle cerveza encima.

-Parece que las terapias se están yendo por el retrete. – Comentó riéndose, el de al lado le dedico una fría mirada.

-Cállate, el que el mocoso llegará tarde fue mi culpa, no seas duro con él, no lo merece, he visto lo que hace, su página, los trabajos de edición y las fotografía que toma son muy buenos. Tiene un talento increíble, es un desperdicio que lo tengas como tu asistente. – Explicó mientras se quitaba el saco y la corbata, ambos se dirigieron a la puerta, ya que los guardias se estaban impacientando.

-Lose, no tienes que decirme lo que puedo ver a primera vista, sin embargo, le enseñare unas cuantas lecciones de vida y de la vida laboral. Que este bajo mis órdenes le será una gran recompensa y eso solo significa una perdida y sacrificio de mi parte, así que él es que debe agradecer a los Dioses de mi amabilidad. – Respondió mientras se alejaba sin mirar atrás, solo meneo la mano de un lado a otro en forma de despedida.

Mo Beijun observó al hombre alejarse entre los automóviles del estacionamiento, entre ellos Qinghua estaba sentado al lado del copiloto esperando a su jefe, el cual se sentó en el asiento del piloto.  El carro vibro y en un ruido estruendoso se fue velozmente, alejándose entre las calles.

El mayor solo suspiro y se dirigió a su carro en silencio y decaído.

Mientras que en otro lugar lejos de allí, se encontraba XingCheng con Xue Yang, ya mañana la incapacidad del menor daba fin, ya podía moverse como antes, a veces dolía sus heridas si hacia movimientos bruscos, pero con un buen descanso y las medicinas adecuadas podía renovarse a su trabajo y estudios.

-Me hizo muy bien tus visitas, como si tu hubieras sido mi medicina del día. – Comentó el menor con una radiante sonrisa, el mayor se sonrojo, desvió la mirada y se alejó de la intensa mirada que le dedicaba.

- Me alagas, no creo que debas decir cosas tan a la ligera, si tus fans te escucharan estarían decepcionadas. – Comentó mientras le servía la sopa al chico, este agradeció y preparo la mesa para los dos.

-No me importa, digan lo que digan, yo viviré mi vida como yo quiera vivirla, no me voy a limitar por las expectativas de los demás, es mi vida no la suya. – Dijo mientras rozaba su mano con la del contrario, el cual le pasaba un vaso de agua de naranja natural.




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