Ángelo Sagbini nació en cuna de oro, con una gran riqueza como herencia, sus padres fueron los más ricos de la región, temidos y respetados en toda Roma, una familia muy influyentes y aristócrata en la época de los sesenta.
Cuando era joven creció con un ego superior que lo hacía pisotear a los demás y desquitarse por cualquier error que cometía la servidumbre; era un mujeriego y maltratador de los más débiles entre esas mujeres y campesinos.
A su esposa Alicia, una mujer 25 años menor que él, le mató a su familia para someterla a casarse con él y traerla a su mansión. Con ella tuvo dos hijas, quienes han vivido bajo el yugo y la tiranía de Ángelo.
A Maximiliano lo tuvo con una prostituta de un bar, donde él frecuentaba muchas veces; No sabía de su existencia hasta que un día la mujer se lo trajo recién nacido y lo dejó en la entrada de su puerta.
Terminó criándolo con la misma arrogancia y prepotencia que él.
El machismo se les notaba a leguas y las mujeres de la familia no podían levantar sus ojos o mirarlos de frente porque ya era una ofensa para ellos, debían mantenerse al margen de todo negocio y solo obedecer las órdenes que ellos dictaban.
Andreína no solo rompió esas reglas, sino que también se ganó un puesto como socia mayoritaria en los negocios de su abuelo.
El viejo confiaba plenamente en ella y la noticia del embarazo le ha caído como una patada en el trasero.
Aunque su nieta lo ha traicionado en su confianza no se atreve hacerle daño, como una vez le hizo a aquella joven prometida de Maximiliano "Lucy Hidalgo" ese día la joven fue castigada con la hebilla del cinturón, causándole laceraciones en la piel, todo porque intentó huir de la mansión.
Se dice: "su prometida" porque aquella joven fue vendida por su propio padre a la familia Sagbini; sin embargo, resultó ser una fiera difícil de domar, no pudieron controlarla y ahora la acusan de haber matado a Maximiliano en un accidente de auto. De aquí parte la venganza que ellos tienen contra los Hidalgo.
Ángelo le había asignado un guardaespaldas a su nieta, al parecer el hombre no le había informado las veces que Andreína se quedaba en casa de Juan Pablo. Esa misma noche que se entera de su embarazo, mandó a buscar a ese guardaespaldas y lo mata de un tiro en la cabeza, por no hacer bien su trabajo...
Un auto entra a la mansión, Ángelo se levanta del mueble, toma a Andreína por los brazos y la obliga a caminar con él hasta la salida. La chica, que todavía estaba estupefacta por las palabras de su abuelo, se rehúsa a seguir caminando, pero este de un tirón la saca a las fuerzas.
—¿A dónde me llevas, abuelo?— preguntaba la joven asustada y con el corazón desbocado queriendo salir de su pecho.
—A terminar con el problema; el auto te llevará al hospital para practicarte un aborto— dice sin ninguna expresión en su rostro. Andreína se alarma, el temor se apodera de ella, detiene sus pasos con sus piernas temblando, pero unos guardias la agarran llevándola por los lados, Ángelo la suelta y ella forcejea con los dos hombres; Alicia va detrás de ellos con lágrimas en los ojos. Andreína va gritando por toda la sala.
—¡Suéltenme!, ¡no quiero! ¡No le hagan daño a mi bebé! No quiero ir, ¡déjenme!— lloraba con agonía. Su abuelo no la escuchaba y los hombres que la apretaban la llevaron cargada hasta afuera en la terraza, cuando de repente una lluvia de disparos entraron de los lados de afuera.
—¡Devuélvanse a la mansión!—Gritaba Ángelo a su esposa y a su nieta que había sido soltada por los guardias; Ángelo saca su arma y dispara también, sus hombres se ponen en posición y comienzan una batalla de disparos.
Andreína y Alicia, alarmadas por la situación, entran deprisa a la mansión buscando un lugar donde refugiarse.
—¿qué sucede? ¿Por qué nos disparan?—indaga la joven aturdida, ha tenido un día extenuante y sus ojos solo quieren descansar después de llorar mucho y de gritar. Alicia la abraza.
—tranquila, debes ser fuerte y luchar para que Ángelo no te haga perder este bebé. ¡No puedes rendirte Andreína! ¡No ahora!. Levántate!— declara tomándola de la mano; ambas se van caminando hasta su habitación.
—¡Señor Ángelo, nos atacan los hermanos Toretti, ellos son familia de los dos hombres que nos traicionaron! Vinieron a desquitarse!— informa uno de sus hombres.
—¿Qué esperan? ¡Atáquenlos también y sáquenlos de mi vista! Nadie se mete con mi propia casa!— grita con desesperación y ordena traer a más de su gente para defender su territorio.
Andreína y Alicia se refugiaron en la habitación que está arriba en el ático, allí se escondieron mientras seguía el combate entre los hombres de Ángelo y los hombres de los Toretti.
—¡Aquí hay muchas cosas guardadas! — menciona la joven tosiendo un poco por el polvo y la humedad
—son objetos antiguos que ya no se usan; algunos se guardaron aquí por ser reliquias invaluables, como lo es este cofre!— responde Alicia desempolvando un pequeño cofre.
—¿De quién era?— le pregunta Andreína acercándose a ella. Alicia abre el cofre, adentro hay una foto de una mujer, un collar de oro puro y un anillo plateado.
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Editado: 13.08.2023