Pasión, amor y deseo

Capítulo: 39 “Conversación"

-Me preguntó ¿que habrá pasado para que el automóvil del presiente terminará así? – Preguntó el actor mientras esperaban a que el mecánico evaluara el daño, el joven de traje oscuro alzo los hombros despreocupado.

-Pues nose nos dirá mañana, de todas formas, él y el joven Jiang se encontraban bien. – Respondió Binghe mientras revisaba su celular, pues había varios mensajes de Rei Long, el cual algunos se mostraban de suma importancia.

Sin embargo algunos mecánicos que estaban hasta el fondo arreglando un motor de una camioneta negra sin placas se percataron de que había una celebridad cerca de ellos, estuvieron susurrando entre ellos, confirmando si era el famoso actor o no.

Después de varios minutos decidieron acercársele a pedirle autógrafos y fotografías, sus ropas estaban deshiladas, sucias, embarradas de grasa y aceite, sin embargo, en sus rostros reflejaban admiración, alegría y respeto.

Se acercaron a paso veloz con los celulares y hojas arrancadas de un viejo cuaderno.

Al ver que se acercaban rodeándolo, el actor se asombró e inconscientemente dio dos pasos atrás, sus ropas claras y limpias serían ensuciadas por aquel grupo de admiradores, pero eso no le dio importancia, ya que nunca discriminaba a nadie, y mucho menos cuando le pedían un autógrafo o una foto.

Los hombres se tomaron varias fotografías con él, también obtuvieron autógrafos, están muy felices, ya que con solo con un milagro podrían conocer a celebres famosos, Shen Qingqiu sonreía y conversaba con ellos felizmente, sin embargo el joven asistente de los presidentes Lan sentía la amargura recorrer por su garganta, sus manos se apretaban en puños y sus respiraciones era profundas, sin duda los celos lo carcomían.

Cuando iba a interferir vio que Mo Beijun se acercaba, por lo que él sería su salvador.

-Shizun debemos retirarnos, Beijun se quedará a esperar los resultados, mientras acompáñeme a la empresa por unos papeles.

-De acuerdo, buenos me tengo que ir, fue un placer conocerlos. – Se despidió son una hermosa sonrisa y con una última foto grupal. El conductor de traje azul oscuro se acercó con su incomparable rostro serio.

-¿Qué le paso al jefe? – Preguntó levemente preocupado, pues desde años trabajaba para él, el presidente Lan XiChen.

-No sabemos, pero parece que nada grave, eso creo. – Contestó el joven cruzándose de brazos.

- Bueno, me tengo que ir a la empresa, te dejo el carro te tienen que decir cuánto costará los reparos y para cuando.

-Ok, cualquier cosa te aviso. – Sin más se despidió, sin embargo, en ese momento apareció un carro de color vino, de allí bajaron dos hombres, uno de traje gris y otro de pantalón de mezclilla con playera azul cielo y lentes.

El hombre de traje gris tenía ojos rasgados y cabello oscuro, su piel clara y labios delgados, sin duda era atractivo, en su mano sostenía un celular con el cual conversaba con una expresión molesta, sus cejas apretadas y sus palabras firmes e hirientes.

Binghe y Qingqui se detuvieron a ver a Rei Long junto a su nuevo asistente dirigiéndose hacia ellos.

-¡Te estuve mandando mensajes y ni siquiera te dignaste a contestarme! – Comentó indignado y con los brazos cruzados, ambos solo ignoraron el comentario del hombre, pues conocían el temperamento de Rei Long por lo que no es bueno iniciar una discusión aquí frente a muchos espectadores.

-Ya íbamos para allá, no tenías que venir acá personalmente. – Dijo el asistente de traje oscuro sin ánimos, ambos conversaron durante unos minutos, Beijun le firmo unos documentos y se fue junto al actor, quien se despidió de todos con una sonrisa.

Beijun observaba a Qinghua quien solo se limitaba a estar en silencio detrás de su jefe, después de recibir los documentos firmados y la botella de agua mineral que le compro a último momento, el cual tuvo que arriesgar su vida en esquivar los autos para atravesar la calle e ir a la OXXO a conseguirle su maldita botella de agua gasificada, ya que no se pudo esperar a que llegaran a una tienda y tuvo que comprarla en la luz roja del semáforo.

 El joven ignoraba por completo al hombre que lo observaba con detenimiento, su cuerpo se tensaba con cada mirada, sus bellos se erizaban al igual que su piel, sus manos comenzaban a sudar, sentía su garganta reseca, los nervios se hacían presente.

Estaba encolerizado con ese hombre, pero no podía negar que esa mirada era profunda y fría, casi le helaba los huesos, además era un hombre muy atractivo, pero de un carácter a temer.

Estaba tan centrado en sus pensamientos que no se percató que le llamaban.

-¡Qinghua!

-¡¡¡Qinghua!!! – Gritó con un ceño fruncido y una mueca en los labios, el menor brincó asustado y de inmediato se volteó a dónde provenía la voz.

-¿Mande?

-Deja de perder el tiempo pensando en estupideces, me voy a descansar, llévale esto a Pou. – Dijo aventándole una carpeta negra, el chico la atrapo en el aire.

-¿Pou? Lo siento, pero no sé quién es. – Comentó temeroso.

-Ahhh… ¡¿También tengo que hacer tu trabajo?! Se supone que debes saber sobre el personal de fotografía ¿Cómo que no sabes quién es? – Dijo molesto mientras pisaba con fuerza el piso y miraba con desprecio a su joven asistente. El cual solo observaba el piso tratando de controlarse por no estallar, ya que fue gracias a él que no tenga tiempo de estudiar sobre el personal de los equipos con los que trabajaran y que no pueda socializar con nadie.




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