Pata de lana (el arte del placer impuro)

Poesía de la fauna

La noche era en extremo calurosa, de tal manera que levantándome sigilosamente me puse las alpargatas y decidido salí a caminar por los pasillos de la mansión, las condenadas hacían «flap–flap» a cada paso, la casona logró ejercer en mi un mágico encanto, pues me devolvió una relativa calma y frescor; el corredor terminaba en una bifurcada T dando espacio a los pasillos externos y estos a su vez ejercían de un prolongado corredor–balcón sobre el segundo piso y era la primera puerta a la derecha de las escalinatas. No podía dormir pensando en lo que todavía esperaba oír de mi entrevistado, y aún algo más, dedicándole mis ideas a Giovanna... 

Sin querer miré hacia una ventana abierta de par en par con las cortinas corridas, en una suntuosa y primorosa cama rosada percibí la silueta de ella durmiendo plácidamente, el cuarto estaba semi–iluminado por la luz de la luna, me acerqué más y divise en su brazo derecho una corta hilera de pisadas, al parecer un intruso anófeles se había colado entre el mosquitero y ella; el camisón transparente y plegado al cuerpo, ante mis asombrados ojos dejaba al descubierto sus níveos senos con dos botones oscuros que eran sus pezones. Espie con más ganas y sentí la tentación de levantar el mosquitero y echarme a su lado borrando aquellas infames picadas con mis besos... Sacudi la cabeza, ¿que me estaba pasando? Giovanna, Giovanna, Giovanna, comencé a repetir el nombre de la bella nieta como si de un conjuro se tratase. Decidí regresar a mi cuarto cuando de súbito tropecé con don Herman, ¿que hacía aqui?, no lo sé, el hombre estaba vestido como lo dejara cuatro horas atrás; caminaba en sentido circular por el ala opuesta del corredor al cobijo de las lámparas encendidas mientras leía (al parecer el tampoco podía dormir), aquí debo aclarar que el largo balcón rodeaba la casa entera y como avance en línea recta por curiosidad, tropeze con él «¿Que lee?», pregunté; «de modo que le gusta la poesía», observé en voz alta y él dejando pasar unas fracciones de segundos respondió :«poesía, porque ayuda mucho para sincerarse consigo mismo y también ablanda el corazón y la disposición de las damas». 

Le pregunté si podía recitarme algunos versos favoritos, y el lanzando una risotada burlona, literalmente me vomitó esta sarta de versos costumbristas y picantes. «Poesia de la fauna», dijo y simulando el ademán de un orador conciente de lo que iba a decir se vació :

Hay un buri, dijo el Mauri. Es en mi casa dijo la torcaza. 

Puta que es lejos dijo el conejo, y es con mujeres dijo el serere. 

Y les vamos a tocar el pan dijo el tucan, estoy que me escurro dijo el burro. 

Que me tiren en la loma dijo la paloma, que te quede el pan como mortero, dijo el tatu. 

Y nos van a chupar la pija, dijo la lagartija. Mejor las emborrachamos y las culeamos, dijo el japutamo. 

Y la deben tener dura dijo la tucura, ojalá que no nos dejen con las ganas, dijo la rana. 

Estoy loca y janucha dijo la trucha, que me duela hasta el culito, dijo el perrito. 

Que me quede como un acuario dijo el dinosaurio, vení que te cojo dijo el tojo. 

Hagamos la carretilla dijo la ardilla, que grande es tu pichi aclaró el pejichi. 

Ahora estoy feliz dijo la perdiz, de tirar harto dijo el lagarto. 

Por delante, por detrás y por la boca dijo la foca, que le duela hasta los callos, dijo el caballo. 

Y le dejamos el culo como repollo, dijeron los pollos. Y aquí se acabó el festín, porque la mantuvimos dura hasta el fin. 

Escuchaba suspenso la poesía de disparates de don Herman cuando de pronto una picadura (que más me pareció brutal pellizco) me hizo sobresaltar reaccionando en el acto, me avine a decir :«desde que la poesía se desmarcó de la métrica, lo liberal se tornó en vanalidad, ¡valgame Dios!, y me retire a mi pieza arrastrando el monótono «flap–flap» de las alpargatas. 

—¡Amén! —. Sentenció el viejo. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.