Perdóname

Capitulo 4: Lucy

 

Actualidad.

Después de terminar el intenso trabajo, iba camino hacia la oficina de Ethan cuando de repente recibo una llamada de su persona.

-Hola amor – contesto primero.

-Hola bella – dice contento - ¿Cómo estás?

-Bien, yendo a tu oficina – digo arreglando lo que llevo en mi cartera.

-Ehh bueno cariño, temo que tendrás que ir a casa sola – sus palabras me desconciertan – veras, acaba de venir la nueva secretaria y debo darle todo la información, también tengo que dejar concluidas muchos proyectos.

-Oh te entiendo – respondo triste, realmente quería que estuviera conmigo.

-Amor no llores – dice a través del celular – llegare lo prometo.

-No te preocupes, termina las cosas primero – digo arreglando mi voz – te veré pronto.

-Ok cariño, te amo – dice que me imagino como salió de sus labios.

-Yo igual – digo dándole un beso, termino la llamada y hago que el ascensor tome otro piso.

Bajo para irme con Kevin, quien se encuentra en el estacionamiento, Kaite se fue a su casa temprano, le dije que la podía llevar mi chofer pero no quiso para darle celos.

-Buenas tardes Lucy – saluda mi amigo, abre la puerta del auto.

-Buenas tardes Kevin – le contesto metiéndome al auto - ¿Cómo estás?

-Por ahora bien – dice buscando con la mirada a una persona, sonrió en mis adentros al saber que busca a Kaite.

-Kaite se fue a su casa temprano – digo poniéndome el cinturón de seguridad.

-Ah ya – dice sonriendo, se mete al auto y conduce hasta el hotel donde me quedo.

Al bajar me despido de Kevin, luego subo hasta mi departamento donde me dan ganas de marcarle a mi madre, en seguida ella me responde.

-Hola Lucy – saluda mi madre.

-Hola mamá -  digo sonriendo - ¿Cómo estás?

-Vieja pero eso no importa, ¿Cómo está mi yerno?

-Está bien, mañana iré a ver a mis suegros – respondo cuando entro a mi cuarto y me quito los zapatos – el martes nos vemos madre.

-Ok, Enrique ira con nosotras – dice mi madre orgullosa de su hijo.

-¿Qué no tiene amigos con quien salir? – pregunto dudosa.

-¡Mi madre me obligo! – grita Enrique desde el otro lado, alejo el celular de mi celular.

-Cállate Enrique – regaña mi madre, ahora entiendo porque ira – tu hermano esta pasado de copas.

-¡Aja! – Exclamo con sarcasmo - ¡Salud Enrique!

-Adiós Lucy – dice mi hermano.

-Bueno madre me despido – digo entrando al baño – salúdame a mi padre.

-Claro cariño – escucho cuando me da un beso – pasa una linda noche.

-Igualmente – con eso cuelgo la llamada, me miro en el espejo del baño – bien, vamos a trabajar.

Observo en la sala el árbol que me trajeron, la levanto con todas mis fuerzas pero veo que con esta ropa no me va a ayudar.

Así que voy a mi cuarto a cambiarme, poniéndome un pantalón pijama junto a una camisa de mangas cortas donde en medio dice Disney por siempre, sí, me gustan sus películas, me puedo muchas canciones de las princesas entre las normales.

Por eso mientras comienzo a arreglar el árbol, pongo música en mi celular, mi favorita de Moana donde canta Maui “De nada”

 

Empiezo a cantarla entre mis propios bailes.

Ya sé qué pasa aquí
Encuentras la grandeza frente a ti
Y no sabes bien qué sentir
Es adorable, que jamás los humanitos cambiarán
Despierta ya, oye bien, este como ves es Maui, de verdad
Sé que como yo no encuentras dos
Lo que miras es un semi Dios

Yo solo sé decir de nada
Por el mar, el cielo, el sol
No hay de qué agradecer, de nada
Soy sólo un ordinario semi yo
Hey, ¿qué fortachón el cielo elevó?
Cuando eras de esa altura, este
Si la noche enfrió, ¿quién fue quien fuego te llevo?
¿Qué, alguien me nombró? Oh, yo sólo lazo el sol
De nada, para estirar tu diversión
Brisa yo hago soplar, de nada, y así tus velas elevar
Yo sólo sé decir de nada, por las islas que traje del mar
No ruegues jamás, nunca más, de nada
¡Ha! Genial es mi manera de servir, de nada, de nada
De nada dudes ya

Agarro la escalera pequeña que tengo cerca del sofá para subirme hasta la punto del árbol donde pondré los adornos.

Hey, honestamente te explicaré de natural modo cada fenómeno
El mar, el sol, el gas, oh, ese es Maui hablando de más
Anguilas que, yo las enterré, de la palmera los cocos creé
Un consejo, una lección te doy
No me molestes si en mi descanso estoy
El tapiz que en mi piel se ve, es el mapa de lo que gané
Por donde fui provoqué mil sucesos
Ve al pequeñín mini Maui nomás zapateando,
Ha ha ha…

Me sobresalte al sentir unas manos en mis piernas, ladeo la cabeza para atrás y una sonrisa aparece en mis labios al ver Ethan, me doy la vuelta quedar cara a cara.




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